Josef Schwammberger, criminal nazi
Josef Schwammberger, un sargento de las SS nazis nacido en 1912 en el Tirol del Sur (Austria), se distingui¨® desde el inicio de los a?os cuarenta y hasta el final de la guerra por la energ¨ªa criminal que desarroll¨® en varios destinos en la regi¨®n de Cracovia, al sur de Polonia. Este siniestro individuo personific¨® a la perfecci¨®n el tipo de medio pelo convertido en asesino al disfrutar del poder y oportunidades para dar rienda suelta a lo peor de la condici¨®n humana desde su cargo en las SS.
Al t¨¦rmino de la guerra, Schwammberger consigui¨® huir a la Argentina del general Juan Domingo Per¨®n, donde tantos tipos de su cala?a encontraron refugio. A Schwammberger le ayud¨® a escapar de la justicia la llamada red del Vaticano, formada por diversos curas y alg¨²n que otro obispo que se encargaron de facilitar la hu¨ªda a Argentina y otros pa¨ªses de Suram¨¦rica a notorios asesinos nazis. En Argentina obtuvo con su propio nombre la nacionalidad y vivi¨®, entre otros lugares, en La Plata, a pocos kil¨®metros de la capital.
Un d¨ªa del a?o 1987 alguien ofreci¨® a la oficina encargada en Alemania de perseguir a los criminales nazis entregar a Schwammberger por un mill¨®n de marcos (500.000 euros al cambio actual). La fiscal¨ªa acept¨® pagar la mitad y se inici¨® la batalla legal para conseguir la extradici¨®n. El Gobierno de Carlos Menem retir¨® la nacionalidad a Schwammberger y lo entreg¨® a Alemania, donde un tribunal lo conden¨® a cadena perpetua por varios cr¨ªmenes atroces, una m¨ªnima parte de los que cometi¨®.
En el escrito de acusaci¨®n figuran, entre otros, la muerte de un rabino jud¨ªo en la fiesta de Yonkipur de 1942 por negarse a trabajar. En octubre de 1943, con su perro y varios miembros de la Gestapo, acosaron a 15 hombres y mujeres, los encerraron en un granero, le pegaron fuego y los remataron a tiros. En enero de 1943 acribill¨® a balazos a un jud¨ªo llamado Uri Blum por intentar cambiar alimentos a trav¨¦s de las alambradas del gueto. En otra ocasi¨®n lanz¨® a su perro pastor alem¨¢n, llamado Pr¨ªncipe, contra un hombre, que muri¨® como consecuencia de las mordeduras. Tambi¨¦n se le atribuye que en el verano de 1943, con ayuda de algunos ucranios, dispararon y mataron a 40 ni?os hu¨¦rfanos y despu¨¦s quemaron los cad¨¢veres. ?sta es s¨®lo una peque?a antolog¨ªa de los cr¨ªmenes de Schwammberger. Una vez encarcelado y condenado a cadena perpetua, el 18 de mayo de 1992, por siete asesinatos probados y complicidad de otros 32, surgieron nuevos testimonios que mostraban su implicaci¨®n en otras 144 muertes. Su estado de salud le impidi¨® comparecer ante el tribunal de nuevo. La justicia se mostr¨® m¨¢s humana de lo que Schwammberger hab¨ªa sido con sus v¨ªctimas, pero no sali¨® nunca m¨¢s en libertad.
Grupos neonazis le apoyaban y denunciaban que un anciano estuviese en prisi¨®n. En sus panfletos dec¨ªan que en la c¨¢rcel permanec¨ªa "fiel a sus creencias y ha perdido su sarc¨¢stico humor". La fiscal¨ªa anunci¨® este viernes que Schwammberger muri¨® en el hospital de la c¨¢rcel a la edad de 92 a?os. Vivi¨® sesenta a?os m¨¢s que sus v¨ªctimas y muri¨® en condiciones mucho mejores.
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