Viaje al pueblo m¨¢s pobre de EE UU

Existe un lugar en Estados Unidos donde la cojera se convierte en un s¨ªmbolo de pobreza. Cuando los habitantes de Cameron Park (Tejas) se rompen una pierna o un brazo acuden a urgencias para recibir los primeros auxilios. Despu¨¦s, para la escayola, deber¨¢n desembolsar unos 700 d¨®lares (poco m¨¢s de 600 euros), porque ya no se considera una emergencia. Es una cantidad imposible para la mayor¨ªa de ellos, que a pesar de trabajar en varios empleos, carecen de un seguro m¨¦dico.

Caminando bajo las telara?as de cables el¨¦ctricos que comparten varias familias para tener electricidad, Mary Luz Rosas, de 55 a?os, expresa un deseo: "Necesitamos un cambio. Si Bush hubiera estado al lado de los m¨¢s necesitados, no habr¨ªa recortado el sistema de salud, ni de educaci¨®n".

Desde que hace seis meses su hijo Jes¨²s se quebr¨® una pierna, ¨¦ste y su familia han regresado a la casa materna. "No tiene dinero para ir al m¨¦dico ni puede trabajar para conseguirlo".

Cameron Park -el lugar m¨¢s pobre de Estados Unidos seg¨²n los datos del censo- ha quedado fuera del mapa de los candidatos presidenciales. Ni tan siquiera un cartel de propaganda como hay en otros pueblos de Tejas, en un Estado supuestamente ganado por su hijo predilecto, el presidente George W. Bush. "Nos sentimos olvidados, como si no cont¨¢semos", dice la vecina Mar¨ªa Cupertina.

Esa sensaci¨®n de olvido se extiende a los casi 36 millones de pobres que oficialmente viven en Estados Unidos, seg¨²n datos de la agencia federal de estad¨ªstica. La pobreza es el asunto tab¨² de estas elecciones, pese a que el a?o pasado la cifra de pobres se increment¨® en 1,3 millones de personas. En Estados Unidos se considera pobre a una familia de cuatro miembros cuyos ingresos anuales no superen los 18.810 d¨®lares.

Para Lou Dubose, experto tejano en pol¨ªtica estadounidense y autor de varios ¨¦xitos de ventas sobre Bush, ninguno de los candidatos se dirige a los pobres. "Bush intenta mantener el enfoque en el terrorismo, y Kerry trata de avanzar una discusi¨®n en asuntos dom¨¦sticos, como el sistema de seguro social en la jubilaci¨®n o los seguros m¨¦dicos, temas que interesan a la clase media, pero no hay nada para los que no pueden pagar un seguro m¨¦dico, ni para los que viven en la miseria".

Esta poblaci¨®n permanece invisible porque los pobres, en general, no votan. Y si se organizan y votan, lo hacen por el partido dem¨®crata, seg¨²n Dubose. Cameron Park es el s¨ªmbolo de la pobreza en EE UU y de sus consecuencias. Aqu¨ª, en pocos kil¨®metros, todo se concentra: adolescentes embarazadas; adicci¨®n al alcohol y a la coca¨ªna; casas en las que en cada habitaci¨®n vive una familia, y ba?os improvisados, incrustados en la tierra, a la salida de las viviendas.

En esta localidad de 4.895 vecinos, seg¨²n el ¨²ltimo censo del a?o 2000, un residente gana unos 4.103 d¨®lares al a?o, una cifra cinco veces inferior del salario anual de un estadounidense medio: 21.587 d¨®lares. La de un tejano es de 19.617. El 99% de los residentes de Cameron Park son mexicoestadounidenses (descendientes de los pobladores de Tejas cuando hace menos de 200 a?os era territorio mexicano) o mexicanos en busca del para¨ªso estadounidense.

Mar¨ªa Dorotea Garc¨ªa, de 65 a?os, lava ropa a la entrada de su casa. "Tengo lavadora, pero no dinero para pagar la luz", afirma. Dos cubos se han convertido en sus grandes aliados a la hora de hacer la colada. Hace unos a?os, la situaci¨®n econ¨®mica era mejor para Garc¨ªa: todav¨ªa era contratada para recoger vegetales y frutas en diferentes Estados del pa¨ªs. Ahora deja su hogar por temporadas para trabajar limpiando hoteles. "Yo pido al que sea presidente que nos d¨¦ trabajo a la gente mayor. Aqu¨ª uno, si no tiene dinero, debe trabajar hasta morir", dice Garc¨ªa, quien, como 45 millones de estadounidenses, carece de seguro m¨¦dico.

Con ella viven tres de sus siete hijos y ocho nietos. "Todav¨ªa no s¨¦ si voy a votar. Todos dicen mentiras y nada cambia para nosotros", afirma su hija Kelly Conor, de 26 a?os.

Los que est¨¢n convencidos de ejercer su derecho al voto son Guadalupe Gaet¨¢n, de 79 a?os, y su esposa, Mar¨ªa, de 78. Viven sin agua, porque su casa est¨¢ sin terminar y las autoridades no acceden a instal¨¢rsela hasta que la finalicen. En Cameron Park las habitaciones se van haciendo al ritmo que llega el dinero. Pero a ellos, la vejez les lleg¨® al jubilarse de sus trabajos: ¨¦l, como trabajador en la construcci¨®n; ella, pelando y limpiando gambas. Entre los dos, reciben unos 600 d¨®lares al mes. Pero con este dinero hay d¨ªas que tienen que elegir entre comprar las medicinas que necesitan para combatir la diabetes o comer.

"Yo voy a dar mi voto a Bush. No es que yo sea republicano, pero me parece el m¨¢s humano, el que se preocupa m¨¢s por los ni?os", dice Guadalupe.

?sta es la visi¨®n que tienen muchos de ellos. La mayor¨ªa son cat¨®licos, y los medios de informaci¨®n de la zona se han encargado de destacar un tema electoral: Kerry est¨¢ a favor del aborto y Bush, en contra, como tambi¨¦n lo est¨¢ de la utilizaci¨®n de c¨¦lulas madre para la investigaci¨®n de enfermedades por ahora incurables. Adem¨¢s, el obispo de Brownsville, ciudad colindante con Cameron Park, pide el voto para el candidato que est¨¦ en contra del aborto.

"Es incre¨ªble la manipulaci¨®n de la informaci¨®n. Se hablan de unos temas y se obvian otros, que hacen m¨¢s da?o a la gente m¨¢s humilde", dice Delma S¨¢nchez, la ¨²nica trabajadora social de Cameron Park. Dirige Casa Digna, un proyecto cat¨®lico. "Siempre la gente m¨¢s necesitada ha elegido a los dem¨®cratas, pero ahora se aprovechan de su ignorancia para hacerles ver que votar dem¨®crata es un pecado", agrega.

Ahora, en Cameron Park, hay m¨¢s de 1.600 personas registradas para las pr¨®ximas elecciones, gracias a unos animadores del voto, que recorren los hogares para educar en la importancia del voto.