Gente rara
Paul Auster lo ha definido como un nuevo y algo bizarro Ch¨¦jov, J. M. Coetzee es su fan confeso desde hace a?os; pero lo cierto es que Charles Baxter -nacido en 1947, con varios y celebrados libros en su haber- era apenas un secreto para entendidos hasta la publicaci¨®n de El fest¨ªn del amor. Todo cambi¨® -para mucho mejor- con esta novela atomizada en historias de insomnes iluminados que fue finalista del National Book Award 2000, best seller sorpresivo y, en Espa?a, ganadora del Premio de los Libreros de Catalu?a agotando varias ediciones.
Baxter -quien, ya se ha dicho, explora territorios similares a los recorridos por los tres grandes Johns de la ficci¨®n estadounidense (O'Hara, Cheever, Updike) y por los tres grandes Richards (Yates, Ford, Russo)- practica un estilo sencillo pero, tambi¨¦n, peligroso como navaja con la que te cortas sin darte cuenta. Tramas de claroscuros, donde lo cotidiano apenas esconde cierta potencia m¨ªtica flotando con un aire shakespeariano sobre los barrios residenciales y sobre los amores y odios de hombres y mujeres. La palabra clave es una vez m¨¢s, claro, epifan¨ªa: esa fuerza misteriosa, ese momento decisivo, que nos eleva a lo m¨¢s alto o nos hunde para siempre.
SAUL Y PATSY
Charles Baxter
Traducci¨®n de Jordi Fibla
RBA. Barcelona, 2004
336 p¨¢ginas. 19,50 euros
Todo esto vuelve en Saul y Patsy con dos personajes conocidos por los seguidores de Charles Baxter quienes ya se los encontraron en relatos de Viaje de invierno (1985, RBA, 2003), A Relative Stranger (1990) y Believers (1997) y que reaparecen aqu¨ª aumentados y reordenados como los primeros cap¨ªtulos de una novela que comienza siendo una cosa y termina siendo otra muy diferente. De ah¨ª que recuerde -y pueda ser comparada favorablemente- con algunos t¨ªtulos de la novelista Anne Tyler o con Bullet Park (1969), de John Cheever, obra maestra cuyo tema es la alteraci¨®n del orden establecido pero no por eso deseado o comprendido.
En principio, ]]>Saul y Patsy]]> se
propone como una elegante comedia matrimonial con dos personajes adorables -un profesor de literatura y una empleada de banco- que se conocen en un college de la Costa Este, se enamoran, se casan y se mudan al Medio Oeste donde se convierten en padres mod¨¦licos. Todo parece limitarse y conformarse con ser una perfecta y muy bien escrita radiograf¨ªa de la vida cotidiana hasta que Gordy, un alumno adolescente y disfuncional de Saul Bernstein, se obsesiona con su maestro, comienza a aparecer cada vez m¨¢s seguido por la casa de la pareja y, al final de la primera parte, ejecuta en su jard¨ªn una acci¨®n definitiva y brutal que no contar¨¦ aqu¨ª para que el lector disfrute el placer del sobresalto y del horror.
Y cosas extra?as -muy extra?as- comienzan a ocurrir entonces: Gordy es entendido por los adolescentes g¨®ticos del lugar como una suerte de nuevo mes¨ªas y comienza a prosperar un culto que adora la figura del chico. Un culto en el que -para sus fieles- no est¨¢ del todo claro si Saul ocupa el rol de Juan Bautista o de Judas. Es ah¨ª cuando lo que se nos presentaba como un divertimento dom¨¦stico cambia a indisimulada historia de terror y paranoia; el sue?o americano se despierta convertido en pesadilla; el lector descubre que siente miedo con un libro que, en teor¨ªa, no deb¨ªa dar miedo; y el Five Oaks que hab¨ªamos imaginado como el Bedford Falls de Frank Capra muta sus calles a algo mucho m¨¢s cercano al Twin Peaks de David Lynch o al Stepford de Ira Levin: esos ambientes apenas controlados donde todo es en apariencia perfecto hasta que un buen o mal d¨ªa...
Gran mezcla, libro raro; y luego de un cl¨ªmax muy angustiante resuena un final ?feliz? donde todo parece haber vuelto a la normalidad, pero no: Saul ha abandonado la ense?anza, juguetea con la idea de trabajar en una funeraria y acaba escribiendo una pol¨¦mica columna de opini¨®n en el peri¨®dico local (y es detestado por la ciudadan¨ªa toda) mientras Patsy lo contempla tan enamorada como el primer d¨ªa y -no estoy del todo seguro de que el efecto sea buscado o no, pero ah¨ª est¨¢, y funciona- uno se pregunta si estos dos no estar¨¢n un poco locos despu¨¦s de todo.
S¨ª estoy seguro de que Baxter ha vuelto a escribir otro maravilloso libro que s¨®lo ¨¦l pudo haber escrito. Y de que eso es una muy buena noticia.
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