China 'conquista' Am¨¦rica Latina
El presidente Hu Jintao arrebata a Bush el inter¨¦s de la regi¨®n en la cumbre Asia-Pac¨ªfico
El presidente chino, Hu Jintao, es la estrella de la cumbre de los 21 miembros del Foro Econ¨®mico de Asia-Pac¨ªfico, que comenz¨® ayer en Santiago de Chile. No era para menos, Hu, que lleg¨® a la capital chilena despu¨¦s de haber estado 48 horas en Buenos Aires y cinco d¨ªas en Brasil, reparti¨® entre ambas visitas promesas de inversi¨®n por valor de 100.000 millones de d¨®lares para toda la regi¨®n (30.000 millones s¨®lo para los tres pa¨ªses visitados) y dej¨® una estela de acuerdos comerciales sin precedentes.
Hu Jintao ha arrasado tambi¨¦n en t¨¦rminos de atenci¨®n medi¨¢tica en Suram¨¦rica esta semana, desplazando al presidente de EE UU. Y es que mientras George Bush llega con su discurso de lucha contra el terrorismo, que es el que ha primado en las cumbres de la APEC desde el 11-S, la propuesta china suena a dinero y a trabajo, algo que interesa mucho m¨¢s a la mayor¨ªa de los latinoamericanos.
La propuesta suena a dinero y a trabajo, algo que interesa a los latinoamericanos
China podr¨¢ tener un acceso mayor al mercado de EE UU a trav¨¦s de Latinoam¨¦rica
Tambi¨¦n las simpat¨ªas han influido en el inter¨¦s que ha despertado la gira de Hu en Am¨¦rica Latina. Si se tienen en cuenta los actuales Gobiernos de los grandes pa¨ªses latinoamericanos, la mayor¨ªa no tiene una relaci¨®n muy cercana con Bush, s¨®lo la necesaria, teniendo en cuenta que Washington es la capital de la potencia continental.
La excepci¨®n es el presidente colombiano, ?lvaro Uribe. Probablemente es por ello que la ¨²nica visita rel¨¢mpago que Bush tiene programada, tras la cumbre de la APEC, es a Cartagena de Indias. Tampoco es un secreto que Brasil y Argentina (sobre todo el primero) se han acercado a otros potenciales aliados con los que hasta hace unos a?os apenas ten¨ªan relaci¨®n. El Grupo de los 20 es el claro ejemplo de un conjunto de pa¨ªses encabezado por Brasil, China, India y Sur¨¢frica que busca tener peso en la escena internacional.
En Santiago se hablaba mucho ayer sobre las repercusiones que tendr¨¢ esta gran ofensiva pol¨ªtica y comercial de China en Am¨¦rica Latina. Y, sobre todo, del acuerdo de libre comercio que el Gobierno del presidente chileno, Ricardo Lagos, y su hom¨®logo chino han empezado a negociar. Si logran cerrarlo en 2005, se convertir¨ªa en el primer pacto de este tipo que China firma desde su ingreso en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), es decir, al sistema del comercio internacional, hace apenas tres a?os y 15 de negociaciones.
Chile es un miembro muy activo de la APEC en t¨¦rminos comerciales. Ya tiene acuerdos de libre comercio con la UE y EE UU y ahora apunta al sureste asi¨¢tico. De momento, Brasil, Argentina y Chile le han dado a China el status de econom¨ªa de mercado, lo que facilita enormemente el comercio entre los pa¨ªses. El fuerte crecimiento econ¨®mico es lo que ha impulsado a China a dar este paso en Am¨¦rica Latina. Lo que el gigante asi¨¢tico busca son materias primas. "China ha ido a Am¨¦rica Latina a asegurar su suministro energ¨¦tico y a ganar reconocimiento internacional", explica Yuen Pau Woo, vicepresidente de la Fundaci¨®n para Asia Pac¨ªfico de Canad¨¢.
En Brasil, China busca soja y acero. Las exportaciones brasile?as hacia el mercado chino han aumentado a un ritmo del 60% anual desde 2000, y de entre todos los productos, el acero se lleva la palma: las ventas subieron un 500% el a?o pasado. De Argentina, Pek¨ªn quiere aceite de soja y todo tipo de alubias, aunque la carne, la lana, el hierro y el acero tambi¨¦n est¨¢n entre los preferidos. La venta de productos argentinos a China tambi¨¦n se ha disparado ¨²ltimamente. S¨®lo en 2003 creci¨® un 112%. Lo que le interesa a China de Chile es bastante obvio, el pa¨ªs suramericano es el principal productor de cobre del mundo. Hu culminar¨¢ su gira en Cuba, que vende tabaco, equipos m¨¦dicos, vacunas y mariscos a China.
"La entrada de China a Am¨¦rica Latina ser¨¢ muy beneficiosa para nuestras econom¨ªas. Nos preocupa su alta competitividad. Pero esto no tiene por qu¨¦ ser negativo. Nos har¨¢ esforzarnos en mejorar nuestra propia competitividad", comenta Juan Francisco Rafco, presidente del Consejo Consultor Econ¨®mico de la APEC para Per¨². Est¨¢ claro que China asusta porque posee esa potente combinaci¨®n entre lo mejor del mundo rico (alta tecnolog¨ªa de producci¨®n) y lo que m¨¢s aprecian las empresas de los pa¨ªses menos desarrollados (mano de obra barata). As¨ª es dif¨ªcil competir y nadie lo sabe mejor que M¨¦xico, otro miembro de la APEC activo, que tiene acuerdos de libre comercio con m¨¢s de 40 pa¨ªses, pero no con China. El gigante asi¨¢tico es una gran amenaza cuando se compite con ¨¦ste por un mercado, y el estadounidense refleja mejor que ning¨²n otro la batalla entre chinos y mexicanos.
