En estado puro

Diseccionado el espect¨¢culo en dos partes bien diferenciadas, Luz teji¨® con su voz una hermosa actuaci¨®n en la que altern¨® suavidad con energ¨ªa, baladas con rock, canci¨®n con dinamismo musical, melod¨ªa con ritmo. En la primera parte, una Luz ac¨²stica envolvi¨® en el terciopelo de su voz canciones de tono leve o grave, mientras el acompa?amiento se desarrollaba en consonancia y merced al buen hacer de los int¨¦rpretes de su banda. La delicadeza de Mi confianza, el sabor brasile?o de Aguas de Marte y No me importa nada, el sabor dulce y nost¨¢lgico de Mis recuerdos, la solemnidad de Negra sombra o el romanticismo de Piensa en m¨ª fueron algunos de los momentos m¨¢gicos que esta gallega regal¨® a su entregado p¨²blico, con la ayuda tambi¨¦n de Olivier Durand, guitarrista franc¨¦s que ha colaborado en el ¨²ltimo disco de Luz Sencilla alegr¨ªa. En la segunda parte de la actuaci¨®n, Luz se desmelen¨® dando rienda suelta a esa rockera de coraz¨®n que lleva dentro. Fueron los momentos de Ciudad sin ley, Vengo del Norte o Loca por volver. Como colof¨®n, la cantante habr¨ªa de regresar a solas con el piano a bordar Lo eres todo y Un a?o de amor. O sea, Luz en estado puro.