Seducidas por el 'botell¨®n'
Las chicas ya superan a los chicos en el consumo de alcohol, h¨¢bito que comienzan con 13 a?os
Nadie puede comprar alcohol en Madrid a partir de las 10 de la noche. En ning¨²n sitio. Ni siquiera pedir un bote de cerveza al motorista que trae la pizza a casa. En teor¨ªa, la Ley de Drogodependencias y de Otros Transtornos Adictivos (m¨¢s conocida como ley antibotell¨®n), aprobada en junio de 2002, se redact¨® para proteger al menor y alejarlo de la tentaci¨®n de la borrachera. En teor¨ªa. Una chica de 13 a?os, estudiante de segundo de la ESO, contaba el jueves c¨®mo su grupo de amigos se las apa?a para comprar una botella de J. B. una tarde de s¨¢bado: "Se elige una chica que parezca mayor y la pintamos entre todas, para que parezca que tiene a¨²n m¨¢s a?os. Luego va sola a las tiendas de los chinos. Ah¨ª casi nunca te piden el carn¨¦". La edad de la estudiante que explica la treta no es ninguna an¨¦cdota: un estudio del Plan Nacional sobre Drogas ha revelado que los adolescentes se acercan ya al alcohol a los 13 a?os (y no a los 15, como en 2002); su sexo tampoco: otro informe de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid se?ala que por primera vez son ya m¨¢s las chicas adolescentes que beben alcohol que los chicos.
"Ahora la publicidad de alcohol y tabaco se centra en las chicas", dice un soci¨®logo
"Se bebe para que no te llamen empollona y porque se lleva", dice una adolescente
Los expertos aseguran que no hay un motivo que explique por s¨ª solo estos comportamientos. El psiquiatra Carlos ?lvarez Vara, experto en drogodependencias y director de Relaciones Externas de la Agencia Antidroga, apunta una causa general: "La mujer se ha incorporado a la sociedad, cada vez menos discriminativa, y va incorporando todos sus roles". Esto servir¨ªa para ilustrar una supuesta igualdad. Pero ?Por qu¨¦ las chicas son m¨¢s?. "Este tipo de fen¨®menos sociales son lentos y siempre arrastran una inercia inicial. Tender¨¢ a equilibrarse en 10 a?os", a?ade ?lvarez Vara. ?ste resalta los efectos negativos que acarrea este cambio: "La misma cantidad de alcohol es m¨¢s perjudicial en una chica que en un chico, por razones de peso, de talla y por factores hormonales".
Pilar Triguero, miembro de la junta directiva de la Conferencia Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Espa?a, y madre de dos adolescentes -un hijo de 15 a?os y una hija de 13-, est¨¢ convencida de que lo que empuja a las chicas a beber es "que tienen que superar a los chicos en todo". "Hemos llegado tarde a muchas cosas, pero ahora todo lo tenemos que hacer m¨¢s o mejor que los hombres. Lo s¨¦ por mi hija: compite con mi hijo hasta en los deportes que ¨¦l practica", a?ade.
El soci¨®logo Lorenzo S¨¢nchez Pardo, especializado en temas de alcohol, aporta otra idea m¨¢s: "Ahora mismo, la publicidad de alcohol, sobre todo la que va dirigida a los adolescentes, se centra en las chicas, un mercado hasta hoy inexplorado. Si uno se fija en los anuncios de alcohol y tabaco, siempre aparece una chica en primer plano. El mensaje est¨¢ claro: 'Da el paso, no te quedes atr¨¢s'. Antes, hab¨ªa otro tipo de anuncios. Hay que acordarse de lo de 'Soberano es cosa de hombres'. Eso ya es historia".
Otra raz¨®n es fisiol¨®gica: "El botell¨®n es muchas cosas, pero tambi¨¦n es un ritual de tr¨¢nsito hacia la adolescencia, es un poco el paso de ni?o a adolescente. Y las ni?as llegan antes a esa etapa de la vida. Por eso se cuentan m¨¢s ni?as", explica S¨¢nchez Pardo. El jueves pasado, en una clase de alumnos de segundo de la ESO de Madrid, una estudiante de 13 a?os resumi¨® esto ¨²ltimo en una frase: "Los chicos de nuestra edad piensan en f¨²tbol; nosotras pensamos en chicos".
Sus compa?eras ofrecieron un ramillete de razones que empujan a los menores, y en especial a las chicas, hacia el botell¨®n: "Para hacerse las mayores", dijo una; "Para probar", exclam¨® otra. "Para que te miren m¨¢s", se?al¨® una tercera. "Para que no te llamen empollona, y porque es lo que se lleva", resumi¨® una cuarta.
