La nueva bala del Circuit

A sus 19 a?os reci¨¦n cumplidos, Marco Barba vive como un piloto de carreras profesional. Se levanta pronto para desplazarse junto a su hermano, el tambi¨¦n piloto ?lvaro, desde su casa, en Quartell, hasta el circuito de Cheste, donde en el gimnasio se ejercita durante dos horas diarias: fortalecimiento de las cervicales, los hombros..., poco peso y muchas repeticiones. Sevillano afincado en Valencia, Marco es una de las grandes promesas del automovilismo espa?ol, un chico con unas "excelentes dotes naturales" para la conducci¨®n, seg¨²n Marcos Rodr¨ªguez, director de la escuela Circuit Lois. Campe¨®n de la F¨®rmula Joven 2004, autos de 1.600 cent¨ªmetros c¨²bicos y unos 120 caballos de potencia, Barba dar¨¢ el salto el pr¨®ximo a?o a la F¨®rmula 3, el siguiente escal¨®n y paso clave hacia la ¨¦lite del automovilismo. "El 80% de los pilotos de F¨®rmula 1", afirma Rodr¨ªguez, "han salido de la F¨®rmula 3. Es la mejor escuela".

Marco Barba entr¨® en la escuela del Circuit merced a la capacidad de convicci¨®n de su padre, Antonio, un empresario establecido en Valencia hace a?os. Consciente de que la escuela del trazado de Cheste s¨®lo admit¨ªa a chavales nacidos en la Comunidad Valenciana, escribi¨® una carta a la federaci¨®n que result¨® determinante. En ¨¦sta ven¨ªa a decir que sus hijos nacieron en Sevilla, s¨ª, pero que ¨¦l era un empresario andaluz afincado en Valencia hace a?os, propietario de una empresa que da empleo a 300 personas, que pagaba sus impuestos religiosamente en esta comunidad y que sus hijos comenzaron en el mundo del kart en Almenara. O sea, que ten¨ªan el mismo derecho que cualquier otro adolescente valenciano a ingresar en la escuela del Circuit. Y as¨ª fue.

El trazado de Cheste ha sido la plataforma ideal para explotar las cualidades de Barba, cuyo hermano mayor, ?lvaro, tambi¨¦n es piloto. Ambos comenzaron a la vez. Primero en los karts, luego en las competiciones de promoci¨®n. Casi el mismo recorrido que otra de las joyas del Circuit, el alicantino Adri¨¢n Vall¨¦s, tambi¨¦n formado en la escuela valenciana.

"Cuando Marco lleg¨® aqu¨ª", cuenta Marcos Rodr¨ªguez, "no sab¨ªa ni cambiar de marchas. No tocaba siquiera el embrague. No era un piloto hecho. Sin embargo, ha aprendido mucho en poco tiempo. Esto es como un oficio cualquiera. La gente aprende mucho los primeros a?os. Luego, es todo lo contrario. A Marco le queda a¨²n mucho que aprender".

Ante su inminente salto a la F¨®rmula 3, Marco es optimista. "Si funcionas bien en una categor¨ªa, no tienes por qu¨¦ fallar en otra superior. De todas formas, todav¨ªa tengo que madurar mucho. Aqu¨ª nunca te lo puedes tomar con tranquilidad. Soy un deportista y tengo que dar el m¨¢ximo".

Consciente de los sacrificios que requiere su profesi¨®n -"ya s¨¦ que no puedo trasnochar tanto como la gente de mi edad, pero lo llevo bien", dice-, Barba continuar¨¢ en 2005 tutelado por el Circuit. Ser¨¢ a los mandos de un auto que desarrolla 215 caballos y en una de las competiciones m¨¢s exigentes, una de las antesalas de la F¨®rmula 1. Un campeonato que pondr¨¢ a prueba la madurez de Barba, ejemplo del excelente trabajo realizado por el Circuit, referencia mundial en cuanto a la formaci¨®n de chavales y organizaci¨®n de grandes premios.