Ad h¨®minem
Era ya mala costumbre en los tiempos fundacionales latinos de nuestra cultura: el argumento contra el hombre, contra la persona, no son ¨¦ticos. "Argumentum ad h¨®minem", dice el Diccionario de Expresiones y Frases Latinas (V¨ªctor Jos¨¦ Herrero Llorente. Gredos): "Consiste en confundir al adversario oponi¨¦ndole sus propias palabras o sus propios actos": he aqu¨ª retratado el PP, romano ces¨¢reo. Ahora apunta a Moratinos, a Carod Rovira. Me viene el caso de otro ministro de Exteriores, Fernando Mor¨¢n: con capacidad, sabidur¨ªa diplom¨¢tica, calidad literaria, al que ¨¦stos atacaron por tonto. Jam¨¢s lo fue. Hasta acumulaban frases ap¨®crifas: para hundirle, no, para acabar con el gobierno socialista. De Mor¨¢n a Moratinos, el estilo sucio es el mismo. Dice el ministro, y tiene en qu¨¦ apoyarse, que el Gobierno de Aznar propici¨® el golpe contra Ch¨¢vez: y fue as¨ª. No lo desmienten mucho, pero dicen que "eso no se puede decir". ?C¨®mo que no se puede decir? ?Qui¨¦nes son esos censores que se escandalizan como monjitas antiguas de que se revelen secretos diplom¨¢ticos? No es un secreto: se supo todo en su momento, y est¨¢ en las hemerotecas mundiales.
Este tipo de argumentaci¨®n es tan sinuoso que se introduce en los medios menos afines al PP, bien por sus infiltrados, bien porque los propios lo aceptan con esa afici¨®n que tiene el espa?ol vivo de desolidarizarse de la v¨ªctima. Nadie se solidariza ahora, por ejemplo, con Carod: al rev¨¦s es otra v¨ªctima del hombre lobo -"Lupus est homo h¨®mini", por latinizar con lo f¨¢cil. Es de Plauto- que le acusa de ser lo que es y decir lo que dice. Su partido se llama de "izquierda republicana": poco tiene que ocultar. Si sus militantes dicen que no son separatistas, sino independentistas, nada m¨¢s pueden decir que no sea el coro de su canto.
Pero Carod es un punto clave del tri¨¢ngulo que gobierna Catalu?a, y de los votantes en el Congreso al socialismo; si se le destruye por lo que dice que es, por lo que realmente es, y por eso est¨¢ votado, se es intr¨ªnsecamente canalla. D¨ªgase lo que digo yo, que a m¨ª la palabra independentismo ha pasado de heroica, cuando el colonialismo -?c¨®mo me equivoqu¨¦!- a insensata, en tiempo de la desagregaci¨®n de entidades amplias, sea Ucrania con Rusia -?y qu¨¦ trampas hacen los occidentales al gritar contra las trampas de los de Putin!-, o Catalu?a con Espa?a. El izquierdismo, el republicanismo, son otras cosas: de seres humanos, de clases sociales, de defensa propia.
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