Kafka en casa

Estimados conciudadanos, no hace falta que relean a Kafka: pers¨®nense en el Ayuntamiento de Valencia y ad¨¦ntrense sin m¨¢s en el desconcertante mundo del sinsentido. Imaginen por un momento que en los bajos de su edificio se inicia una actividad de las llamada "Calificadas", por ser potencialmente molesta, insalubre o peligrosa. Imaginen tambi¨¦n que esa potencialidad se vuelve realidad, y que deben convivir en su propio hogar con ruidos constantes, olores desagradables y los malos modos de sus propietarios (las desgracias nunca vienen solas, amigos...).

Por ¨²ltimo, den¨²ncielo reiteradamente al Ayuntamiento para un buen d¨ªa descubrir, oh surprise, que dicho establecimiento est¨¢ desarrollando desde hace meses sus actividades sin tener todav¨ªa licencia para ello, y que las denuncias se van acumulando en el mismo expediente de tramitaci¨®n de la misma.

Lo mejor de todo es que nadie en el consistorio ignora que una Actividad Calificada nunca, pero nunca, puede iniciar su andadura sin tener previamente concedida la licencia. Preguntado al respecto, nuestro consistorio ofrece explicaciones que s¨®lo t¨ªmidamente tildar¨ªa de peregrinas, como que se trata de una pr¨¢ctica asumida y habitual dada la gran acumulaci¨®n de expedientes (!). As¨ª pues, no se molesten en seguir los cauces administrativos: son callejones sin salida que permiten a unos molestar e infringir la ley, y a los otros denunciar sobre papel mojado de antemano. Ah, por cierto, si dejo de pagar el IBI este a?o, ?me podr¨¦ acoger a esta pol¨ªtica de manga ancha?