El Gobierno de EE UU publica 3.200 transcripciones de conversaciones entre periodistas y Herny Kissinger
El Departamento de Estado de EEUU ha hecho p¨²blicas las transcripciones de 3.200 conversaciones mantenidas a mediados de los setenta por el entonces secretario de Estado Henry Kissinger con periodistas. Los textos, publicados en Internet, muestran la camarader¨ªa y admiraci¨®n que varios informadores profesaron al pol¨¦mico diplom¨¢tico que ha sido acusado, entre otros asuntos, de haber contribuido a la violaci¨®n de los derechos humanos y varios cr¨ªmenes de guerra con su respaldo a los golpes militares del general Pinochet en Chile y de la junta militar en Argentina o la invasi¨®n de Timor Este por parte de Indonesia.
Durante sus a?os en la pol¨ªtica activa, Kissinger mantuvo buenas relaciones con la prensa debido, sobre todo, a que incluso en los momentos m¨¢s duros de la m¨¢s penosa de las crisis diplom¨¢ticas que le toc¨® gestionar, siempre tuvo tiempo para responder a las llamadas de la prensa. Se gan¨® as¨ª el cari?o y agradecimiento de los informadores que qued¨® plasmado en las muchas portadas y primeras p¨¢ginas que protagoniz¨® as¨ª como en su aureola de experto en relaciones internacionales que le vali¨® el apodo de SuperK. Era un cari?o y admiraci¨®n sincero que muchos le expresaron abiertamente en conversaciones telef¨®nicas que nunca pensaron pudiesen hacerse p¨²blicas entre otras cosas, porque no sab¨ªan que Kissinger ten¨ªa una secretaria que se encargaba de escuchar y tomar nota de cada una de sus palabras.
"La ¨²nica raz¨®n de esta llamada era decirle que, a pesar de las apariencias que apuntan lo contrario, usted todav¨ªa tiene amigos en esta ciudad", le dijo Marvin Kalb, entonces corresponsal de la cadena CBS al manifestar a Kissinger su solidaridad cuando, en 1975, el presidente Gerald Ford, acababa de privar al diplom¨¢tico del t¨ªtulo de asesor para la seguridad nacional que simultaneaba con el cargo de Secretario de Estado. "No sabe cu¨¢nto aprecio su gesto", contest¨® Kissinger.
Un a?o despu¨¦s, cuando Kissinger estaba a punto de perder el poder que a¨²n le quedaba, Ted Koppel, entonces corresponsal diplom¨¢tico de ABC News le dijo: "Han sido para m¨ª tres a?os extraordinarios, en los que he disfrutado inmensamente. Usted es un hombre fascinante y si hubiese tenido un profesor como usted antes, quiz¨¢s no me hubiese hecho tan c¨ªnico". Y a?adi¨®: "Tuvimos suerte de tenerle".
"Ha sido un buen amigo", le contest¨® Kissinger.
"?Es que tengo que sorprenderme por la noticia de que la gente le hiciese la pelota a un poderoso miembro del Gobierno del que depend¨ªan para obtener informaci¨®n?", pregunta ahora Koppel, de 64 a?os, actual responsable del prestigioso informativo de ABC Nightline, al comentar las transcripciones. "Francamente, no", a?ade.
Tanto Koppel como Kalb creen que los informadores no deber¨ªan ser juzgados por sus llamadas de tel¨¦fono sino por el resultado final de su cobertura informativa.
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