Hollywood conquista Broadway
Una oleada de musicales basados en pel¨ªculas de ¨¦xito llega a los escenarios. Los productores apuestan sobre seguro
El celuloide cada vez tiene m¨¢s presencia en los escenarios de Broadway. Tras el probado ¨¦xito de The Full Monty hace unos a?os y el triunfo de The producers y Hairspray en las pasadas temporadas, Broadway ha decidido seguir apostando fuerte por el cine. Esas obras basadas en ¨¦xitos de la gran pantalla consiguieron revitalizar en los escenarios un g¨¦nero que durante la d¨¦cada de los noventa parec¨ªa haber perdido toda sustancia. 2004 parece ser el a?o en el que alcanz¨® la apoteosis.
Dr¨¢cula, basado en la novela de Bram Stoker, pero con claras reminiscencias f¨ªlmicas, ha sido el primer t¨ªtulo inspirado en el cine que se ha instalado esta temporada en los teatros de la avenida neoyorquina. Pero durante los pr¨®ximos meses se va a producir una aut¨¦ntica invasi¨®n, con t¨ªtulos como Spamalot (basada en la comedia Los caballeros de la mesa cuadrada, de los Monty Python), Un par de seductores, El color p¨²rpura, Chitty Chitty Bang Bang y hasta Karate Kid.
No es una novedad que Broadway busque su inspiraci¨®n en Hollywood, pero s¨ª que lo haga de forma tan intensa. Algunos atribuyen el fen¨®meno simplemente a la falta de imaginaci¨®n y otros lo consideran una cuesti¨®n de n¨²meros: si una historia funcion¨® en el cine deber¨ªa ayudar a convertir en ¨¦xito su adaptaci¨®n al musical.
Riesgo
"Los musicales son inversiones muy arriesgadas y es m¨¢s f¨¢cil utilizar conceptos con los que la gente est¨¢ familiarizada. Un musical no tiene una vida posterior como el cine (con el v¨ªdeo). Si no funciona, se acab¨®", explica Jay Cooper, un abogado especializado en espect¨¢culos.
Lo cierto es que si entre los a?os cuarenta y finales de los sesenta (la ¨¦poca dorada desde el punto de vista creativo) era posible montar una producci¨®n con 250.000 d¨®lares y recuperar la inversi¨®n en menos de un a?o, un musical como Rent hoy no baja de los tres millones de d¨®lares, The producers super¨® los 10 millones y el Rey Le¨®n, la superproducci¨®n de Disney, los 12 millones. Eso significa que incluso poniendo el precio de las entradas a 100 d¨®lares, "los musicales pueden llegar a estar en cartelera a?os y aun as¨ª perder dinero", explica John Kenrick en su libro Historia del musical. Tampoco se debe subestimar el impacto de esta industria en la vida econ¨®mica de Nueva York. Seg¨²n datos de la Liga de Propietarios y Productores, los espect¨¢culos de Broadway venden entradas por valor de 500 millones de d¨®lares y gran parte de esa cifra procede de los musicales. Por eso Broadway trata de apostar sobre seguro.
El 21 de diciembre se estrena en Chicago (y en febrero llega a Broadway) uno de los musicales que m¨¢s expectaci¨®n han generado: Spamalot. Basado en la parodia que los inclasificables Monty Python hicieron de los caballeros de la mesa redonda del Rey Arturo, estar¨¢ protagonizado por un casting de lujo: Tim Curry en el papel del rey Arturo, David Hyde Pierce ser¨¢ sir Robin, y Hank Azaria, sir Lancelot. Adem¨¢s, Mike Nichols, el oscarizado director de El graduado y de la reci¨¦n estrenada Closer, ejercer¨¢ como director, y Eric Idle, uno de los miembros originales de la troupe brit¨¢nica, ha sido el encargado de escribir el libreto. Idle tambi¨¦n ha coescrito las canciones y la m¨²sica con John du Prez, premiado por la banda sonora de Un pez llamado Wanda.
Otro de los t¨ªtulos del a?o ser¨¢ Una pareja de seductores, basada en el filme hom¨®nimo que protagonizaron Michael Caine y Steve Martin. David Yazbek, el compositor de la adaptaci¨®n a Broadway de The Full Monty, le ha puesto m¨²sica, mientras que Jack Obrien, responsable de Hairspray, dirigir¨¢ sobre el escenario a John Lithgow y Norbert Leo Butz, que dar¨¢n vida a los protagonistas. Chitty Chitty Bang Bang, basado en el filme cl¨¢sico infantil, tras haber triunfado en Londres, tambi¨¦n tendr¨¢ su versi¨®n neoyorquina en marzo, y la adaptaci¨®n de la pel¨ªcula que le vali¨® una nominaci¨®n al Oscar a Whoopi Goldberg, El color p¨²rpura, se estrenar¨¢ en la primavera.
El a?o 2006 ser¨¢ el de la superproducci¨®n de Disney Tarz¨¢n, a la que le pondr¨¢ m¨²sica Phil Collins, qui¨¦n gan¨® un Oscar por la canci¨®n You will be on my heart, del filme animado hom¨®nimo. "Va a ser pop, como en la pel¨ªcula, pero con m¨¢s orquestaci¨®n", declar¨® el m¨²sico a la revista Billboard hace tiempo. El filme Legally Blonde, que protagoniz¨® Reese Witherspoon, y la comedia High Fidelity, de Stephen Frears, son t¨ªtulos que tambi¨¦n parecen estar ya encaminados hacia los escenarios.
Pink Floyd, con algo m¨¢s de humor
En su lucha por la renovaci¨®n, tambi¨¦n se est¨¢ produciendo otro fen¨®meno dentro del mundo del musical: el de las producciones basadas en discos de artistas que arrastraron a las multitudes. ?se es el caso de dos espect¨¢culos que se estrenan esta temporada: All shook up, inspirado en la m¨²sica de Elvis Presley, que llegar¨¢ a finales de febrero, y Good vibrations, basado en las canciones de los Beach Boys y con estreno a la vista a finales de este mes. Pero adem¨¢s hay un tercer musical con claras influencias rockeras que ya se est¨¢ preparando para la pr¨®xima temporada y que promete tener una larga vida en Broadway: The wall, una adaptaci¨®n del famoso disco de Pink Floyd. El ¨¢lbum doble, que figura en el tercer puesto de los discos m¨¢s vendidos de todos los tiempos, cuenta la historia de Pink, una desilusionada estrella del rock que ya s¨®lo es capaz de actuar con ayuda de las drogas y que hace un recorrido a trav¨¦s de las experiencias pasadas que le llevaron a construirse el muro que le separa del resto del mundo.
El disco fue adaptado al cine en 1982 por Allan Parker y con Bob Geldof como protagonista. En aquella ocasi¨®n la pel¨ªcula fue criticada por ser excesivamente negativa y carente de cualquier gui?o humor¨ªstico. Sin embargo, Roger Waters, cofundador de Pink Floyd, ya ha anunciado que introducir¨¢ "alguna que otra carcajada" en el libreto, que escribir¨¢ ¨¦l mismo. Tambi¨¦n ser¨¢ el responsable de las orquestaciones y los arreglos. Los productores de este ambicioso proyecto son Harvey Wenstein, presidente de Miramax, y Tommy Mottola, presidente de Sony Music.
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