La ca¨ªda
Apasionado y elocuente, cerr¨® Fidel el encuentro con la memoria del Che, ante una multitud de cubanos. Cuando abandon¨® el atril, no vio el escal¨®n, dio un paso en falso y se precipit¨® de cabeza al suelo, en una ca¨ªda espectacular. Tampoco t¨² sabes por qu¨¦ cualquier ca¨ªda nos provoca una risa tan repentina e irracional, como pasajera. Tal vez, nos sacuda esa risa los movimientos grotescos del sujeto que la sufre, y trata de evitarla y de recuperar el equilibrio, sin que en todo el veloz proceso consideremos, en absoluto, su curr¨ªculum ni sus consecuencias. Esa risa, es como un espasmo reflejo. Pero si quien rueda por el suelo es un hombre corpulento, un dirigente revolucionario e ir¨®nico, y un presunto dictador, el espasmo reflejo, se examina en el microscopio de la mala uva, hasta adquirir entidad pol¨ªtica, y m¨¢s que pol¨ªtica, despiadada y revanchista, y relevancia simb¨®lica y hasta prof¨¦tica: el hecho fortuito y f¨ªsico suena, en su estr¨¦pito, a aviso, a premonici¨®n, a anuncio esperado y a milagro en negativo: la ca¨ªda del poder y la gloria del enemigo, del maligno para algunos o algunas. Quienes cultivan el odio y sienten los espantos, suelen autorretratarse con las miserias de la paleta de Dorian Gray. As¨ª se autorretrat¨® una ex ministra, al parecer acreditada por el Opus, y cu¨¢nta devoci¨®n la suya, cuando exclam¨®: me gustar¨ªa que se hubiese matado. Deseos de tan deleznable naturaleza no se compadecen con los mandamientos y las creencias que se le suponen a la susodicha ex ministra; como tampoco se compadece el impulso a la ense?anza y a la medicina p¨²blicas, de un dictador acosado, embargado y bloqueado por el imperio, que acosa, embarga y bloquea a todo un pueblo, sin empacho alguno. El dirigente revolucionario lo diagn¨®stico: foto en primera. Frente a la pantalla de los televisores, se re¨ªan un monarca con la pierna deportivamente escayolada; un presidente auton¨®mico y anciano que se desvanece ante los micr¨®fonos, un c¨¦sar que se atraganta con una galleta o un jefe de estado derribado por el alcohol. ?Tambi¨¦n la ex ministra les ha encendido ya una piadosa palmatoria?
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