El indulto
El Partido Popular niega a gritos que se indulte al "ladr¨®n Vera" (dec¨ªa un gran titular de El Mundo en primera) de la pena que ha de cumplir; con el mismo ardor desea ocultamente que le d¨¦ el Gobierno el indulto para poder relacionar a ¨¦ste con aqu¨¦l, bajo la unidad del socialismo, y a los dos con el saqueo de las arcas del Estado. Quiz¨¢ la mitad de los militantes lo desea porque encuentran que ¨¦l y otros fueron h¨¦roes de la lucha contra ETA, aunque fuera una "guerra sucia" (la del GAL). En aquella ocasi¨®n, los populistas fueron los denunciantes, y sus heraldos fueron excelentes aulladores de la corrupci¨®n: gracias a esa explotaci¨®n ganaron las elecciones, y podr¨ªa reprocharse a Felipe Gonz¨¢lez que se dejase devorar por sus propios hijos, al rev¨¦s que Saturno. Tuvo mal casting: nombr¨® infieles para puestos de confianza. Es l¨®gico que quienes fueron fieles a ¨¦l tengan que ser defendidos, pero es duro que Felipe sea el primero que firme la petici¨®n de indulto, en lugar de dejar la decisi¨®n en manos del verdadero jefe de Gobierno, que es Zapatero. Ahora los cocodrilos conservadores abren sus fauces: alguien caer¨¢. Puede ser Gonz¨¢lez, si Zapatero no indulta, y aparezca su antecesor como el verdadero culpable de todo: ya quisieron cazarle ah¨ª, y consiguieron bastante: el fin de su etapa de gobernante. Se llevaron unas elecciones que no deb¨ªan haber sido suyas, y yo creo que Felipe Gonz¨¢lez cometi¨® un error en toda su actuaci¨®n pol¨ªtica: querer ganarse a la derecha y alejarse en cambio de la izquierda. Esto es lo que parece que est¨¢ corrigiendo Zapatero, al menos visualmente. Y hasta donde el amplio sistema nacional y mundial se lo permitan. La izquierda la vota por necesidad. Y la derecha oficial resguardada hasta ahora por la fiereza de Aznar y sus brutales caballeros de escolta y pend¨®n, que ponen los palos en la rueda del carro del vencedor; hasta el pasado. Me parece innoble.
Naturalmente, no deseo que vaya nadie a la c¨¢rcel, y no s¨®lo por la idea inhumana de "c¨¢rcel" en su versi¨®n normal, sino por lo que son las c¨¢rceles espa?olas, hacinadas, nidos de nuevos delincuentes, cueva de mafias. Lo que querr¨ªa es despegarme de esta cuesti¨®n que nace en el propio partido, que explota la derecha y que el propio Vera aduce en su favor, con una carta que public¨® en este peri¨®dico: unos han entendido que amenaza con "dar nombres", otros con su suicidio. Juego sucio en cualquier caso.
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