Las mujeres podr¨¢n llegar a reinar en Jap¨®n
El Gobierno de Koizumi y el 80% de los japoneses apoyan la reforma de la ley de la Casa Imperial
El Gobierno japon¨¦s quiere una revisi¨®n de la ley de la Casa Imperial con el fin de permitir que las mujeres puedan volver a ser emperatrices, como las ocho que ha habido en los 1.500 a?os de historia documentada de la dinast¨ªa del Crisantemo, la m¨¢s antigua en el trono en el mundo.
Actualmente, la pareja heredera del trono, el pr¨ªncipe Naruhito y su esposa la princesa Masako, s¨®lo tienen un v¨¢stago, la princesa Aiko, de tres a?os, quien conforme a ley imperante no puede acceder al trono.
Una de las causas de la supuesta depresi¨®n que tiene recluida a Masako desde hace un a?o es, junto con la r¨ªgida vida palaciega, la presi¨®n para dar un heredero var¨®n. Masako, de 41 a?os, ha tenido varios embarazos fallidos en la d¨¦cada que lleva casada. Su retirada de los actos oficiales y de la vida p¨²blica en general es uno de los elementos m¨¢s visibles de la mayor crisis que ha sacudido a la familia imperial en los ¨²ltimos tiempos.
Naruhito ha salido en defensa de su esposa y de sus derechos en varias ruedas de prensa en la primera mitad del a?o y su ¨²nico hermano var¨®n, Akishino, le ha criticado, tambi¨¦n ante los periodistas, hace unos d¨ªas por hablar de esos temas sin haberlos consultado antes con el emperador Akihito, actitud que calific¨® de "lamentable". Estas cr¨ªticas fueron un acto sin precedentes entre miembros de la familia imperial y un hecho tambi¨¦n inusual en Jap¨®n en el que la conducta de un primog¨¦nito, que en este caso es adem¨¢s el heredero al trono, raramente es puesta en entredicho.
Tal como est¨¢n las cosas, el heredero de Naruhito es Akishino, que desde 1965 es el ¨²nico var¨®n que ha nacido en el seno de la familia imperial, pues ¨¦l mismo es padre de dos ni?as. Esta situaci¨®n, ha atizado los temores en la sociedad japonesa de que esta larga dinast¨ªa se extinga pronto si no se acometen reformas r¨¢pidas.
Otros cambios en las leyes que persigue el Gobierno nip¨®n deber¨ªan servir para que las mujeres de la familia puedan mantener su estatus si se casan con un plebeyo, como ocurre con los miembros masculinos de la l¨ªnea imperial.
Si la carencia de heredero fue un hecho que se hizo evidente nada m¨¢s nacer la princesa Aiko en diciembre de 2001, el de respetar la constitucional igualdad de sexos tambi¨¦n a la hora de celebrar matrimonios con plebeyos ha cobrado actualidad cuando hace unas semanas se supo que la princesa Sayako, de 35 a?os y la ¨²nica hermana de los pr¨ªncipes Naruhito y Akishino, contraer¨¢ matrimonio con un urbanista del Gobierno de Tokio, un plebeyo, de 39 a?os, boda que la obligar¨¢ a perder su condici¨®n imperial.
Varios grupos de expertos, incluidos algunos de la Agencia de la Casa Imperial, deber¨¢n ahora elaborar un informe preliminar sobre ambas modificaciones y presentar un proyecto de ley al Parlamento bicameral para su aprobaci¨®n, un proceso que puede llevar varios a?os.
Los diarios Mainichi y Asahi han adelantado la voluntad del Gobierno nip¨®n de que se aprueben ambas cuestiones, lo que supondr¨ªa grandes cambios en el actual sistema hereditario del trono.
La Constituci¨®n japonesa se limita a indicar que el acceso al trono "deber¨ªa ser din¨¢stico y se deber¨ªa hacer de acuerdo con la ley de la Casa Imperial", sin especificar si debe ser un miembro masculino o femenino el heredero.
Sin embargo, la ley de la Casa Imperial afirma que esa condici¨®n s¨®lo la pueden tener los hijos varones nacidos de varones de la l¨ªnea imperial, lo que ha impedido a las mujeres ser emperatrices en la historia reciente. La ¨²ltima fue Go-Sakuramachi, emperatriz entre 1762 y 1771.
El Gobierno cree que para facilitar que las mujeres accedan al trono no hay que modificar la Constituci¨®n sino s¨®lo la ley de la Casa Imperial, proyecto que debe respaldar la mayor¨ªa del Parlamento. Encuestas recientes revelan que el 80% de los japoneses no se opone a ver en el trono a una mujer.
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