Retomar el medio
La galer¨ªa Marzana acoge hasta mediado diciembre una exposici¨®n de fotograf¨ªas realizadas por Bego?a Zubero (Bilbao, 1962). Despu¨¦s de haber cuestionado el medio, y haber navegado entre sugerentes formas abstractas, ha vuelto a retomarlo con toda su esencia documental, enriquecido por una afinada expresi¨®n pl¨¢stica con aires conceptuales.
As¨ª puede verse en la serie que ahora presenta en la sala bilbaina. Con el t¨ªtulo Wer Wo Weenn-Qui¨¦n D¨®nde Cuando, despu¨¦s de haber vivido durante varios meses en Berl¨ªn, plantea una incursi¨®n al pasado m¨¢s oscuro de esta ciudad. A trav¨¦s de paisajes urbanos y matices arquitect¨®nicos nos remite a los fantasmas de la segunda guerra mundial. De manera sutil y solo mostrando los espacios vividos, tal y como se conservan en la actualidad, nos remite sin citar nombres a personajes y acontecimientos trascendentes para la hist¨®rica contempor¨¢nea.
Para ponerlo en evidencia, tal como indica la propia autora, ha fotografiado lugares donde, en un momento de la historia del siglo XX, ocurrieron acontecimientos estremecedores, traum¨¢ticos para quienes los vivieron y determinantes para entender la situaci¨®n pol¨ªtica y social de hoy d¨ªa. Orientados desde esta perspectiva y vistos en blanco y negro, en soportes de un tama?o considerable, sin la presencia de la figura humana, los lugares registrados son capaces de remover el archivo intelectual del observador para traer al presente situaciones del pasado que inconscientemente, y por lo amargo de su car¨¢cter, la memoria ha intentado borrar aunque solo ha podido aparcarlas en una de sus esquinas.
El tratamiento dado a las im¨¢genes: blanco y negro, ausencia de personajes que distraigan la intenci¨®n principal o incluso el empleo de grandes angulares, son piezas clave para conseguir los efectos deseados. Encajados en estas coordenadas formales, vemos discurrir una bater¨ªa de antiguas cabinas telef¨®nicas que inevitablemente nos trasladan a las pel¨ªculas de intriga de los a?os cincuenta, lugares de cita para esp¨ªas de la guerra fr¨ªa. Una sensaci¨®n de inquietud nace al observar, al fondo de un encuadre donde predominan los negros, la pista de un aeropuerto con un peque?o avi¨®n con dise?o del pasado. Puede entenderse como una puerta a la huida aunque su visi¨®n puede tambi¨¦n retrotraernos a la pel¨ªcula Casablanca y a la esperanza de que "siempre nos queda Paris" para liberarnos de temores. Otro tipo de vibraciones transmite un despacho donde una antigua maquina de escribir y una vieja centralita de sobremesa son protagonistas inquietantes. Escenarios, todos ellos, con una considerable carga dram¨¢tica pero envueltos en una belleza singular.
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