Dorkbot inicia en Madrid sesiones alternativas de artistas y 'hackers'
Los encuentros, en 17 ciudades del mundo, sirven como un espacio para experimentar con el arte y la tecnolog¨ªa
Hackers que son artistas y artistas que trabajan como hackers, o simplemente gente com¨²n haciendo cosas extra?as con la electricidad, es el lema de las reuniones Dorkbot que se han iniciado en Madrid.
Cualquiera puede participar en estos encuentros en los que se trata de juntar a gentes dedicadas a cacharrear con cualquier tipo de tecnolog¨ªa, desde software a videojuegos pasando por batidoras o tostadoras, especialmente tecnolog¨ªas sencillas, y siempre que haya alg¨²n toque de subversi¨®n detr¨¢s de esas manipulaciones. "Hay mucha gente haciendo cosas raras y que no sabe que no son los ¨²nicos; nosotros pretendemos anticiparnos y reunirlos en estos encuentros", dicen Javier Candeira y Aitor M¨¦ndez, los organizadores del evento. "Es una cosa un poco punk, un poco macarra", dice M¨¦ndez. "Nos interesan los usos de la baja tecnolog¨ªa", apostilla Candeira.
La primera reuni¨®n madrile?a, que sus promotores conf¨ªan en mantener cada seis semanas, se convoc¨® en un local del barrio de Lavapi¨¦s, La Dinamo, mezcla de asociaci¨®n, cibercaf¨¦ y bar de copas. Congreg¨® a varias decenas de personas que asistieron a una ponencia del colectivo El Perro, a la presentaci¨®n de artbots y a una lucha de pinchav¨ªdeos.
Vestidos con batas blancas, los oficiantes presentaron a Ram¨®n Mateo, miembro de El Perro, que no pudo presentar XXX. Es una proyecci¨®n de v¨ªdeo sobre la que se dispara con un rifle con balas de tinta. "Pretendemos plantear preguntas a la gente y hablar de lo cotidiano con nuestras creaciones, no de lo sublime del arte", dice Mateos.
La idea detr¨¢s del entramado Dorkbot es subvertir las nociones de lo que es el arte y de los autores. Los artbots est¨¢n destinados a ello. Unos peque?os y rudimentarios cacharros fabricados con materiales dom¨¦sticos: vasos, platos de pl¨¢sticos, pinzas y peque?os motorcillos montados sobre unos rotuladores, puestos en marcha sobre una p¨¢gina en blanco. Los artbots pintan aleatoriamente trazos que, colgados convenientemente en una sala de exposiciones, podr¨ªan pasar por arte.
Cuatro a?os
Fundadas en el a?o 2000 en Nueva York por Douglas Repetto, profesor de m¨²sica por computador de la Universidad de Columbia, las reuniones Dorkbot se han extendido por 17 ciudades del mundo, desde Mumbai (India) a Melbourne (Australia), hasta llegar el verano pasado a Barcelona y ahora a Madrid. Dicen sus organizadores que es una especie de franquicia art¨ªstica no comercial. Cualquiera puede fundar una, con el benepl¨¢cito de Repetto.
El ¨²ltimo de los montajes que presentaron en Madrid contaba con una pantalla en la que dos pinchav¨ªdeos proyectaban, otra m¨¢s en la que dos asistentes se zumbaban de lo lindo en un videojuego de lucha, y un ¨²ltimo pinchadiscos colocando m¨²sica tecno hasta disparar los ¨¢nimos del ambiente.
"La idea es conseguir que esto se extienda", dice Candeira. "No sabemos si hay suficiente gente en Madrid para mantenerlas, por eso hay que probarlo". En cada ciudad cada Dorkbot tiene su propio estilo, en Londres "son muy pol¨ªticos, la gente se levanta en las reuniones y suelta su discurso; en Barcelona son m¨¢s art¨ªsticos, a nosotros nos interesan m¨¢s los cacharritos".
Una de las ideas b¨¢sicas de las reuniones es que el p¨²blico se involucre. "Me ha gustado. Creo que har¨¦ unos artbots de este tipo con mi hermano peque?o", dice Silvia a la salida. "A lo mejor me animo a participar".
DORKBOT MADRID: http://dorkbot.org/dorkbotmadrid/ DORKBOT: http://dorkbot.org
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