Sin permiso para adoptar
B¨¦lgica, al igual que ha hecho con la eutanasia, sigui¨® los pasos de Holanda en materia de matrimonio homosexual legalizando las uniones civiles de personas del mismo sexo en enero de 2003. Dado que la ley que abre esta posibilidad excluye expresamente la adopci¨®n de ni?os, la propuesta obtuvo un amplio consenso pol¨ªtico y sali¨® adelante, por amplia mayor¨ªa, con los votos favorables de liberales, socialistas y verdes, pero tambi¨¦n de los antiguos democristianos.
La ley entr¨® en vigor el 1 de junio de 2003, fecha en la cual se celebr¨® ya la primera boda homosexual. A partir de entonces, se puede aventurar que en B¨¦lgica, un pa¨ªs de 10 millones de habitantes, se viene celebrando una boda de estas caracter¨ªsticas cada d¨ªa, ya que entre junio y diciembre de ese primer a?o de aplicaci¨®n se han celebrado 165. El perfil mayoritario de los contrayentes es un hombre flamenco que vive en una gran ciudad, pues hay m¨¢s bodas en Flandes (111 durante esos siete meses) que en Bruselas y Valonia (54 en el mismo periodo de tiempo). Esta enorme diferencia entre una parte y otra del pa¨ªs, con culturas y lenguas (el franc¨¦s y el holand¨¦s) distintas, se reproduce tambi¨¦n como un calco precisamente en la aplicaci¨®n de la eutanasia. La mayor¨ªa de ellas se est¨¢ produciendo en Flandes.
Dos de cada tres bodas homosexuales de las que se registran en B¨¦lgica son de hombres y s¨®lo un tercio es de mujeres. Y la mayor¨ªa de las ceremonias tienen lugar en grandes ciudades.
Seg¨²n fuentes del Ministerio de Justicia, tras la aprobaci¨®n de la ley que permite el matrimonio homosexual ha aumentado sustancialmente el n¨²mero de contratos de cohabitaci¨®n legal. Esta f¨®rmula, legal desde 1999, permite a las parejas suscribir un contrato que les facilita la declaraci¨®n conjunta de impuestos y compartir los bienes en general.
Tanto los socialistas franc¨®fonos como los socialistas flamencos, que forman parte del Gobierno federal de coalici¨®n junto a los liberales de ambas regiones, han lamentado p¨²blicamente que el matrimonio homosexual no permita la adopci¨®n de ni?os, tachando de hip¨®crita tal limitaci¨®n. De momento, sin embargo, no se plantea revisar la ley en este sentido.
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