La gran batalla de los 'vices'
Cheney, el poder en la sombra en EE UU, y John Edwards, novato en pol¨ªtica pero maestro en ret¨®rica, protagonizan la campa?a
El debate de anoche en Cleveland entre el vicepresidente, Dick Cheney, y el aspirante dem¨®crata a la vicepresidencia, John Edwards
[previsto entre las tres y las cuatro y media de la madrugada de hoy, hora espa?ola], se perfilaba como un choque espectacular entre dos estilos y dos personalidades antag¨®nicas. La tensi¨®n de la carrera electoral, con el acercamiento de John Kerry a George W. Bush tras la s¨®lida demostraci¨®n del candidato dem¨®crata en el debate de Miami frente a la pobre impresi¨®n que dej¨® el presidente, proporcion¨® al tradicionalmente irrelevante debate entre los n¨²meros dos la expectaci¨®n de los grandes acontecimientos.
A sus 63 a?os, Cheney ha sido el vicepresidente con mayor poder de cualquier Gobierno de Estados Unidos. Experimentado pol¨ªtico y gran conocedor de los mecanismos internos de la Casa Blanca y del Congreso, se desenvuelve mucho mejor entre bastidores que en el escenario. La particular guerra de las galaxias del Darth Vader de la pol¨ªtica estadounidense ha sido Irak: su papel fue fundamental para construir la inevitabilidad de la invasi¨®n, y jam¨¢s ha dado el m¨ªnimo indicio de autocr¨ªtica. Ha invadido los espacios de otros miembros del Gobierno, como la consejera de seguridad nacional, Condoleezza Rice -notablemente ausente de la escena en el ¨²ltimo periodo-, o el secretario de Estado, Colin Powell; por ese control de la informaci¨®n, su preparaci¨®n del debate era m¨¢s sencilla que la de un vicepresidente normal, pero por ese protagonismo, su responsabilidad en lo ocurrido tambi¨¦n es mucho mayor. Seg¨²n el asesor republicano Mathew Dowd, Cheney quer¨ªa anoche "explicar a los norteamericanos por qu¨¦ la pol¨ªtica de Bush es la adecuada para Estados Unidos y para el mundo en la lucha contra el terrorismo y para abordar el desarrollo econ¨®mico y los retos del siglo XXI". La misi¨®n de Cheney era convencer al pa¨ªs de que la pareja Kerry-Edwards no es de fiar para la seguridad de EE UU.
John Edwards, 51 a?os, es un novato en la pol¨ªtica, pero un maestro en la ret¨®rica. Su tarea ayer era obvia: mantener al Gobierno a la defensiva sobre Irak y la p¨¦rdida de empleos, y recordar que Cheney era el jefe de Halliburton, el conglomerado que se llev¨® la parte del le¨®n de los contratos para la reconstrucci¨®n de Irak. Edwards es un antiguo abogado y orador brillante -aunque a veces vac¨ªo en su buenismo optimista- y su idea, seg¨²n adelant¨® ayer, era presentarse como el Luke Skywalker de la batalla por la vida: "La lucha que tiene que librar la gente y la debilidad de nuestra econom¨ªa son resultados directos de las decisiones tomadas por Bush y Cheney, a su vez resultado directo de una visi¨®n que se subordina a la riqueza y los privilegios en lugar de al trabajo y la responsabilidad".
Cheney se equivocar¨ªa despreciando la eficacia de la sonrisa de Edwards -fue nombrado pol¨ªtico m¨¢s sexy por la revista People- y limit¨¢ndose a cargar contra los abogados (por otra parte, un ataque muy apreciado en EE UU). Edwards es capaz de proporcionar el mensaje de optimismo y frescura que tanto le cuesta al rob¨®tico Kerry y hacer que el ticket dem¨®crata gane terreno entre mujeres y j¨®venes. Pero el senador de Carolina del Norte no har¨ªa bien en fiarse s¨®lo de su populismo de sonrisa amplia y despreciar la capacidad del vicepresidente, poco simp¨¢tico para la mayor¨ªa, pero capaz de asestar peligrosos golpes y carente de escr¨²pulos a la hora de utilizar cualquier recurso, incluida, como ya esboz¨® en septiembre, la sugerencia de que Al Qaeda tendr¨ªa m¨¢s f¨¢cil volver a atentar contra Estados Unidos si Kerry ocupara la Casa Blanca.
DIARIO DE CAMPA?A
- DEBATE CHENEY-EDWARDS. Los dos aspirantes a la vicepresidencia, el republicano y actual vicepresidente, Dick Cheney, y el senador dem¨®crata John Edwards, se enfrentaron anoche (madrugada en Espa?a) en Cleveland (Ohio) en el segundo debate televisado de esta campa?a. Cheney ha sido recientemente el blanco de numerosos ataques de los dem¨®cratas por sus v¨ªnculos con la compa?ia Halliburton, que presidi¨® entre 1995 y 2000, y que ha recibido jugosos contratos de la Administraci¨®n de George Bush en la reconstrucci¨®n de Irak.
- BREMER Y RUMSFELD DAN ARGUMENTOS A KERRY. Paul Bremer, que fue hasta el pasado 30 de junio el jefe de la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n en Irak, afirm¨® ayer que EE UU pag¨® muy caro el hecho de que "nunca hubo suficientes tropas sobre el terreno". El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo por su parte el lunes que no hab¨ªa visto ninguna prueba firme de v¨ªnculos entre la red terrorista Al Qaeda y Sadam Husein. Ayer, Rumsfeld se retract¨®. Los dem¨®cratas se apresuraron a aprovechar estos argumentos. John Kerry dijo ayer que el reconocimiento del ex administrador de Irak s¨®lo es parte de "una larga lista de errores". "Me alegro de que Paul Bremer haya finalmente admitido uno", asegur¨®.
- NUEVOS SONDEOS. Tres nuevas encuestas fueron difundidas entre el lunes y ayer. El Centro Pew de Investigaci¨®n da una ventaja de cinco puntos a Bush (49%) sobre Kerry (44%). En otro sondeo de la empresa Zogby, el republicano s¨®lo aventaja por un punto al dem¨®crata (46% / 45%). Y seg¨²n una encuesta de la cadena de televisi¨®n ABC y el Washington Post, Bush (51%) aventaja a Kerry (46%).
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