Disco duro
?Han borrado los discos duros! Es una noticia internacional: la presidencia del Gobierno saliente de Espa?a, el del popular Aznar, contrat¨® a una empresa de inform¨¢tica para que borrase los discos duros de los ordenadores. Es posible que al mismo tiempo se hicieran copias para ellos mismos y se las llevaran. No hay antecedentes de nada. Dicen que es un hecho nuevo y no se sabe c¨®mo calificarlo: no lo es, porque los discos duros y los borrados y vuelcos existen desde hace mucho tiempo, y porque la desaparici¨®n de papeles p¨²blicos s¨ª parece un delito. No hay diferencia: el disco duro no es m¨¢s que un archivo de documentos que se pueden imprimir en cualquier momento. El precedente m¨¢s conocido es el de los embajadores que queman sus papeles antes de que llegue el enemigo: pero son guerras entre pa¨ªses. Pero en un relevo de gobierno en la democracia se entiende que no hay enemigos sino un cambio de la opini¨®n p¨²blica.
Tambi¨¦n se hace en las empresas: antes de despedir a un responsable se precipitan sobre su ordenador y se lo quitan. Muchos se enteran as¨ª de su desgracia. Antes se enteraban, a veces, porque cuando iban a dejar su coche en la plaza reservada el guarda les advert¨ªa que ya no era suya. En esos medios, caer en desgracia es verdaderamente horrible. En las sorpresas de la polic¨ªa a las bandas, terroristas o traficantes, forma parte rapid¨ªsima incautarse de los ordenadores: aunque luego no sepan traducir su contenido si est¨¢ en idiomas que consideran raros, aunque no lo sean. Qui¨¦n sabe si el gran delito de marzo hubiera podido detenerse a tiempo si las escuchas telef¨®nicas hubiesen sido traducidas a tiempo.
Pero todo esto se refiere a una guerra, a un asunto privado o a un delito; se puede insistir en que los documentos p¨²blicos de un gobierno de ocho a?os, espec¨ªficamente de las oficinas de la presidencia, no son de quienes los borran sino de la naci¨®n y de sus nuevos administradores. No veo verdadera novedad en la cuesti¨®n, y la t¨¦cnica y sus derivados, hasta ahora, no son m¨¢s que pr¨®tesis con las que alargar y mejorar el proceso humano. Disco duro o papeles, en este aspecto, no son variables sino una sola cuesti¨®n. Lo que ignoro es qu¨¦ podr¨ªa decir un juez si recibiese una denuncia en ese sentido; o si el fiscal general lo considerar¨ªa un delito de los que se persiguen de oficio. Seg¨²n, claro, qu¨¦ juez, qu¨¦ fiscal.
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