'??tame!'
??tame! es la octava pel¨ªcula que realiz¨® Pedro Almod¨®var. Fechada en 1990, el guionista y director demostraba una vez m¨¢s su predilecci¨®n por las transgresiones, comerciales, art¨ªsticas, tem¨¢ticas... Su filme anterior, Mujeres al borde un ataque de nervios, se hab¨ªa convertido en un gran ¨¦xito popular y de cr¨ªtica, se hab¨ªa exhibido en numerosos pa¨ªses y hasta Jane Fonda hab¨ªa comprado los derechos para una posible versi¨®n cinematogr¨¢fica estadounidense. El dif¨ªcil mercado le indicaba el camino a seguir pero Almod¨®var prefiri¨® realizar un filme distinto, un nuevo y arriesgado reto en el que en su habitual mezcla de g¨¦neros -su particular transgresi¨®n estil¨ªstica- predominaba m¨¢s el melodrama que la comedia, una pel¨ªcula en la que el amor es la fuente de energ¨ªa y est¨ªmulo necesario para superar los obst¨¢culos, miserias y mezquindades que surgen en el camino que nos conduce hacia ¨¦l. Una historia de amor fou, una pasi¨®n radical y l¨ªmite que, sin embargo, se basaba con frecuencia en el sentido com¨²n.
"Tengo 23 a?os y 50.000 pesetas. Estoy solo en la vida y espero ser un buen marido para ti y un buen padre para tus hijos", le dice un Antonio Banderas, al poco de salir de su en¨¦simo reformatorio o psiqui¨¢trico, a una Victoria Abril, actriz de pel¨ªculas porno y drogadicta. ?Hay alguna declaraci¨®n de amor m¨¢s rotunda y sensata? Es verdad que tambi¨¦n se puede escribir La divina comedia pero en el cine la s¨ªntesis en los di¨¢logos es una inestimable virtud y Almod¨®var, 10 a?os despu¨¦s de iniciar su carrera como director de largometrajes con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del mont¨®n, ya dominaba espl¨¦ndidamente el oficio.
En ??tame!, como ya hab¨ªa ocurrido en La ley del deseo y volver¨ªa a ocurrir despu¨¦s en La mala educaci¨®n, el cine o los cineastas forman parte de la trama. No es nuevo ni original pero es toda una definici¨®n de la vida y el arte. Almod¨®var, como Truffaut, Bogdanovich, Billy Wilder, Woody Allen y tantos otros, ha incorporado su oficio a su vida. No aceptan la distinci¨®n entre la realidad y la imaginaci¨®n pues saben que la una sin la otra es la rutina, y la otra sin la una, el delirio. El comportamiento de Ricky (Antonio Banderas) en la vida real, es decir, en la imaginada por sus guionistas, no es m¨¢s disparatado que el de Marina Osorio (Victoria Abril), actriz de profesi¨®n, y por tanto profesional de la interpretaci¨®n, de la simulaci¨®n, de la m¨¢scara en definitiva. Y entre tanta confusi¨®n, entre tanto caos de realidades imaginadas e imaginaciones realistas, la pasi¨®n loca de Ricky por Marina se convierte en el armaz¨®n de la historia, en lo que hilvana el transcurrir del tiempo, del espacio y de las situaciones. Algo tan extraordinario e irracional como el amor aporta la necesaria l¨®gica y verosimilitud a la narraci¨®n.
Y si la ficci¨®n cinematogr¨¢fica del filme puede parecer un c¨²mulo de excentricidades y excesos, con unos personajes tan pintorescos como un Paco Rabal director de culto y erot¨®mano, una Loles Le¨®n servicial hasta lo inimaginable, una Rossy de Palma traficante en scooter..., una selecci¨®n de los hechos ocurridos en ese mismo a?o de 1990 nos remite a un caos tan excesivo y pintoresco como el de la ficci¨®n: un a?o en el que mueren Salvador Dal¨ª y Bette Davis, entre otros; en el que la Federaci¨®n Internacional de Atletismo despoja de su t¨ªtulo y r¨¦cord mundial a Ben Johnson por doparse; en el que se les concede a Camilo Jos¨¦ Cela y al Dalai Lama los premios Nobel de Literatura y de la Paz, respectivamente, y en el que la guinda la pone la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn el 9 de noviembre de ese 1990. Excesos mortales, deportivos, literarios y pol¨ªticos.
