Anatom¨ªa del fascismo

En los ¨²ltimos treinta a?os, la obra de Emilio Gentile ha contribuido a una renovaci¨®n decisiva en el conocimiento del fascismo italiano. Disc¨ªpulo de Renzo de Felice, Gentile defini¨® una v¨ªa propia de an¨¢lisis a partir del supuesto de que la ideolog¨ªa era una dimensi¨®n del fen¨®meno fascista que no pod¨ªa ser ignorada.

A una primera investigaci¨®n de conjunto sobre el tema, Los or¨ªgenes de la ideolog¨ªa fascista, 1918-1925, de 1975, han seguido hasta la fecha sucesivos desarrollos, en los cuales, por una parte se ahonda en el conocimiento de los antecedentes o del contexto del fascismo italiano, y por otra se aplica un microscopio, sometido tambi¨¦n a permanente renovaci¨®n metodol¨®gica, a los aspectos fundamentales del proceso de construcci¨®n del r¨¦gimen.

Sirvan de ejemplo El mito del Estado nuevo (1982), libro en el que revisa la compleja gestaci¨®n de un nacionalismo antiliberal cuyas corrientes acaban fundi¨¦ndose en el ideario fascista, y El culto del lictor. La sacralizaci¨®n de la pol¨ªtica en la Italia fascista (1993), excelente trabajo acerca de la constituci¨®n del fascismo como religi¨®n pol¨ªtica, a partir del estudio de sus rituales y de su simbolog¨ªa.

Llega a partir de este momento tambi¨¦n la hora de integrar las visiones precedentes, insistiendo en la pertinencia de aplicar al fascismo italiano el concepto de "totalitarismo", no como tipo perfectamente acabado, sino como proceso de transformaci¨®n radical de las instituciones democr¨¢ticas, como "experimento totalitario", que tiende a un sistema pol¨ªtico basado en la fusi¨®n de Estado y partido, en r¨¦gimen de monopolio de poder, que movilizando en su integridad los resortes del mismo busca un nuevo tipo de vinculaci¨®n, a modo de una religi¨®n pol¨ªtica, y en el l¨ªmite persigue la creaci¨®n de un nuevo tipo de ser humano.

En esta l¨ªnea se sit¨²an La v¨ªa italiana al totalitarismo (1995, reci¨¦n publicado en franc¨¦s por Rocher, con un ep¨ªlogo pol¨¦mico) y Fascismo. Historia e interpretaci¨®n (2002), cuya versi¨®n espa?ola, algo rugosa -?por qu¨¦ dejar sin traducir Gran Consiglio o gerarchi?-, ofrece ahora Alianza. Acaba de aparecer tambi¨¦n en las librer¨ªas, publicado por Biblioteca Nueva, el libro colectivo Fascismo y franquismo. Cara a cara, del cual Gentile es coeditor y en el que incluye dos breves ensayos.

En Fascismo, Emilio Gentile

trata de individualizar y de explicar los componentes fundamentales del fen¨®meno fascista: el partido, su relaci¨®n con el Estado, la forja y evoluci¨®n del liderazgo carism¨¢tico personalizado en Mussolini, su car¨¢cter de religi¨®n pol¨ªtica. El cap¨ªtulo sobre el Duce nos presenta la trayectoria siguiendo la cual la direcci¨®n pol¨ªtica de un movimiento escasamente estructurado cobra la forma con la que ha pasado a la historia, y tambi¨¦n el desgaste que la misma sufre desde mediados de los a?os treinta, cuando la construcci¨®n pol¨ªtica del mito, elaborada conscientemente por el propio Mussolini, acab¨® apoder¨¢ndose de ¨¦l.

El fascismo es, a juicio de

Emilio Gentile, diferente del nacionalsocialismo, y por supuesto del comunismo, pero esa especificidad no niega su condici¨®n de experimento totalitario. Y de movimiento revolucionario, por cuanto pretende una mutaci¨®n radical del poder, e incluso un cambio antropol¨®gico. Frente a Togliatti, el fascismo es para Gentile un fen¨®meno revolucionario de masas; reaccionario de nuevo tipo, a?adir¨ªamos, en la medida que recupera formas de irracionalidad premodernas y las desarrolla sirvi¨¦ndose de una tecnolog¨ªa actual.

La formalizaci¨®n del an¨¢lisis supone ¨²nicamente renuncia a introducir valoraciones y elementos ideol¨®gicos. No significa asepsia. Gentile subraya en su cap¨ªtulo final que no es lo mismo estudiar hoy el feudalismo que el fascismo, ya que implica la exigencia de explicar fen¨®menos que siguen hoy gravitando sobre la vida de las democracias. Por eso se trata de producir "un conocimiento racional del pasado humano, incluso en sus manifestaciones m¨¢s irracionales".