Patios entre naves industriales y el tren
Un centenar de casas se ver¨¢n afectadas por el nuevo barrio de la Zona Franca
"Esto estaba to pelao. Las casas y las v¨ªas del tren. Todo lo dem¨¢s eran huertas". Desde una de las casas de la calle de Motors, en la Zona Franca de Barcelona, Jos¨¦ Mart¨ªn Alonso, un jubilado de Renfe recuerda c¨®mo era aquella zona cuando lleg¨® a Barcelona, en 1970. ?l, como otros ferroviarios, viv¨ªa en un grupo de casas muy cerca de las v¨ªas de Renfe. Las casas se hallan en el l¨ªmite de Barcelona, la otra acera es de L'Hospitalet, en una v¨ªa por la que circulan decenas de camiones para acceder a la calle de la Metal-l¨²rgia y de ah¨ª al paseo de la Zona Franca. La polvareda y el ruido son constantes.
Esas casas, como otro centenar, son las viviendas que resultar¨¢n afectadas por la planificaci¨®n del nuevo barrio de la Zona Franca que proyecta el Ayuntamiento. Jos¨¦, de Maracena (Granada), trabaj¨® 14 a?os en el cambio de v¨ªas del Campo de la Bota, en Poblenou. "En 1977 me destinaron a controlar el cambio de v¨ªas en la estaci¨®n del Morrot. Hay que ver c¨®mo ha cambiado esto", cuenta. Lo explica desde el patio de su casa, repleto de plantas y con una gran jaula con cotorras.
La casa es grande, con siete habitaciones y un espacioso patio. Fuera, en una especie de paso com¨²n de las viviendas, hay higueras y un peque?o parque infantil improvisado por los vecinos. El toque surrealista del paisaje son los montones de hierros que se almacenan justo al otro lado, en un negocio de chatarrer¨ªa instalado en un solar, junto a las v¨ªas. Las casas fueron construidas por Renfe, que sigue siendo la due?a, al tiempo que un¨ªa la l¨ªnea del Maresme con la de Barcelona-Vilanova. Las viviendas est¨¢n en la encrucijada de la calle de la Metal.l¨²rgia, de Barcelona, y L'Hospitalet.
"A m¨ª ya quisieron echarme", cuenta Jos¨¦. Fue en 1992, cuando recibi¨® una carta en la que le daban 15 d¨ªas para abandonar su domicilio. "Lo llamaban 'barraca' y nos quer¨ªan echar a todos", a?ade. Los 18 ferroviarios se unieron y llevaron el desalojo a los tribunales, que les reconocieron el derecho a una indemnizaci¨®n por cada casa, que no barraca. "19 millones de la ¨¦poca, casi nada. Pero no quisieron pagar y aqu¨ª nos quedamos", dice Jos¨¦. Ahora se toma el traslado forzoso con calma: "Lo que queremos es un pisito. Aqu¨ª tenemos mucho espacio, pero tambi¨¦n mucho trabajo".Del grupo de 18 casas, dos est¨¢n tapiadas. "A medida que la gente se va o se muere las cierran", explica Jos¨¦. Desde ese punto se ve tambi¨¦n el bloque de pisos de la casa cuartel de la Guardia Civil, tambi¨¦n afectado, igual que las casas bajas de la colonia Bausili y las de la calle de Ulldecona. Unas 65 familias deber¨¢n ser realojadas en el nuevo barrio.
?ste aspira a ser diferente de los ¨²ltimos modelos instaurados en la ciudad; sin concentrar la edificabilidad en torres altas, como Diagonal Mar, y con m¨¢s densidad que la Vila Ol¨ªmpica, pero menos que la del Eixample. "Lo que queremos es dise?ar un modelo", explica Oriol Clos, director de Proyectos y Planificaci¨®n del Ayuntamiento. El documento de criterios se encuentra en exposici¨®n p¨²blica y la aprobaci¨®n inicial se prev¨¦ en un mes o dos. Mientras, se ha iniciado una bater¨ªa de estudios: de movilidad, de infraestructuras, de corte sociol¨®gico para prever los equipamientos que har¨¢n falta all¨ª y en el contiguo barrio de la Marina. ?ste tendr¨¢ unos 10.000 habitantes frente a los 1.800 que viven en la Villa Ol¨ªmpica. De los m¨¢s de 1,1 millones de metros cuadrados de edificabilidad, se plantea que 813.000 sean para pisos y 348.000 para actividad econ¨®mica.La configuraci¨®n de esa zona, encajonada entre el paseo de la Zona Franca y las calles de Foc y Motors, es muy desigual. La forman grandes parcelas, muchas de m¨¢s de 8.000 metros cuadrados, distribuidas en grand¨ªsimas manzanas y con pocas calles. Los viales b¨¢sicos, adem¨¢s de Motors y Foc, son unos cuantos: Ferro, Estany y Metal-l¨²rgia. En esos grandes cuadrantes hay naves de todo tipo: empresas de autocares, calderer¨ªas, guardatodo y edificios nuevos flamantes con el letrero de se alquilan oficinas.Una de las ideas que se barajan en Urbanismo es la de articular el nuevo barrio en torno a un ¨¢rea central, que podr¨ªa ser la actual plaza del Nou -donde arranca el mercadillo dominical-, pero ampli¨¢ndola. Ser¨ªa en ese punto donde se concentrar¨ªan los equipamientos y gran parte de los servicios. La edificabilidad podr¨ªa presentar morfolog¨ªas diferentes. La m¨¢s alta, de los edificios de oficinas, en el sector m¨¢s pr¨®ximo a la Fira y al frente del paseo de la Zona Franca. Y la de las viviendas en inmuebles m¨¢s bajos.
F¨¢bricas e inmigrantes
Fue el trazado ferroviario en el siglo XIX el que determin¨®, en gran parte, el arranque de lo que hoy es el paseo de Zona Franca. Antes tuvo otros nombres: paseo de las Acacias, calle de la Industria y paseo del Port Franc. La Marina de la Zona Franca era el final del Canal de la Infanta, que nac¨ªa en Molins de Rei. Siempre fueron tierras de regadio y de huertas. Tambi¨¦n a mitad del siglo XIX se ubicaron en la zona algunas f¨¢bricas: Can Barret, Can Ferrero y otras.
El arranque del Puerto Franco -la zona portuaria libre de aranceles- a primeros del siglo pasado transform¨® el el entorno de La Marina y a partir de las d¨¦cadas de 1950 y 1960 empez¨® a vislumbrarse la llegada de las f¨¢bricas. Los pisos siempre han sido residuales y ligados a transformaciones del entorno, como el grupo de Eduard Aun¨®s, las llamadas casas baratas, que apareci¨® para afrontar la demanda de los emigrantes que llegaron a las obras de la Exposici¨®n de 1929. Esas casas fueron derruidas en la d¨¦cada de 1990 y sustituidas por los bloques de pisos levantados junto a la plaza del Nou.
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