Aires de cambio en La Mukata

"Miguel ?ngel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n de Espa?a", reza el letrero identificativo de la corona de flores que el canciller deposit¨® ayer sobre la tumba de Yasir Arafat, un rellano de tierra improvisado bajo un cobertizo junto a las ruinas y el resto a¨²n utilizable del cuartel general que en los ¨²ltimos tres a?os fue c¨¢rcel y emblema del l¨ªder palestino fallecido hace pocas semanas, La Mukata. S¨®lo otro homenaje, el del presidente de los trabajadores noruegos del petr¨®leo, est¨¢ identificado con caligraf¨ªa occidental entre los cientos de presentes florales que cubren la losa.

"Es muy dif¨ªcil venir a La Mukata sin que est¨¦ Arafat. Es muy dif¨ªcil vivir sin ¨¦l", se lamentaba el ministro cuando llegaba al monumento funerario, "provisional", seg¨²n los palestinos, que ans¨ªan poder recordar un d¨ªa a su hist¨®rico l¨ªder en un marco m¨¢s solemne. "Es un d¨ªa de sentimientos contradictorios", a?adir¨ªa m¨¢s tarde Moratinos ante la prensa, "de tristeza, por un lado, pero tambi¨¦n de esperanza y, por tanto, de futuro".

Los palestinos no llegan a decir, como el propio Moratinos, que la desaparici¨®n de Arafat, recusado como interlocutor por EE UU e Israel al final de su vida, ha abierto una oportunidad para la reanudaci¨®n del proceso de paz tras cuatro a?os de la m¨¢s sangrienta Intifada. Pero s¨ª es perceptible su esperanza de un cambio que sustentan tanto en la reelecci¨®n de Bush y en sus promesas de solucionar el conflicto como en la posible negociaci¨®n que se apunta tras el deterioro pol¨ªtico interno que vive Israel y en el probable retorno al Gobierno de los laboristas.

El ministro de Exteriores palestino, Nabil Shaat, dec¨ªa ayer que los ¨²ltimos movimientos del primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, para sugerir que su plan de retirada unilateral de Gaza es un primer paso para el cumplimiento de la Hoja de Ruta o anunciar que est¨¢ dispuesto a reunirse con Ab¨² Mazen si es elegido presidente, no le merecen mayor cr¨¦dito, pero tampoco pueden ser despreciados, porque "cambiar las palabras es ya una indicaci¨®n de un cambio de mente. Hace s¨®lo semanas, Sharon ni siquiera dec¨ªa esto. Ahora hace falta que los hechos sigan a las palabras".

Naturalmente, los palestinos tiene poco que perder ante cualquier oportunidad que se abra, incluso si las bases de la nueva negociaci¨®n no est¨¢n a la altura de ¨¦pocas pasadas. Antes de rendir homenaje a los restos de Arafat, Moratinos hab¨ªa visitado el monumento funerario a Isaac Rabin en Tel Aviv. Dos visitas que resumen que del mundo de Camp David, donde hace cuatro a?os Bill Clinton casi logr¨® poner de acuerdo a estas dos figuras hist¨®ricas, no queda m¨¢s que la memoria.