Zapatero pide al PP que abandone su "fundamentalismo" al hablar de Espa?a
El presidente se somete al control del Senado y dice que el concepto de naci¨®n es "discutible"
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se convirti¨® ayer en el primer presidente democr¨¢tico en acudir al Senado para someterse a una sesi¨®n de control. Con ello cumpl¨ªa otro paso m¨¢s en su compromiso de revitalizar la C¨¢mara alta. All¨ª se enzarz¨® en un debate te¨®rico sobre el concepto de "naci¨®n", del que dijo que es "discutible", con el portavoz del PP, P¨ªo Garc¨ªa Escudero. Despu¨¦s de que ¨¦ste defendiera que no puede haber otras naciones dentro de la naci¨®n espa?ola, el presidente pidi¨® al PP que abandone el "fundamentalismo" a la hora de hablar de Espa?a.
La primera comparecencia del presidente del Gobierno en la sesi¨®n de control del Senado para responder a cuatro preguntas (PP, Entesa, PNV y CiU) mostr¨® a un Zapatero dispuesto a explayarse -estuvo m¨¢s del doble de tiempo de lo habitual en el Congreso- y con ganas de mantener un debate te¨®rico con el portavoz del PP, P¨ªo Garc¨ªa Escudero.
"Cualquier estudiante de Derecho sabe que en nuestra Constituci¨®n, el t¨¦rmino naci¨®n se reserva exclusivamente a la espa?ola", le espet¨® Escudero, quien le pidi¨® que hablara como ex profesor de Derecho Constitucional.
Zapatero prefiri¨® hacerlo "como persona que se aproxima sin ning¨²n tipo de prejuicio a este concepto". Y desde all¨ª recogi¨® el guante: "Quiz¨¢ no haya un concepto tan discutido en la teor¨ªa pol¨ªtica y en la ciencia constitucional como el de naci¨®n, y es algo que sabe en efecto cualquier estudiante de Derecho".
El presidente aprovech¨® tambi¨¦n otro guante de su oponente para animar a sus senadores. "Sabemos que usted est¨¢ en una situaci¨®n dif¨ªcil, que tiene que estar permanentemente haciendo frente al pago de unas hipotecas pol¨ªticas para mantenerse en el Gobierno", le hab¨ªa dicho Escudero entre los aplausos desde el PP y la indignaci¨®n socialista, en un ambiente un tanto bronco. Zapatero se encarg¨® de sacar la sonrisa a los dos lados del hemiciclo cuando contest¨®: "Le agradezco su afirmaci¨®n de que estamos en una situaci¨®n dif¨ªcil. Tengo que reconocerle que no me cambio por la suya ni por la de su grupo, como puede todo el mundo comprender".
Zapatero y Escudero, que ten¨ªan bastante tiempo para exponer sus opiniones, dejaron muy claras las diferencias del modelo de debate sobre la reforma constitucional que uno y otro defienden. Escudero insist¨ªa: "El Estado no es otro que la naci¨®n misma, y por eso quienes aspiran al reconocimiento de una supuesta naci¨®n dentro del Estado espa?ol no pretenden mejorar nuestro modelo de Estado, sino cambiarlo o destruirlo". "No se puede relativizar con t¨¦rminos como naci¨®n. Sin la naci¨®n espa?ola, el propio estado de las autonom¨ªas ser¨ªa de dif¨ªcil comprensi¨®n. La naci¨®n es un todo y las nacionalidades o regiones son las partes que integran ese todo", insisti¨® para acabar citando a Ortega y su "proyecto com¨²n".