Ninguna de ellas confes¨® beber con frecuencia, pero todas dieron detalles concretos de c¨®mo se organiza un botell¨®n: "Se juntan unos 20, se van ah¨ª detr¨¢s, al parque, detr¨¢s de los ¨¢rboles, donde no se les vea, cada uno pone tres euros, o m¨¢s, si son pocos, se compran en los chinos las bebidas (whisky J.B., Martini, Coca-cola...) y ya est¨¢". "A veces se hacen apuestas, como a ver qui¨¦n se bebe m¨¢s tapones de la botella llenos de whisky", precis¨® otro alunno.
Adem¨¢s de Madrid, existen leyes antibotell¨®n en Castilla y Le¨®n, Cantabria, Catalu?a o Extremadura. La mayor¨ªa aprobadas hace m¨¢s de dos a?os. Y sin embargo, precisamente desde 2002, seg¨²n el Plan Nacional sobre Drogas, los adolescentes de 14 a 18 a?os que confiesan haberse emborrachado durante los d¨ªas anteriores al estudio son un 40% m¨¢s.
"La ley no se cumple", asegura Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, portavoz de los directores de institutos de Madrid. "En los colegios e institutos est¨¢ prohibido beber. Y me parece bien. Y a veces nos registran hasta los frigor¨ªficos de las salas de profesores. Y me parece bien. Pero luego sales, y a la vuelta de la esquina hay una pandilla de estudiantes bebiendo. Hay permisividad en la calle, por parte de las autoridades, y yo creo que en casa, por parte de los padres".
Pedro N¨²?ez Morgades, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, anticipa que a la vista de los "alarmantes" datos de las ¨²ltimas encuestas, est¨¢ elaborando "una serie de escritos" a las institituciones para que reaccionen ante el problema. "Todav¨ªa hay facilidad para acceder al alcohol y el axioma dice que a mayor disponibilidad, mayor consumo; hace falta que los padres se conciencien m¨¢s, porque con la droga lo tienen muy claro, pero no tanto con el alcohol; y hay que dejar claro que este consumo de fin de semana crea dependencia", a?ade.
Dos t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Salud de la Comunidad de Madrid, Ram¨®n Aguirre e I?aki Col¨®n, coinciden en que los padres "deben ense?ar a beber a sus hijos", pero que eso "es dif¨ªcil" y que lo que m¨¢s prima "es el modelo que vean en casa".
El psiquiatra ?lvarez Vara tambi¨¦n critica la "excesiva" tolerancia y "permisividad" con la que la sociedad y la familia tratan ahora a los adolescentes. "En ning¨²n pa¨ªs de Europa se permiten los botellones que se permiten en Espa?a. Y en Espa?a, antes hace 25 a?os, la familia serv¨ªa de freno. Exist¨ªa una autoridad que ahora no se respeta tanto".
?Pero no estaba desfasado este modelo autoritario de familia? ?No es preferible otra relaci¨®n, m¨¢s cercana, entre padres e hijos?
"Indudablemente", responde el psiquiatra. "Hay que encontrar un equilibrio entre las dos cosas. Pero para eso no venden manuales de uso en el Corte Ingl¨¦s. Cada familia debe buscar su propio equilibrio".
Mujer y coca¨ªna
Se tardar¨¢ a¨²n varios a?os en descubrir los efectos de toda esta espiral de alcohol, adolescencia y fines de semana en la que se desenvuelve el fen¨®meno del botell¨®n. "Pasa igual con las pastillas de ¨¦xtasis. No se sabe todav¨ªa qu¨¦ efecto tendr¨¢n sobre el organismo a largo plazo", explica el psiquiatra Carlos ?lvarez Vara, director general de Relaciones Externas de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. "En este caso, como el del botell¨®n, los j¨®venes est¨¢n actuando como aut¨¦nticos cobayas", a?ade este experto en drogodependencias. Con todo, ?lvarez Vara tiene algunos elementos de juicio, y no precisamente positivos: "Ahora se est¨¢ dando un fen¨®meno nuevo, y es el reenganche en la coca¨ªna de personas de m¨¢s 35 o 40 a?os, profesionales, con hijos, la mayor¨ªa para tomar entre amigos... Pues bien: todas las mujeres de estos grupos, que est¨¢n tomando coca¨ªna, hab¨ªan tomado alcohol cuando eran adolescentes, cuando el botell¨®n no estaba tan extendido".
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