Al resto de la regi¨®n, la cuenta le sale un poco mejor, saben que sus sectores del calzado, textil y juguetes sufrir¨¢n el impacto de las importaciones chinas, pero a cambio sus exportaciones crecer¨¢n. "Con cada acuerdo de libre comercio que hemos firmado hemos salido ganando. Aunque las importaciones han aumentado, las exportaciones han crecido mucho m¨¢s. El balance ha sido en nuestro favor y espero que con China suceda lo mismo", explica Hugo Lavados, director de ProChile, organizaci¨®n que promociona el comercio.
Tambi¨¦n se hablaba mucho en Santiago del potencial tur¨ªstico de China para los pa¨ªses suramericanos y de que, adem¨¢s de contar con las inversiones empresariales, Pek¨ªn puede llegar a ser un acreedor financiero de la regi¨®n si utiliza parte de las enormes reservas que tiene para, por ejemplo, comprar bonos de deuda p¨²blica de los pa¨ªses latinoamericanos. Esto sin contar las inversiones en infraestructuras (en las que el pa¨ªs asi¨¢tico es muy activo), como los acuerdos que ya ha firmado China para la construcci¨®n de un gasoducto en Brasil y otro entre Colombia y Venezuela
Aunque para un pa¨ªs latinoamericano tener una estrecha relaci¨®n con el gigante asi¨¢tico puede suponer una afrenta pol¨ªtica hacia el gran socio del Norte, la mayor¨ªa de los Estados de la regi¨®n parecen dispuestos a correr el riesgo. ?Qui¨¦n quiere, a pesar de los peligros, quedarse afuera de un mercado que en 20 a?os tratar¨¢ de igual a igual al estadounidense? China es la econom¨ªa que m¨¢s crece en el mundo (9% anual de media) y de la que se espera que sea la segunda del mundo para 2013, detr¨¢s de Estados Unidos y por delante de India. China es un mercado de 1.300 millones de habitantes, la mitad de todos los que viven en pa¨ªses de la APEC (que adem¨¢s de EE UU incluye a Rusia, Jap¨®n, Singapur, Australia), una organizaci¨®n que supone el 57% del producto interior bruto mundial y la mitad del comercio internacional.
"Estoy seguro de que en Pek¨ªn se piensa que si el proyecto sobre el Acuerdo de Libre Comercio de las Am¨¦ricas (ALCA), a largo plazo, se materializa, China podr¨¢ tener un acceso mucho mayor al mercado estadounidense a trav¨¦s de los pa¨ªses latinoamericanos, algo que nunca hubiese so?ado conseguir. EE UU y Canad¨¢ est¨¢n muy preocupados por este giro de la pol¨ªtica exterior china hacia el patio trasero de ambos. Yo no creo que China, de momento, tenga la intenci¨®n de convertirse en el gran inversor global que fue Jap¨®n d¨¦cadas atr¨¢s, pero s¨ª har¨¢ fuertes inversiones en la zona", concluye Woo, el experto canadiense. Algunos miembros de la delegaci¨®n estadounidense se negaban ayer, con cierto nerviosismo, a hacer comentarios. EE UU, tal vez muy distra¨ªdo con la guerra de Irak, no se ha percatado hasta esta gira de Hu Jintao de que China parece decidida a la conquista de El Dorado.
Washington apoya un d¨®lar fuerte
El presidente estadounidense, George W. Bush, declar¨® ayer que su Gobierno est¨¢ en favor de un "d¨®lar fuerte" y que se pondr¨¢ a trabajar para rebajar el voluminoso d¨¦ficit fiscal del pa¨ªs.
A la salida de su reuni¨®n con el primer ministro japon¨¦s, Junichiro Koizumi, Bush dijo que "su Administraci¨®n, en colaboraci¨®n con el Congreso estadounidense, se pondr¨¢n a trabajar para reducir el d¨¦ficit p¨²blico del pa¨ªs a medio y largo plazo".
Bush hizo esta promesa justamente a Koizumi porque la debilidad del d¨®lar ha encarecido las exportaciones de Jap¨®n y el comercio exterior es uno de los pilares econ¨®micos del pa¨ªs asi¨¢tico, que ahora comienza a superar una larga crisis de casi un lustro. El viernes, el d¨®lar se depreci¨® a su nivel m¨¢s bajo en cuatro a?os frente al euro, despu¨¦s de que el presidente de la Reserva Federal (banco central) de EE UU, Alan Greenspan, advirtiese de que el alto d¨¦ficit no era sostenible por mucho tiempo y que los inversores pod¨ªan empezar a perder la confianza en la econom¨ªa del pa¨ªs. A finales de septiembre, Estados Unidos ya acumulaba un d¨¦ficit fiscal r¨¦cord de 412.000 millones de d¨®lares, en torno a un 5% del PIB.
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