"EE UU tiene que aprovechar esta oportunidad"
Los observadores, esc¨¦pticos sobre el futuro de Oriente Pr¨®ximo
En Washington, Yasir Arafat, Isaac Rabin y Bill Clinton se dieron el abrazo de la paz en septiembre de 1993. Cerca de Washington, en Camp David, se frustr¨®, en el verano de 2000, la mejor oportunidad de convertir en definitivos los acuerdos provisionales de paz. Tambi¨¦n en Washington, hace dos a?os, la Casa Blanca cort¨® las relaciones con Arafat porque consider¨® que no se tomaba en serio el desmantelamiento de los grupos terroristas. Desde aqu¨ª podr¨ªa salir ahora, en la nueva situaci¨®n, el impulso que hace falta para recuperar el proceso, pero la mayor¨ªa de los observadores son esc¨¦pticos.
Flynt Leverett, uno de los ¨²ltimos altos funcionarios de Estados Unidos en entrevistarse con Arafat -junio de 2002-, no es optimista por dos razones: "Sharon va a intentar hacer las m¨ªnimas concesiones, y ni Bush ni Cheney van a enfrentarse con ¨¦l en cuanto a sus exigencias para la fase definitiva de la Hoja de Ruta; esta Administraci¨®n no utiliza bien la diplomacia y eso me hace ser pesimista". Martin Indyk, director del Centro Saban de la Brookings Institution, destacado centro de an¨¢lisis de Oriente Pr¨®ximo, comparte el escepticismo pero no descarta que "los cambios que crea la muerte de Arafat influyan en las decisiones de Sharon y de Bush".
En eso conf¨ªa Amjad Atal¨¢, del equipo negociador de la Autoridad Palestina: "El presidente suele decir que el 11-S cambi¨® el mundo; bien, en muchos sentidos la muerte de Arafat tambi¨¦n cambia todo. Si Bush no aprovecha esta oportunidad y no escucha los consejos de sus amigos en el mundo y aqu¨ª, ser¨¢ una oportunidad desperdiciada que tendr¨¢ consecuencias para la seguridad nacional de EE UU a largo plazo. Si elimina el conflicto entre israel¨ªes y palestinos del men¨² de las quejas, del odio y del enfado que siente Oriente Pr¨®ximo y el mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n, el presidente habr¨¢ hecho m¨¢s por los intereses de la seguridad americana que cualquier otra iniciativa que se haya adoptado nunca".
Shibley Telhami, de la Universidad de Maryland, no quiere prejuzgar. "Siempre hay posibilidad de cambio. Pero sobre la base de lo que ya ha ocurrido es dif¨ªcil ser optimista sobre este Gobierno", asegura. ?Cu¨¢l es la clave? En su opini¨®n, "hay que hacer algo para revivir la esperanza y para que la gente tenga paciencia, porque no va a ocurrir nada de la noche a la ma?ana. Si va a haber un proceso y se le va a pedir a la gente que conf¨ªe en los frutos y se van a pedir concesiones importantes, tiene que haber un cierto grado de fe; ahora no la hay, de forma que el reto principal es c¨®mo devolver la confianza".
Amjad Atal¨¢ cree que ahora se abre un periodo de intensa actividad pol¨ªtica entre los palestinos que no deber¨ªa ser alterado: "Es muy importante que los israel¨ªes est¨¦n al margen. Si empiezan a se?alar a gente, a decir '¨¦ste nos gusta, ¨¦ste no nos gusta', o si lanzan incursiones en Gaza, el efecto va a ser terrible, porque lo ¨²nico que va a conseguir es animar a la gente a que elija a los candidatos m¨¢s extremistas o a que digan: 'Mira, los israel¨ªes no quieren paz, quieren guerra". Atal¨¢ cree tambi¨¦n que ser¨ªa "muy desestabilizador" que EE UU no emita se?ales de que va a intervenir.
?Y Europa? ?Tendr¨¢ un papel de peso, o bien ocurrir¨¢ como en tantas ocasiones? "Depende de ellos determinar el peso que van a tener", dice Atal¨¢. "Cuando entraron en el Cuarteto, lo hicieron para influir en la pol¨ªtica de EE UU, y lo que ocurri¨® fue lo contrario. Los europeos no han sido capaces de llevar adelante su programa, sus posiciones, sus intereses... Pero eso no es algo inevitable, es una opci¨®n pol¨ªtica. Creo que el primer ministro Blair y la UE tienen la oportunidad de intentar poner en pie una pol¨ªtica independiente que ojal¨¢ incluya a EE UU. Francamente, ¨¦ste es momento de decirles: 'Hablad o callaos la boca. ?Quieren los europeos jugar un papel, como deber¨ªan? ?sta es la ocasi¨®n para que lo hagan".
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