Cuba se prepara con incertidumbre para las medidas contra el d¨®lar
Las casas de cambio esperan una avalancha a partir de ma?ana
La inminente marginaci¨®n del d¨®lar en Cuba ha provocado tanto desconcierto como nerviosismo. El martes, las casas de cambio que compran d¨®lares -a raz¨®n de uno por 26 pesos- multiplicaron por 66 la recaudaci¨®n, y la apertura de cuentas bancarias en la divisa de EE UU se multiplic¨® por diez. Ma?ana, primer d¨ªa en que se podr¨¢n canjear d¨®lares por el llamado peso convertible, que s¨®lo tiene valor en la isla, se espera una avalancha.
A partir del 8 de noviembre la moneda de EE UU sufrir¨¢ una "penalizaci¨®n" del 10%. M¨¢s de 1.600 puntos de canje se abrir¨¢n en la isla, 403 de ellos en La Habana. La inquietud es considerable, aunque en realidad muchos cubanos desconocen el alcance de la medida anunciada el lunes por Fidel Castro y tratan de averiguar todav¨ªa como afectar¨¢ su vida cotidiana.
En opini¨®n de economistas locales y extranjeros, el cambio de moneda no perjudicar¨¢ a la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n, que s¨®lo dispone de peque?as cantidades de d¨®lares para comprar en las tiendas de divisas y le ser¨¢ indiferente manejarse en una u otra moneda. Pero la primera reacci¨®n de buena parte de la poblaci¨®n ha sido de cierto temor y desconfianza, pese a los mensajes tranquilizadores de las autoridades.
El martes, el ministro-presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Sober¨®n, compareci¨® de nuevo ante las c¨¢maras de televisi¨®n para despejar dudas y calmar los ¨¢nimos. Afirm¨® que la suspensi¨®n de la circulaci¨®n del d¨®lar en efectivo en todos los establecimientos y comercios del pa¨ªs a partir del 8 de noviembre, y su sustituci¨®n por el peso convertible, era una "medida impostergable" dadas las crecientes presiones de EE UU para que Cuba no pueda depositar sus d¨®lares en bancos extranjeros.
Desde ma?ana y hasta el pr¨®ximo 8 de noviembre, los cubanos y extranjeros residentes en la isla podr¨¢n cambiar d¨®lares en efectivo por pesos convertibles, a un cambio paritario y sin gravamen alguno, y a partir de ese d¨ªa a una tasa de 1,10 d¨®lares por peso convertible. Sober¨®n insisti¨® en que la divisa norteamericana es la ¨²nica "penalizada", y aclar¨® que con el euro y las dem¨¢s monedas libremente convertibles de uso en la isla se podr¨¢ adquirir la nueva moneda sin comisi¨®n alguna.
El funcionario consider¨® que con esta medida Cuba ha dado "un golpe contundente" a Estados Unidos y el pa¨ªs ha recuperado su "soberan¨ªa monetaria". "Les hemos dado en un lugar que les duele, les hemos retirado su moneda de la circulaci¨®n del territorio nacional", afirm¨® Sober¨®n, en respuesta a las declaraciones de un portavoz del Departamento de Estado norteamericano que consider¨® la decisi¨®n cubana de desdolarizar la econom¨ªa como una muestra de que la pol¨ªtica de presiones de la Administraci¨®n del presidente George W. Bush est¨¢ "funcionando".
El ministro cubano, que el martes se reuni¨® con representantes de bancos e instituciones financieras extranjeras presentes en la isla, se emple¨® a fondo en transmitir tranquilidad. Reiter¨® que todos los compromisos internacionales contra¨ªdos est¨¢n garantizados, que todas las cuentas en d¨®lares ser¨¢n respetadas y que con ellas se podr¨¢ seguir operando como hasta ahora, pues el ¨²nico problema es con los d¨®lares en efectivo. Tambi¨¦n afirm¨® que el cambio de moneda no afectara al turismo, ya que ahora los viajeros de Europa y Canad¨¢, de donde procede el 75% de los turistas que vistan la isla, no tendr¨¢n que traer d¨®lares sino sus propias monedas -euros, libras esterlinas, francos suizos o d¨®lares canadienses- y no pagar¨¢n comisi¨®n alguna.
El mensaje para los cubanos era claro: en los pr¨®ximos d¨ªas pueden cambiar los d¨®lares que poseen sin penalizaci¨®n o abrir cuentas en divisas de la que podr¨¢n extraer cuando deseen pesos convertibles -bautizados ya por la poblaci¨®n como chavitos o d¨®lares, indistintamente- sin ning¨²n tipo de comisi¨®n. Pero convencer a la gente, al menos en este primer momento, de que conf¨ªe en el sistema bancario es harina de otro costal. Sobre todo para aquellos que han acumulado un dinero considerable aprovechando los peque?os resquicios legales abiertos de la iniciativa privada.
El cambio de moneda era una medida esperada hace tiempo por los economistas cubanos y extranjeros. Para la mayor¨ªa de los consultados, es una medida positiva, que hace que Cuba recupere la capacidad de emisi¨®n de la moneda, lo que permitir¨¢ una formulaci¨®n de precios m¨¢s estable y un control del dinero que circula en el pa¨ªs, ahora muy dif¨ªcil. Los cubanos m¨¢s humildes, equivocados o no, lo ¨²nico que perciben es que la vida se les complica todav¨ªa m¨¢s.

D¨®lares o 'chavitos'
"?Caballeros! La verdad es que Fidel tiene rosca izquierda: cuando uno cree que est¨¢ aflojando, est¨¢ apretando". El comentario de la se?ora, en un taxi de alquiler compartido, provoc¨® una carcajada general, pero su contenido no era superfluo: a estas alturas, muchos cubanos todav¨ªa no se han enterado de si el cambio de moneda les favorece o no, aunque ante la duda tienden a pensar lo segundo. Economistas cubanos y representantes de bancos extranjeros consultados por este diario aseguran que no es as¨ª. Para la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n, recibir d¨®lares o chavitos es igual, pues la cantidad de moneda dura a la que pueden acceder para adquirir productos de primera necesidad es muy peque?a. Otra cosa es para el que ha ahorrado una cierta cantidad de d¨®lares. ?Estar¨¢ dispuesto a confiar en la nueva moneda y a sacar el dinero de debajo del colch¨®n y a depositarlo en un banco?
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