La pel¨ªcula se convirti¨® en un ¨¦xito de taquilla, con m¨¢s de un mill¨®n de espectadores en Espa?a. En Estados Unidos sufri¨® una serie de vicisitudes que conviene recordar. La Motion Pictures Association of America (MPAA), poderoso organismo que entre otras atribuciones es el encargado de la clasificaci¨®n de las pel¨ªculas, la conden¨® a una distribuci¨®n a¨²n m¨¢s marginal de la habitual al clasificarla con una X. Con el apoyo de su distribuidora estadounidense, Miramax, y el de otros damnificados por la hipocres¨ªa puritana oficial, entablaron una batalla legal que desemboc¨® en la creaci¨®n de una nueva calificaci¨®n, la NC17, que se aplicar¨ªa desde entonces a aquellas pel¨ªculas que pese a lo sexualmente expl¨ªcito de algunas de sus secuencias no ser¨ªan consideradas pornogr¨¢ficas. Lo sorprendente del caso es que la MPAA consider¨® que ??tame! merec¨ªa el estigma de la X por la espl¨¦ndida secuencia del fugaz idilio en la ba?era entre Victoria Abril y el juguete del mu?eco-buceador.
Al recordar esta excelente pel¨ªcula con sus grandezas y miserias, con el apoyo popular y la incomprensi¨®n de los bur¨®cratas, y al situarla en su contexto hist¨®rico resurge tambi¨¦n una cualidad de su creador: ese consciente o inconsciente instinto de anticipaci¨®n tan infrecuente. Antonio Banderas debut¨® en el cine de la mano y el olfato de Almod¨®var en su segundo largometraje, Laberinto de pasiones. Tras protagonizar ??tame! inici¨® su vertiginosa carrera en el cine norteamericano. Victoria Abril, que ya hab¨ªa demostrado su val¨ªa profesional, intervino en tres pel¨ªculas m¨¢s del realizador y afianz¨® su proyecci¨®n internacional desde Par¨ªs, sin duda la segunda patria del realizador manchego.
Y si su intuici¨®n art¨ªstica queda demostrada, tambi¨¦n se demuestran sus dotes anticipatorias en lo pol¨ªtico-social al finalizar este filme con la canci¨®n del D¨²o Din¨¢mico Resistir¨¦, muy apropiada para los duros tiempos de los dos cuatrienios aznaristas que se avecinaban: "Resistir¨¦ erguido frente a todo,/ me volver¨¦ de hierro para endurecer la piel,/ y aunque los vientos soplen fuerte,/ soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie,/ resistir¨¦ para seguir viviendo,/ soportar¨¦ los golpes y jam¨¢s me rendir¨¦,/ y aunque los sue?os se me rompan en pedazos,/ resistir¨¦, resistir¨¦...".
Identidad nacional
??tame!, 1990, interpretada por Antonio Banderas, Victoria Abril, Loles Le¨®n, Paco Rabal, Julieta Serrano, Mar¨ªa Barranco, Rossy de Palma y Lola Cardona, entre otros.
Direcci¨®n: Pedro Almod¨®var. Gui¨®n: Pedro Almod¨®var y Yuyi Beringola. Producci¨®n: Agust¨ªn Almod¨®var y Enrique Posner. Fotograf¨ªa: Jos¨¦ Luis Alcaine. M¨²sica: Ennio Morricone. Montaje: Jos¨¦ Salcedo. Direcci¨®n art¨ªstica: Ferr¨¢n S¨¢nchez.
Mark Allison, en su libro Un laberinto espa?ol. Las pel¨ªculas de Pedro Almod¨®var (Editorial Ocho y medio), afirmaba: "Almod¨®var ha logrado algo que no hab¨ªa hecho ninguno de sus predecesores: donde muchas pel¨ªculas intentan reflejar la identidad nacional, los filmes de Almod¨®var, para bien o para mal, se la han apropiado".
Claude Baign¨¨res, por su parte, escrib¨ªa en Le Figaro sobre el filme: "Todo est¨¢ medido al detalle, tanto el di¨¢logo como las peripecias. Almod¨®var tiene multitud de hallazgos donde el encanto arrogante de Victoria Abril y la seducci¨®n sosegada tanto como las tiernas atenciones de Antonio Banderas hacen maravillas".
Babelia
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