Instrucci¨®n p¨²blica
El regeneracionista activo Zapatero no pierde fecha; se re¨²ne con los rectores y promete dar un impulso a la educaci¨®n. Por no dejar de rezongar, para no perder el aliento ni la mala fama, recuerdo que la inimitable Rep¨²blica conserv¨® el nombre de Instrucci¨®n P¨²blica para el ministerio del ramo, y Franco lo cambi¨® por Educaci¨®n Nacional: no es lo mismo "ense?ar a todos", que "educar a la naci¨®n". Educar es "dirigir, encaminar, doctrinar" (Academia). Contiene la temible s¨ªlaba "duc", de donde Duce, que fue Mussolini, o Conducator, de los fascistas rumanos, y toda una retah¨ªla de palabras que indican que uno dirige o "conduce", y otros obedecen o son "d¨®ciles". Creo que Zapatero ve claramente un problema de este pa¨ªs, que es la ignorancia, la incultura.
Tambi¨¦n rezongo lo que puedo cuando se habla de televisi¨®n basura: si el franquismo la quer¨ªa usar, como la radio y la prensa, para conducir al pueblo, ahora es el pueblo quien la hace, quien elige sus programas; y si elige lo que parece malo a los ilustrados (que, sin embargo, no resisten el morbo de verlo), ser¨¢ porque no entiende otras cosas. Y si no entiende, ser¨¢ porque se las cuentan mal o ha sido mal educado, mal conducido. Se supone que la Universidad es el escal¨®n final de esta instrucci¨®n. Y los catedr¨¢ticos se quejan siempre de que los estudiantes les llegan mal preparados, y as¨ª nos remontamos hasta la primaria y, desde luego, a los padres. Que a su vez fueron nacionalmente educados en la mala ¨¦poca. Mal asunto todo ¨¦ste, sobre todo cuando se rebota en los propios alumnos, ahora v¨ªctimas y culpables de su mal rendimiento: d¨ªscolos.
La inercia de la educaci¨®n anterior ha ido reduciendo el humanismo en las clases en el sentido amplio, el de aguzar la facultad de pensar, expresarse, conocer la l¨ªnea intelectual de la que procedemos y una ideaci¨®n de que no est¨¢ escrito ad¨®nde vamos; Aznar ha incidido en lo nacionalcat¨®lico, aguzado por el franquismo; no pensar en lo que pueda molestar a las viejas supersticiones (religi¨®n, patria, poder). Ahora estar¨ªamos en el trance de restablecerlo. (No es una utop¨ªa: en Europa a¨²n se conserva la facultad de pensar, la necesidad del conocimiento, la libertad de la duda y del debate).
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