El juego de las mentiras

Las negociaciones para formar gobierno que el Partido Popular y el Partido Socialista de Andaluc¨ªa (PSA) mantuvieron en Jerez tras perder ambos las elecciones municipales del 25 de mayo de 2003 fueron duras. La victoria del PSOE en esos comicios les oblig¨® a unirse para compartir el poder, aunque las dos partes sab¨ªan que ese matrimonio de conveniencia dif¨ªcilmente iba a enterrar el historial de enfrentamientos, desprecios y diferencias que llevaban a sus espaldas.

El principal obst¨¢culo para la firma del pacto por Jerez, nombre con el que se bautiz¨® a la criatura, no estuvo en las cuestiones econ¨®micas o urban¨ªsticas, ni siquiera en las ideol¨®gicas; el n¨²cleo duro de la negociaci¨®n se centr¨® en determinar cu¨¢l de los dos partidos se hac¨ªa con la alcald¨ªa en los dos primeros a?os de la legislatura.

La desconfianza y la deslealtad entre el PP y el PSA desbaratan el pacto para gobernar Jerez

La raz¨®n es que ninguno de los dos se fiaba del contrario. Tanto PP como PSA tem¨ªan que si dejaban el bast¨®n en manos de su socio al comienzo del mandato, no pudieran recuperarlo llegados al ecuador. Finalmente, el l¨ªder de los andalucistas y alcalde de Jerez hasta ese momento, Pedro Pacheco, cedi¨® y estamp¨® su firma en el acuerdo, mediante el que la alcaldesa ser¨ªa la popular Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo hasta junio de 2005, que tendr¨ªa que devolverle el sill¨®n en la segunda parte del mandato y hasta el final de la legislatura.

Si tenemos en cuenta lo sucedido a lo largo del ¨²ltimo mes, parece que los temores que asaltaban al PSA y al propio Pedro Pacheco no eran infundados. El PP y, m¨¢s concretamente, Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo, han decidido que aquel pacto por Jerez es papel mojado y han pensado que les puede resultar pol¨ªticamente m¨¢s rentable cortarle la cabeza al ex alcalde e impedir que vuelva al despacho en el que estuvo sentado durante 24 a?os. Para enjuagar la maniobra, los populares se han sacado de la manga la existencia de un "pacto real", que se refiere a un supuesto acuerdo verbal por el que Pacheco se compromet¨ªa a no ser alcalde y ced¨ªa el puesto a uno de sus compa?eros del PSA, adem¨¢s de entregar la delegaci¨®n de Urbanismo, ahora en sus manos, al PP.

Es, curiosamente, todo lo contrario de lo que refleja el documento que rubricaron las dos fuerzas el 14 de junio del a?o pasado. Los nacionalistas se han apresurado a desmentir la teor¨ªa de sus todav¨ªa socios. Pedro Pacheco lo atribuye a "libros de caballer¨ªa", mientras que en el PP, que reconoce abiertamente que ocult¨® a los ciudadanos estos detalles, insisten que se trata del acuerdo "de caballeros" que se alcanz¨®. Alguien miente.

As¨ª las cosas, el Partido Popular prosigue con su fren¨¦tica carrera y, encabezado por su m¨¢ximo dirigente regional, Javier Arenas, propone ahora que Garc¨ªa Pelayo siga como alcaldesa hasta 2007 y que Pacheco se quede en Urbanismo. Es decir, ni una cosa, ni la otra; ni el pacto firmado, ni el hipot¨¦tico "pacto real".

El PSA, sin embargo, no aceptar¨¢ otra salida que no sea la del cumplimiento escrupuloso del pacto firmado. La opini¨®n p¨²blica en Jerez es un¨¢nime: el PP no ha sabido gestionar esta crisis y est¨¢ siendo devorado por la experiencia pol¨ªtica de Pedro Pacheco. Garc¨ªa Pelayo salt¨® al vac¨ªo cuando desat¨® la crisis el pasado 8 de noviembre, pero no puso red para amortiguar la ca¨ªda.

La encrucijada en la que se ha metido la alcaldesa jerezana tiene dif¨ªcil salida. Si destituye a su delegado de Urbanismo y rompe el pacto estar¨¢ poniendo en bandeja el poder para el PSOE que, con sus nueve concejales, una moci¨®n de censura y el apoyo m¨¢s que probable de un PSA desencantado con la regidora, tendr¨ªa acceso directo a la alcald¨ªa. Si no lo hace, transcurrido ya un mes de profunda crisis municipal, ser¨¢ dif¨ªcil explicar a los ciudadanos que sigue gobernando con Pacheco como si no hubiera ocurrido nada. La alcaldesa jerezana ya no puede dar un paso atr¨¢s.

Y en medio est¨¢ la ciudad de Jerez y sus habitantes. PP y PSA dicen que lo sucedido no afecta a la gesti¨®n, pero resulta dif¨ªcil de creer. A la vuelta de la esquina est¨¢ la aprobaci¨®n de los presupuestos municipales. Ser¨¢ una oportunidad ¨²nica para averiguar qu¨¦ pasa.