Aire fresco en Rumania
Rumania acaba de pasar p¨¢gina con la elecci¨®n a la presidencia de un reformador centrista, frente al candidato de la nomenklatura, Adrian Nastase. El inesperado triunfo en la segunda vuelta del l¨ªder opositor, Traian Basescu -alcalde de Bucarest y ex ministro-, ha sido propiciado por un gran vuelco electoral, puesto que el 28 de noviembre, en una primera ronda caracterizada por el fraude, obtuvo siete puntos menos que Nastase, primer ministro saliente, favorito de la ¨¦lite poscomunista y delf¨ªn pol¨ªtico del presidente, Ion Iliescu. Ha sido Iliescu, comunista reconvertido, el que ha dominado la escena durante once de los quince ¨²ltimos a?os, salvo el par¨¦ntesis democristiano del bien intencionado Emil Constantinescu.
El cambio pol¨ªtico es alentador para Rumania y para la Uni¨®n Europea, que debe decidir esta semana si da el espaldarazo a la incorporaci¨®n de Bucarest en 2007. El atribulado pa¨ªs balc¨¢nico -23 millones de habitantes en una generalizada pobreza- ha vivido desde 1989 en un claroscuro donde los antiguos comunistas, reinventados a s¨ª mismos como campeones de la democracia tras la ejecuci¨®n del dictador Ceausescu, han manejado todos los hilos del Estado, cronificando la corrupci¨®n, el patronazgo pol¨ªtico de la econom¨ªa y una m¨¢s que indeseable cercan¨ªa a los medios de comunicaci¨®n y la judicatura. Proeuropeo y proestadounidense, Basescu, favorito de los j¨®venes y las ciudades y protagonista de un vigoroso discurso al que no es ajeno lo ocurrido en la vecina Ucrania, ha prometido una Rumania "limpia" y una Administraci¨®n apol¨ªtica.
La jefatura del Estado rumano tiene unos poderes limitados, pero entre ellos figura el de designar al primer ministro, algo decisivo en este momento tras una elecci¨®n parlamentaria sin mayor¨ªa hace dos semanas. Al liberal Basescu le ha faltado tiempo para rechazar la propuesta de cohabitaci¨®n formulada por Nastase y el propio Iliescu acogi¨¦ndose a que los socialdem¨®cratas gobernantes (PSD) fueron los m¨¢s votados en los comicios del 28 de noviembre. Como quiera que el presidente electo ha abierto la puerta de su Gobierno centrista a todos los partidos -con la excepci¨®n del PSD y el fascista Rumania Grande-, ser¨¢n los peque?os partidos y los diputados independientes los que tengan en sus manos la balanza del poder.
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