Se jugaron la vida

?Vaya afici¨®n y entrega de los novilleros! Se jugaron la vida ante el enrazado encierro de San Francisco de As¨ªs sin importarles el barrizal en que se convirti¨® el ruedo a causa de una pertinaz lluvia, que empez¨® a caer desde una hora antes del inicio del festejo y sigui¨® hasta la lidia del cuarto novillo.

Vel¨¢zquez tore¨® con oficio al claro primero, pero por quedarse quieto constantemente era derribado al resbalarse el animal y no logr¨® redondear su trasteo. Ante el celoso cuarto, con gran tranquilidad arriesg¨® mucho al darle la distancia id¨®nea y as¨ª le lig¨® emotivos naturales, pero se le esfum¨® el trofeo por pinchar.

Cuando con el dif¨ªcil segundo Huerta se afianzaba en la arena, el burel se entregaba y ¨¦l lo lidiaba con limpieza, pero cuando se le ve¨ªa dubitativo le atropellaba el enga?o. Al lancear el quinto fue desarmado, Huerta se resbal¨® y el corn¨²peta le arroll¨®. Sufri¨® una contusi¨®n del hombro derecho. Con gallard¨ªa lo mulete¨® s¨®lo con la mano izquierda, pues con la derecha no pod¨ªa sostener el enga?o. Haciendo un gran esfuerzo lo despach¨® de un estoconazo. Inexplicablemente, el juez de plaza le neg¨® el trofeo que a ley se hab¨ªa ganado y que el p¨²blico ped¨ªa con insistencia.

Ortiz refrend¨® el ¨¦xito de su presentaci¨®n del pasado domingo 19 y con el alegre tercero volvi¨® a lucirse con el capote y los rehiletes. Aunque el animal redujo su recorrido, el novillero se pas¨® al enemigo roz¨¢ndole la taleguilla en unos sobrios naturales que remataba en la cadera. En el sexto nuevamente volvi¨® a destacar al lancear y banderillear al viol¨ªn. Con la pa?osa se ajust¨® y con su sello personal inund¨® con se?or¨ªo el ruedo al estructurar una tersa y variada faena. Hubo petici¨®n de oreja pero, nuevamente, el juez la deneg¨®.