"El cine estadounidense est¨¢ moribundo"
Como hijo de diplom¨¢tico, Walter Salles se pas¨® la vida viajando, un continuo cambio de colegios, amigos y pa¨ªses que aborrec¨ªa hasta que aprendi¨® que la mejor riqueza se esconde en la diversidad. "Una manera de aprender de todos un poco", afirma ahora, a sus 50 a?os, este realizador brasile?o que ha sabido cruzar todas las fronteras necesarias para llevar a las pantallas Diarios de motocicleta, pel¨ªcula basada en los viajes de juventud por toda Latinoam¨¦rica de Ernesto Guevara.
Salles (que en 1998 estren¨® Estaci¨®n Central) podr¨ªa optar a los Oscar con este filme, incluida la categor¨ªa de mejor actor para Gael Garc¨ªa Bernal por su interpretaci¨®n del Che, pero no en la de pel¨ªcula en lengua extranjera, donde el esp¨ªritu panamericano de la cinta le ha dejado hu¨¦rfano de premio.
"Diarios de motocicleta' es un filme pol¨ªtico, pero est¨¢ lejos de ser un panfleto"
"Hacer cine es un privilegio; las pel¨ªculas marcan tu identidad, qui¨¦n eres, ad¨®nde vas"
"Hay tanto idealismo en este proyecto que nos hemos saltado todas las fronteras", dice Walter Salles. "Adem¨¢s, tuvimos el privilegio de contar con Robert Redford como productor, lo que nos dio toda la libertad del mundo. Un esfuerzo latinoamericano en el que participaron argentinos, chilenos, peruanos, mexicanos o brasile?os unidos por la pasi¨®n com¨²n de hacer el filme que quer¨ªamos hacer, una pel¨ªcula sin pa¨ªs porque su historia habla de cruzar fronteras. Pero eso supera los requerimientos de la Academia estadounidense, donde no tenemos cabida en la categor¨ªa de mejor pel¨ªcula en lengua extranjera a pesar de estar rodada en espa?ol porque no hemos filmado bajo ninguna bandera".
Pregunta. ?Dud¨® a la hora de elegir el idioma de la pel¨ªcula?
Respuesta. No. ?Puedes imagin¨¢rtela en ingl¨¦s? Redford fue quien hizo posible esta adaptaci¨®n, el que se dio cuenta de la importancia de este viaje y nos dio luz verde para hacer un proyecto as¨ª, en espa?ol y con actores latinoamericanos. Porque ah¨ª est¨¢ la clave cuando hablamos del resurgir del cine latinoamericano. No se trata tan s¨®lo de la calidad de sus directores, sino de una cantera da actores como Gael y Rodrigo [de la Serna], gente capaz de acometer cualquier tarea.
P. ?Y no las estrellas de Hollywood?
R. El cine estadounidense fue una fuente de inspiraci¨®n para mi generaci¨®n. Pero hablo de la d¨¦cada de los setenta. Los Coppola o los Scorsese. Curioso que fueran estos italoamericanos los que trajeran una mirada europea a Estados Unidos. Polanski fue tambi¨¦n fuente de inspiraci¨®n, pero eso es algo que no se puede ver ahora. El cine estadounidense actual est¨¢ moribundo. Antes ibas a ver cine independiente en este pa¨ªs y hablabas de Fellini, Antonioni, Truffaut. Ahora te intentan vender Chocolat como lo m¨¢s independiente. Algo ha cambiado y, tristemente, ha sido para peor.
P. A juzgar por estrenos como Diarios de motocicleta, ?se podr¨ªa decir que el futuro de Hollywood est¨¢ ahora en manos de los cineastas latinoamericanos?
R. Creo que el futuro est¨¢ en los directores que creen en sus historias. Es la ¨²nica forma de sobrevivir dentro del sistema de estudios. Para m¨ª hacer cine es un privilegio y las pel¨ªculas son las que marcan tu identidad, qui¨¦n eres o ad¨®nde te diriges. Eso es lo que realmente me interesa del cine. Por eso me siento m¨¢s c¨®modo en el campo de las producciones independientes. Es lo mismo que le pasa a Alfonso Cuar¨®n, que ha regresado a su propio pa¨ªs para su pr¨®xima pel¨ªcula despu¨¦s de triunfar en el terreno comercial, y espero que le pase a Alejandro [Gonz¨¢lez I?¨¢rritu] cuando vuelva a M¨¦xico. Necesitamos volver a nuestros or¨ªgenes para encontrar nuestras historias.
P. Aun as¨ª, ?c¨®mo explicar¨ªa esta confluencia, y hasta cierto punto esplendorosa, de directores latinoamericanos en el cine actual?
R. Somos fruto del proceso de democratizaci¨®n de nuestros pa¨ªses, donde hemos salido de d¨¦cadas en las que no pod¨ªamos expresarnos con libertad. Adem¨¢s, venimos de sociedades que a¨²n no acaban de encontrar su identidad, y eso nos permite capturar historias en movimiento que se van desarrollando delante de nuestros ojos, expresiones ricas de talento y libertad. Porque cuando uno viene de Latinoam¨¦rica, o est¨¢s cerrado al mundo que te rodea o crees en la justicia social y el progreso.
P. El estreno de Diarios de motocicleta coincide en Estados Unidos con un delicado momento pol¨ªtico ante la proximidad de las elecciones presidenciales. ?Cree que su ¨¦xito puede influir en cierto electorado?
R. Es un punto dif¨ªcil de contestar porque si bien Diarios de motocicleta es una pel¨ªcula pol¨ªtica, he intentado que no sea demag¨®gica y est¨¢ lejos de ser un panfleto. Los estadounidenses est¨¢n en medio de una guerra propagand¨ªstica y lo ¨²ltimo que quer¨ªa era moverme en ese territorio. Por eso prefiero describir Diarios de motocicleta como un filme sobre el idealismo, sobre la necesidad de cambio o la de tomar decisiones y asumirlas. En ¨²ltima instancia, hacerte ver en qu¨¦ lado del r¨ªo has decidido pasar el resto de tu vida. Me alegra saber que la pel¨ªcula est¨¢ generando mucho debate, en especial entre la audiencia m¨¢s joven.
P. ?Se ha parado a pensar c¨®mo recibir¨ªa el Che la devoci¨®n por su imagen?
R. Creo que la mejor respuesta la dio su amigo de juventud Alberto Granados cuando le preguntaron esto mismo en el Festival de Cannes. Tras pens¨¢rselo dos veces dijo que, conociendo a su amigo, le indignar¨ªa que un pa¨ªs invadiera a otro, le enfurecer¨ªa la pobreza, las drogas y la comercializaci¨®n de armas. Pero no estaba tan seguro de que se fuera a indignar al ver su rostro en una camiseta de Britney Spears.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.