Zapatero expuso una visi¨®n opuesta. "Jur¨ªdicamente, es evidente que la personalidad del conjunto la tiene el Estado, pero para nuestro futuro desarrollo hist¨®rico de un proyecto com¨²n conviene abandonar el fundamentalismo". Al usar esta palabra refiri¨¦ndose al PP, los senadores de este partido se indignaron, empezaron a protestar y casi no se o¨ªa al presidente, que segu¨ªa. "Conviene dejar de utilizar con car¨¢cter partidista conceptos que nos unen a todos, como el de Espa?a, como el de naci¨®n, como el de naciones o como cualquier otro". Por ¨²ltimo, Zapatero ofreci¨® al PP una salida: "Invito a su grupo a que contribuya a que cuanto antes tengamos un Senado constitucionalmente como C¨¢mara de representaci¨®n territorial".
Escudero se indign¨® tanto con esa acusaci¨®n de "fundamentalistas", que en los pasillos coment¨®: "Zapatero frivoliza. Nos llama as¨ª por defender los principios de la Constituci¨®n. Pero es que por defender esos mismos principios ha muerto mucha gente, no s¨®lo del PP, tambi¨¦n del PSOE y de la Guardia Civil".
Las otras tres preguntas fueron de contenido claramente territorial. El portavoz del PNV, Joseba Zubia, pidi¨® a Zapatero que interceda para que este partido recupere la propiedad del actual Instituto Cervantes en Par¨ªs, que era la sede del Gobierno vasco en el exilio hasta que en 1951 Francia se lo entreg¨® al r¨¦gimen franquista. La mera menci¨®n, en su primera frase, de la "sublevaci¨®n militar de julio del 36" provoc¨® fuertes rumores en los bancos del PP. Zapatero dijo: "Hay cosas que no me han sorprendido, como que algunos se sorprendan de sus afirmaciones sobre la sublevaci¨®n militar". El presidente dijo que respetar¨¢ lo que digan los tribunales sobre el edificio.
Pere Macias (CiU) le pidi¨® que impulse la construcci¨®n del llamado cuarto cintur¨®n de Barcelona. Zapatero contest¨®, despu¨¦s de saludar en catal¨¢n con un "bon dia", que lo har¨¢. Y Carles Bonet, de ERC, enmarcado en Entesa, le pregunt¨® si piensa cambiar la concepci¨®n radial de las infraestructuras. Zapatero se comprometi¨® a "ir superando una visi¨®n estrictamente centralista y exageradamente radial".
Pancartas valencianas
El asunto de las lenguas ocup¨® buena parte de la sesi¨®n en el Senado. Los portavoces de CiU y Entesa comenzaron sus intervenciones en catal¨¢n. "Es una buena noticia que el proceso de incorporaci¨®n de las lenguas cooficiales est¨¦ presente en la vida de esta C¨¢mara", se?al¨® Zapatero.
Poco despu¨¦s, el presidente del Senado, Javier Rojo, dijo que conf¨ªa en que en febrero los senadores podr¨¢n preguntar en las sesiones de control en cualquiera de las lenguas cooficiales, siempre que se traduzca la pregunta para que se pueda seguir el debate.
Pero lo que protagoniz¨® la pol¨¦mica fue, una vez m¨¢s, la diferencia entre el valenciano y el catal¨¢n. En cuanto empez¨® a hablar Carles Bonet, de Entesa, un grupo de senadores del PP, liderados por Jos¨¦ Mar¨ªa Chiquillo (de Uni¨®n Valenciana), sacaron unos papeles reivindicando que catal¨¢n y valenciano son idiomas diferentes. "Advierto que hay un n¨²mero de senadores que se incorporan a la muy noble tarea de la pancarta", se ri¨® Zapatero.
Chiquillo se encar¨® luego, en pasillos, con el presidente: "Tienes que leer el art¨ªculo 7 del Estatuto. Lo aprobaron todos los grupos". "Lo conozco perfectamente. Pero hay que respetar la unidad del idioma. Est¨¢is haciendo una utilizaci¨®n pol¨ªtica de vuestra lengua, y eso no os va a dar la raz¨®n", le contest¨® Zapatero, siempre con una gran sonrisa en su boca.
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