Cumbres y promesas

Las macrorreuniones de l¨ªderes mundiales concluyen con largos y grandilocuentes comunicados cargados de promesas a plazo, que son renovadas en el siguiente encuentro y se trasladan luego a otro venidero. La XIV Cumbre Iberoamericana, celebrada en San Jos¨¦ (Costa Rica), se ha saldado con el interesante compromiso de concretar un plan espa?ol sobre el canje de la deuda latinoamericana por programas educativos. Ojal¨¢ no quede en simples palabras.

La cumbre, a la que asisti¨® el rey Juan Carlos, como tiene por costumbre desde la primera, celebrada en Guadalajara (1991), y debut¨® el jefe del Gobierno, Rodr¨ªguez Zapatero, qued¨® deslucida por la ausencia de m¨¢s de media docena de mandatarios del subcontinente, que optaron por marchar a Santiago de Chile para saludar a George W. Bush y participar en el Foro Econ¨®mico Asia-Pac¨ªfico (APEC), en el que estaban, entre otros, el nuevo hombre fuerte de China, Hu Jintao, en plena gira de ¨¦xito por la regi¨®n. Hu ha apalabrado inversiones por un monto de 100.000 millones de d¨®lares, especialmente en Argentina, Brasil y Chile.

Sin duda, quienes convocaron ambas citas en tan escaso plazo de tiempo son merecedores de suspenso en planificaci¨®n. Y aunque a la postre la de San Jos¨¦ result¨® m¨¢s da?ada por las ausencias, no por ello se justifican las desafortunadas palabras de Rajoy al valorar despectivamente un encuentro al que asisti¨® el Rey. El l¨ªder de la oposici¨®n y su partido, el PP, parecen a veces estar en permanente campa?a electoral.

Dicho esto, las cumbres iberoamericanas exigen mejor preparaci¨®n, agendas m¨¢s concretas y realistas y, quiz¨¢s, tener una periodicidad cada dos a?os, como sucede con las de la Uni¨®n Europea-Am¨¦rica Latina. De lo contrario, no tienen mucho sentido y continuar¨¢n languideciendo. La pr¨®xima, en Salamanca en octubre de 2005, se afirma que ser¨¢ de revitalizaci¨®n. Zapatero ha empe?ado su palabra. Al menos, se han dado ya algunos pasos, aunque para ello se hayan tardado m¨¢s de tres a?os: la creaci¨®n de un secretariado permanente, con sede en Madrid, desde donde canalizar la agenda y hablar con una sola voz.

Con una sola voz pretende hacerlo tambi¨¦n el reci¨¦n reelegido presidente de EE UU frente a la amenaza del terrorismo y los dos ahora referentes de su eje del mal: Ir¨¢n y Corea del Norte. En la reuni¨®n de Santiago, Bush ha vuelto a alertar del peligro nuclear iran¨ª. Putin no ha sido muy receptivo. Pero s¨ª, en cambio, ha tenido m¨¢s ¨¦xito la propuesta de presionar a los norcoreanos para que vuelvan a la mesa de negociaciones a seis (EE UU, China, Rusia, Jap¨®n y las dos Coreas). El r¨¦gimen de Pyongyang ha respondido, de momento, anunciando que va a reforzar su programa nuclear.