Galindo sale de la prisi¨®n de Oca?a para seguir cumpliendo condena en su domicilio

El ex general de la Guardia Civil Enrique Rodr¨ªguez Galindo, condenado a 75 a?os de prisi¨®n por los asesinatos de Antonio Lasa y Jos¨¦ Ignacio Zabala, abandon¨® ayer la prisi¨®n de Oca?a II con escolta policial. La Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias decidi¨® el mi¨¦rcoles pasado que el ex militar -de 65 a?os, aquejado de una grave enfermedad coronaria que ha obligado a hospitalizarlo en varias ocasiones- siguiera cumpliendo la pena en su propio domicilio, "sometido a protecci¨®n personal mediante escolta policial", que a la vez funcionar¨¢ como unidad de custodia.

Rodr¨ªguez Galindo sali¨® del presidio poco antes de las 19.30 en un veh¨ªculo de peque?a potencia y protegido por dos escoltas. El coche oficial lleg¨® sobre las siete de la tarde y fue introducido al interior de la prisi¨®n. Tras ultimar los tr¨¢mites de excarcelaci¨®n, el veh¨ªculo con los dos agentes y el ex general abandon¨® la c¨¢rcel.

El ex general fue conducido a su domicilio en Madrid, donde seguir¨¢ cumpliendo condena una vez que ha aceptado estar en todo momento bajo control. "Dado que el interno, por su especial implicaci¨®n en la lucha antiterrorista, ha de quedar sometido a protecci¨®n personal mediante escolta policial, se considera innecesario establecer medidas de control de naturaleza telem¨¢tica", seg¨²n Prisiones.

M¨®dulo especial

Galindo estaba ingresado en un m¨®dulo especial de Oca?a II, ya que la ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad obliga a mantener a quienes hayan combatido la delincuencia o el terrorismo en zonas de la prisi¨®n apartadas del resto de la poblaci¨®n penitenciaria. El ex militar ocupaba una de las diez celdas del m¨®dulo especial junto a otro miembro del instituto armado.

Los tr¨¢mites para su excarcelaci¨®n se iniciaron una vez que se desestim¨® concederle el tercer grado penitenciario (o semilibertad, que permite que el reo s¨®lo vaya a la c¨¢rcel a dormir) a Galindo, que permanece encarcelado desde el 8 de mayo de 2000 (computados los beneficios penitenciarios, habr¨ªa extinguido ya la cuarta parte de su condena). Fue la Junta de Tratamiento de Oca?a II la que propuso el 23 de septiembre que se le otorgara la semilibertad, especialmente despu¨¦s de que el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria acordara el 18 de marzo que al ex general se le aplicase el r¨¦gimen general de cumplimiento (lo que le exonera de tener que cumplir la mitad de la pena para acceder al tercer grado).

La Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias rechaz¨® la propuesta de la junta y opt¨® por mantenerlo en segundo grado debido a lo elevado de la condena (casi 76 a?os por un doble asesinato y retenci¨®n ilegal perpetrados en 1983), la lejan¨ªa de la fecha para la libertad definitiva (con un m¨¢ximo de 30 a?os de reclusi¨®n) y atendiendo tambi¨¦n a la alarma social que provocaron los hechos por los que fue condenado.

Prisiones decidi¨® aplicarle el r¨¦gimen de vida previsto en el art¨ªculo 86.4 del Reglamento Penitenciario, atendiendo al "derecho a la vida y a la integridad f¨ªsica que todo interno mantiene pese a su privaci¨®n de libertad". "En este caso", seg¨²n Instituciones Penitenciarias, "Rodr¨ªguez Galindo est¨¢ aquejado de una grave enfermedad cardiovascular pero cumple una condena por un hecho muy grave y se trata de armonizar un riesgo bajo de reincidencia con variables como su avanzada edad y el padecimiento m¨¦dico". Rodr¨ªguez Galindo, con varias dolencias cr¨®nicas, sufri¨® el 20 de mayo de 2004 una fibrilaci¨®n auricular parox¨ªstica con angor hemodin¨¢mico y desde el 27 de mayo ha tenido que se llevado varias veces de urgencia al Hospital Virgen de la Salud de Toledo, la ¨²ltima vez, el pasado 12 de septiembre.

La excarcelaci¨®n de Galindo, que est¨¢ en Oca?a II desde el 13 de julio de 2003 (lleg¨® desde la prisi¨®n militar de Meco, en Madrid, tras perder su condici¨®n de militar), ha provocado protestas de varios partidos. Izquierda Unida y Eusko Alkartasuna (EA) han solicitado la comparecencia parlamentaria del ministro del Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso, para explicar los motivos por los cuales se ha autorizado al ex general a cumplir su condena en su domicilio.

Peticiones de la oposici¨®n

En sendas peticiones tramitadas en el registro del Congreso, el Grupo Parlamentario de IU-ICV y la diputada de EA, Bego?a Lasagabaster, a trav¨¦s del Grupo Mixto, coinciden en pedir explicaciones al ministro, por la excarcelaci¨®n de Rodr¨ªguez Galindo, ante la comisi¨®n de Interior de la C¨¢mara baja, informa la agencia Efe. Lasagabaster ya hab¨ªa tramitado otra solicitud para que la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, compareciera ante esta comisi¨®n por el mismo motivo.

Por su lado, el diputado de IU en el Parlamento andaluz Antonio Romero envi¨® ayer una carta al ministro del Interior en la que le expresa su "rotundo rechazo" a la excarcelaci¨®n, que considera "una aberrante irresponsabilidad que marcar¨ªa una injusta l¨ªnea divisoria y diferencial entre el terrorismo de Estado y el terrorismo contra el Estado".

Por contra, el ministro de Justicia, Juan Fernando L¨®pez Aguilar, asegur¨® ayer en Radio Nacional que la decisi¨®n de excarcelar por motivos de salud al ex general "est¨¢ fundada en Derecho y atenida a la Constituci¨®n. Ha sido una decisi¨®n perfectamente congruente con los par¨¢metros con que Instituciones Penitenciarias se comporta cuando existen problemas de salud m¨¦dicamente acreditados como parece ser el caso".

Mientras, el coordinador de Elkarri, Jonan Fern¨¢ndez, consider¨® que el uso de diferentes "varas de medir" en el tratamiento a Rodr¨ªguez Galindo y el resto de reclusos con enfermedades graves "no ayuda a la distensi¨®n" ni a la b¨²squeda de soluciones al conflicto vasco. En una entrevista concedida a ETB, Fern¨¢ndez afirm¨® no tener "ninguna objeci¨®n" a que siga cumpliendo la condena en su domicilio por motivos de salud ya que, seg¨²n indic¨®, "est¨¢ enfermo y le asiste la posibilidad de pasar la condena fuera prisi¨®n". No obstante, reclam¨® que se aplique la misma vara de medir "a todos los presos sociales, relacionados con ETA o de cualquier otra cosa".