En busca de Hermes
Se estren¨® la obra Boris Godunov en el Liceo y me pregunt¨¦ si hoy en d¨ªa en Rusia llamarse Boris Godunov, como el personaje de Pushkin, es raro. Me dije que si para un ruso hoy en d¨ªa llamarse de esa forma debe de ser raro, para un espa?ol a¨²n lo es m¨¢s, seguro. De hecho, no conozco a ning¨²n espa?ol que se llame as¨ª, del mismo modo que no conozco a ning¨²n ruso que se llame, por ejemplo, Hermes Gonz¨¢lez. Y creo que antes podr¨ªamos encontrar a un ruso que tuviera ese nombre herm¨¦tico con apellido corriente -alg¨²n hijo del exilio hisp¨¢nico, por ejemplo- que un espa?ol que se llamara Boris Godunov. Claro que, ahora que lo pienso, tambi¨¦n es muy raro para un espa?ol llamarse Hermes Gonz¨¢lez. No s¨¦ por qu¨¦ me parece que no hay nadie en este mundo -espa?ol, ruso, o de donde sea- que se llame Hermes Godunov.
A m¨ª no me importar¨ªa llamarme Hermes Godunov. Y no s¨®lo porque estoy ya cansado de mi nombre, sino porque he sido admirador incondicional de la obra de Pushkin y, por otra parte, un grand¨ªsimo admirador de Hermes Gonz¨¢lez, un futbolista paraguayo que jug¨® en el Bar?a en la temporada 1957-58 y al que pocos recuerdan. Era un extremo derecha espectacular, que hab¨ªa jugado en el m¨ªtico equipo del Libertad de Asunci¨®n, junto a Eulogio Mart¨ªnez. En 1955, al Libertad se le lleg¨® a considerar como el mejor equipo del siglo. Mart¨ªnez triunf¨® en Barcelona, y Hermes no, a pesar de que hizo -es poco, lo reconozco- un fant¨¢stico partido en el campo del Sevilla. Estuvo una sola temporada, la del a?o en que se inaugur¨® el Camp Nou. Y luego fue traspasado al Real Oviedo, donde jug¨® dos a?os y despu¨¦s volvi¨® al Paraguay, donde perd¨ª su rastro para siempre.
?Alguien podr¨ªa decirme qu¨¦ fue de Hermes Gonz¨¢lez? Esta misma pregunta la hice ya en un libro que publiqu¨¦ hace a?os. Ped¨ª ayuda a mis lectores y no la hall¨¦: "?Qu¨¦ habr¨¢ sido de ese misterioso jugador paraguayo? Si alguien lo sabe, le pido que me escriba, por favor". Formul¨¦ la pregunta en ese libro y luego me olvid¨¦ de que hab¨ªa preguntado eso, pero no me olvid¨¦ de Hermes. El a?o pasado le busqu¨¦ en Internet, y no encontr¨¦ ni rastro suyo, salvo una foto de 1955, de cuando jugaba en el Libertad. Busc¨¢ndolo en la Red, me enter¨¦ de que hay varios Hermes Gonz¨¢lez en Am¨¦rica Latina, pero ninguno parece que pueda ser nuestro jugador. Se llaman Hermes Gonz¨¢lez un fot¨®grafo paname?o, un historiador regional de Culiac¨¢n, un m¨¦dico forense de Buenos Aires, un rector presb¨ªtero de Maracaibo y un feroz guerrillero que no ha querido ser puesto en libertad en Colombia. La sorpresa lleg¨® el otro d¨ªa. Desde Oviedo me lleg¨® un libro, El nombre es lento, de un excelente escritor llamado Mois¨¦s Mori, nacido en Cangas de On¨ªs en 1950 ("autor inclasificable, cuyo trabajo sigue una v¨ªa solitaria, singular", se lee en la contraportada). Junto al libro hab¨ªa una postal: "Aprovecho la ocasi¨®n para decirle que hay un poeta local que se llama Hermes Gonz¨¢lez. No s¨¦ nada del futbolista paraguayo, pero el padre del poeta Hermes Gonz¨¢lez (Oviedo 1966) le puso ese nombre porque es un seguidor del Real Oviedo y lo fue de ese jugador".
Lo primero que pens¨¦ es que ya nunca podr¨ªa llamarme Hermes Gonz¨¢lez. Tal vez por eso ahora no me importar¨ªa llamarme Hermes Godunov. Ya tengo la poes¨ªa de Hermes Gonz¨¢lez, el joven ovetense que un d¨ªa tal vez escriba La importancia de llamarse Hermes. Pero sigo sin noticias del futbolista. ?Qu¨¦ fue del paraguayo Hermes Gonz¨¢lez? La anterior vez que lo pregunt¨¦ estuve 15 a?os sin obtener respuesta. Al final me lleg¨® una, lenta y en forma de nombre lento. Esperemos que ahora vaya todo m¨¢s r¨¢pido.
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