Aprendices del buen gusto

Expertos, educadores y cocineros coinciden: una alimentaci¨®n sana condiciona una buena salud. Un prop¨®sito cada vez menos aplicado en la sociedad actual, bombardeada a diario por publicidad de grandes industrias alimentarias. La asociaci¨®n de cocineros europeos Eurotoques, presidida por Maider Modrago, se propuso hace unos a?os cambiar esta tendencia y recuperar la cocina tradicional. La agrupaci¨®n ha contado entre sus miembros con los prestigiosos cocineros espa?oles Juan Mar¨ªa Arzak y Pedro Subijana.

Cada mes de noviembre Eurotoques organiza una jornada dedicada al "gusto" en centros escolares, restaurantes y escuelas profesionales de toda Europa, dirigida a dar a difundir los valores nutricionales de una buena alimentaci¨®n. El CDT Alquer¨ªa del Duc de Gandia acogi¨® ayer una de estas iniciativas, destinada a alumnos de primer y segundo curso de Primaria de los colegios p¨²blicos Sant Jaume de Almoines y Mestre Rafael Noguera de Daim¨²s. Una treintena de escolares aprend¨ªan a diferenciar los cuatro sabores b¨¢sicos: el dulce, salado, agrio y amargo, dirigidos por el cocinero Evaristo Miralles. "Cuentan con la ventaja de tener todav¨ªa un paladar puro. El nuestro est¨¢ ya muy intoxicado", se?alaba Miralles. Los peque?os obedec¨ªan con diligencia las instrucciones del cocinero, a pesar de que en los platos y en los vasos hab¨ªa productos nada atractivos para unos ni?os de 6 y 7 a?os, como remolacha, mojama, vinagre o lim¨®n.

Adem¨¢s de reconocer sabores, la clase ten¨ªa como objetivo lanzar sobre los escolares un mensaje de las ventajas de una buena alimentaci¨®n para su crecimiento y desarrollo. Y de un ingrediente fundamental en la dieta: el aceite de oliva. "Hay que comer pan con aceite y sal, y no bollos en paquete y con pegatinas", inculcaba Miralles. Todos contestaban complacientes, menos Eugenia, que no parec¨ªa convencida: "Pero es que a m¨ª no me gusta la comida, me gustan las chuches". Todos salieron con la lecci¨®n aprendida, un diploma y dispuestos a degustar como premio un crepe de chocolate que les ayud¨® a elaborar un obrador de la escuela.

"Orientar la alimentaci¨®n desde la ni?ez es fundamental y deber¨ªa ser una asignatura optativa en las aulas", afirma Miralles. Para el cocinero, "observando a una persona en un comedor o un restaurante puedes conocer lo que le envuelve y cu¨¢les son sus problemas". Miralles se refiere a problemas como la bulimia, la anorexia o la obesidad, "una tendencia de la sociedad actual que se podr¨ªa prevenir desde la ra¨ªz, con la educaci¨®n desde la infancia". Miralles apuesta por una serie de medidas para variar conductas, como que los cocineros profesionales "dediquen un poco de su tiempo a educar sobre la buena alimentaci¨®n" fuera de sus restaurantes; y que los comedores de las escuelas "recreen ambientes m¨¢s familiares". "Si en un restaurante cuidamos los detalles de la decoraci¨®n, la pintura, o el ambiente, ?por qu¨¦ no en las escuelas?".

Algunos centros escolares se han sumado ya a impulsar actividades para educar sobre valores nutricionales. El CP Sant Jaume de Almoines realiza desde hace unos a?os un taller de "restaurante" para los alumnos de Infantil, al que acuden las madres para cocinar con los menores recetas caseras. Los estudiantes de Primaria autoeval¨²an su alimentaci¨®n, valorando el contenido nutricional de su almuerzo, con la satisfacci¨®n personal de sentirse el "m¨¢s sano" de la clase, explica Maite Peir¨®, profesora del centro. "Los ni?os tienen mucho inter¨¦s por la nutrici¨®n, pero los padres tienden a ser c¨®modos. Falta una educaci¨®n en la familia".