Pa¨ªs partido
?Pueden tardar una semana en contar los ¨²ltimos votos! Un ¨¦xito, si se cuenta que en la elecci¨®n anterior Bush necesit¨® m¨¢s de un mes para ser presidente, y aun as¨ª porque se lo dieron sus jueces. Est¨¢n en Ohio ej¨¦rcitos de abogados, especialistas en demograf¨ªa, estad¨ªstica y electr¨®nica, publicistas, portavoces. Faltan, cuando escribo, 600.000 votos por escrutar, que podr¨ªan quitarle la presidencia a Bush. Pero ?para qu¨¦ imaginar lo mejor? Se pueden ya obtener algunas conclusiones mientras se espera. Una, que la victoria de Bush, incrementando sus mayor¨ªas en el Senado y en el Gobierno, es fuerte; otra, que el pa¨ªs est¨¢ dividido entre la guerra y la paz, entre conservadores y progresistas.
En las elecciones anteriores no fue as¨ª: la divisi¨®n era entre dos partidos y jugaban en ella simpat¨ªas, tradiciones familiares, situaciones de minor¨ªas; en ¨¦stas la descomunal prepotencia de Bush y sus guerreros hace que, claramente, quien les ha votado a ellos vota esa opci¨®n, respalda todo lo que ha sucedido: la demolici¨®n de dos pa¨ªses por sospechas, la guerra preventiva, las detenciones sin garant¨ªa, las torturas para obtener informaci¨®n protectora, la situaci¨®n fuera de toda jurisprudencia de los presos de Guant¨¢namo, el desd¨¦n por Europa, la mofa de las Naciones Unidas; y de paso, unas negaciones al aborto, a las relaciones legales entre homosexuales, una p¨¦rdida de libertades. Para Bush esto significa que podr¨¢ ejercer con respaldo lo que hizo como audacia, como aventura. Le Monde dec¨ªa anoche: "Nos guste o no, Am¨¦rica se ha vuelto m¨¢s conservadora, m¨¢s religiosa y m¨¢s unilateralista". No nos gusta: el mundo est¨¢ ahora m¨¢s inseguro y en nuestra provincia del Imperio puede haber reflejos, que quiz¨¢ no sean m¨¢s que medicinas mentales para nuestros conservadores, religiosos, unilateralistas. No estoy seguro de esa conclusi¨®n: la mitad perdedora en Estados Unidos representa mucho, y es m¨¢s decidida. Ha abandonado su abstencionismo, ha batallado, se ha manifestado.
Ning¨²n presidente de Estados Unidos hab¨ªa recibido tantas cr¨ªticas en libros, peri¨®dicos, pel¨ªculas. Lo que se llama "la inteligencia" del pa¨ªs se ha puesto al frente de los movimientos. Es decir, una mitad de Estados Unidos es la de siempre, y ha aprobado a Bush; la otra mitad quiere otro pa¨ªs, y lo expresa con fuerza. Quiz¨¢ sea lo m¨¢s serio de estas elecciones. Esperar algo del recuento en Ohio es una cerilla en el t¨²nel.
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