Periodistas en la patera

Dos periodistas franceses, Gregoire Deniau y Olivier Jobard, llegaron el mi¨¦rcoles a las costas de Fuerteventura en una patera de poco m¨¢s de seis metros en compa?¨ªa de 23 inmigrantes magreb¨ªes y subsaharianos. Su viaje, de 18 horas de duraci¨®n, hab¨ªa comenzado al sur de El Aai¨²n y termin¨® a las nueve de la noche del mi¨¦rcoles a nueve millas de la costa sur de Fuerteventura, cuando fueron abordados por una patrullera de la Guardia Civil que les desembarc¨® en el puerto de Gran Tarajal.

"Se hab¨ªan hecho reportajes de los emigrantes en el desierto, pero faltaba por contar la experiencia del viaje en la patera", asegura Deniau, corresponsal de guerra de la cadena de televisi¨®n p¨²blica France 2. El reportaje comenzaron a prepararlo hace cinco meses en un pa¨ªs centroafricano que prefieren no revelar para no perjudicar a sus compa?eros de traves¨ªa. Olivier Jobard, fot¨®grafo de Sipa Press, quer¨ªa realizar el diario gr¨¢fico completo de un inmigrante subsahariano y para ello ha cruzado las fronteras de cuatro pa¨ªses y malvivido horas y horas en el desierto, con latas de sardinas, pan y un litro y medio de agua al d¨ªa para 18 personas. Deniau se incorpor¨® al grupo hace un mes en el sur de Marruecos, procedente de la guerra de Irak, cuando la traves¨ªa estaba ya planificada. Para ¨¦l este viaje ha sido mucho m¨¢s duro que su experiencia como corresponsal de guerra.

"El tim¨®n lo lleva el m¨¢s avezado en el mar, normalmente un pescador", relata uno de los reporteros

Hace una semana hicieron el primer intento de cruzar hacia las costas canarias. Eran 36 personas dentro de la peque?a patera, pero nada m¨¢s salir, a 600 metros de la orilla, las olas hicieron volcar la embarcaci¨®n y dos subsaharianos se ahogaron. Ante esta tr¨¢gica eventualidad, 10 de los inmigrantes consideraron que era un mal augurio y abandonaron. Los dem¨¢s siguieron adelante, y anteayer volvieron a probar suerte. "Nos dec¨ªan que el infierno en Europa es mejor que el cielo en ?frica, y el honor hace que para el que inicia el viaje ya no haya retorno, porque sus familias les han dejado todo el dinero que ten¨ªan", afirma Gregoire Deniau.

A estos dos periodistas franceses el viaje les ha salido por dos mil euros, el doble que a los inmigrantes. Todos juntos prepararon en el desierto la patera con la que m¨¢s tarde han conseguido llegar a las costas de Fuerteventura. "Nos pidieron m¨¢s dinero para la pintura, para reparar la embarcaci¨®n, y se lo dimos. La patera la trajeron una noche en un todoterreno desde el interior y, escondidos en el desierto, la terminamos de pintar y calafatear". "Durante todo el trayecto", afirman, "nadie dej¨® de achicar agua ni un solo momento; a veces nos llegaba a las rodillas, y aunque todos colabor¨¢bamos en todas las tareas, apenas se rompi¨® el silencio".

Despu¨¦s de su experiencia, tanto Deniau como Jobard aseguran que es falsa la idea de la existencia de grandes mafias dedicadas a la exportaci¨®n ilegal de emigrantes, "m¨¢s bien son grupos familiares que viven en los alrededores de El Aai¨²n". Descartan tambi¨¦n el concepto de patr¨®n de la embarcaci¨®n como miembro de la organizaci¨®n, y afirman que "el tim¨®n lo lleva el m¨¢s avezado en la mar, normalmente un pescador, que tambi¨¦n tiene intenci¨®n de emigrar a Europa". Esto declararon los dos periodistas ante la Guardia Civil, una vez rescatados. Ambos fueron puestos en libertad, ya que al tener pasaporte franc¨¦s su entrada en Espa?a no supone una ilegalidad; sin embargo, la Guardia Civil requis¨® su material fotogr¨¢fico, que se encuentra en los juzgados de la capital de la isla majorera, Puerto del Rosario. Hoy comparecer¨¢n ante el juez para prestar declaraci¨®n tras las diligencias abiertas a ra¨ªz de la interceptaci¨®n de la patera.