Una historia sorprendente

La p¨¢gina de Internet del Ayuntamiento de Barcelona expone el proyecto de rehabilitaci¨®n de un edificio situado en la calle de Pontevedra. Es una exposici¨®n elaborada por los responsables de Urbanismo municipal bajo el lema de Barcelona Progr¨¦s. Y la consideraron tan interesante que la llevaron al F¨°rum. Los promotores de la rehabilitaci¨®n estaban encantados. Hab¨ªan presentado el proyecto y todo eran pl¨¢cemes. Hasta que les lleg¨® una carta del distrito de Ciutat Vella en la que se les comunicaba que ese hermoso proyecto no pod¨ªa ser llevado a cabo. ?Motivo? El edificio se halla en la zona mar¨ªtima terrestre, seg¨²n consta en un certificado de la Demarcaci¨®n de Costas, del que se les adjunta copias.

Los promotores no entienden nada. En el registro no consta cauci¨®n alguna. Pudieron, en su d¨ªa, realizar la compra y la inscripci¨®n sin ning¨²n problema. M¨¢s a¨²n, antes se hab¨ªan dirigido por escrito al Ayuntamiento de Barcelona para preguntar si habr¨ªa alg¨²n problema en rehabilitar el edificio. Un certificado firmado por el alcalde accidental, ese d¨ªa Xavier Casas, asegura que no tiene que haber ning¨²n problema pero que la edificaci¨®n deber¨¢ "ajustarse a las alineaciones se?aladas en el plano". Un plano que es de la zona. Adem¨¢s, el certificado municipal a?ade que en el edificio que se cita "la altura reguladora es de PB + 4P", es decir, planta baja m¨¢s otras cuatro. El certificado especifica: "Est¨¢ permitido el uso de vivienda plurifamiliar y residencial con car¨¢cter general y los usos comercial, oficinas, sanitario, religioso-cultural y de ocio, ¨²nicamente en las plantas bajas y primeras de la edificaci¨®n".

Con todos estos antecedentes y las im¨¢genes en el F¨°rum, los promotores no esperaban ni remotamente que el pasado 18 de agosto Ciutat Vella les comunicara que "es procedente inadmitir a tr¨¢mite" el recurso contra la denegaci¨®n de la licencia de obras para rehabilitar la vivienda. Pero lleg¨®. Y ahora tienen un edificio que seg¨²n el registro es suyo, aunque no consiguen convencer a las autoridades de esa propiedad.