El extremo autocr¨ªtico
Gronkjaer, el nuevo fichaje del Atl¨¦tico, sali¨® por la puerta trasera del Chelsea por no defender
Hace s¨®lo siete meses los grader¨ªos de Stamford Bridge, el estadio del Chelsea londinense, celebraban todas y cada una de las cabalgadas por la banda de Jesper Gronkjaer, que firm¨® un final de temporada plagado de grandes detalles en forma de asistencias y goles. Nunca un buen extremo pas¨® desapercibido para los hinchas del Chelsea, que idolatraron en los a?os sesenta y setenta a jugadores de la talla de Charlie Cook o Bobby Tambling. El dan¨¦s fue durante las ¨²ltimas cuatro temporadas uno de los futbolistas m¨¢s queridos en el opulento club londinense, que en 2000 hab¨ªa pagado 12 millones de euros al Ajax por su fichaje.
Todav¨ªa se le recuerda all¨ª por un golazo en 2003 al Liverpool que clasific¨® al Chelsea en la Liga de Campeones. Fue uno de los 11 que marc¨® en 119 partidos con la camiseta azul. Pero la llegada estival de Jos¨¦ Mourinho, el t¨¦cnico portugu¨¦s, al banquillo del Chelsea desencaden¨® el traspaso de Gronkjaer al Birmingham, club modesto que intentaba reforzarse con jugadores de cierto relieve en una apuesta que de momento no da los frutos que esperaban sus dirigentes. El equipo bracea por la zona baja de la tabla y Gronkjaer, condenado a la suplencia, no ha mostrado en los ¨²ltimos meses las virtudes que le hicieron triunfar en Londres. "Ha tenido que combatir el efecto de la muerte de su madre en junio y el hecho de verse en un entorno muy diferente a Londres, en un equipo con un estilo de juego distinto al Chelsea. A veces los jugadores deben cambiar de aires para demostrar lo mucho que valen", declara Steve Bruce, t¨¦cnico del Birmingham, justificando el traspaso al Atl¨¦tico de Madrid.
Junto al ansia del ambicioso Roman Abramovich, el magnate ruso propietario del Chelsea, por remodelar su plantilla, las carencias en el juego defensivo de Gronkjaer aseguraban su salida del equipo londinense ante la llegada de un t¨¦cnico extremadamente exigente en ese apartado como es Mourinho. M¨¢s todav¨ªa que Ranieri, que sol¨ªa liberar a Gronkjaer de muchas responsabilidades a cambio de que su recorrido por la banda fuese mucho m¨¢s largo de lo aconsejable, situ¨¢ndole como volante por la derecha. No es que Gronkjaer (Nuuk, 1977) no corra o no se esfuerce en defensa. Ocurre que sus virtudes son otras y sufre una paradoja: en el pa¨ªs que anta?o veneraba los extremos r¨¢pidos y verticales hoy es visto casi como un anacronismo porque los equipos ingleses ya no fomentan la profundidad y les exigen intensidad defensiva. El dan¨¦s siempre ha mostrado un esp¨ªritu tranquilo, cerebral y autocr¨ªtico: "Mi producci¨®n final no es siempre buena, pero la gente olvida que nunca antes me hab¨ªan exigido bajar a defender, y eso, en Inglaterra, se est¨¢ convirtiendo en un problema", comentaba el pasado verano. "Tambi¨¦n s¨¦ que es est¨²pido correr 30 metros, regatear a dos jugadores y luego enviar un pobre centro al ¨¢rea. Es algo en lo que he mejorado bastante y ahora elijo mejor las acciones de ataque". Morten Olsen, el t¨¦cnico que en 1998 le reclut¨® para el Ajax tras haber seguido su aparici¨®n en el Aalborg, actual seleccionador dan¨¦s y considerado por Gronkjaer como el hombre que le transmiti¨® la pasi¨®n por el f¨²tbol, centra el debate en la propia naturaleza del jugador: "En el Chelsea le exig¨ªan que defendiera. Para nosotros es un extremo. Un arma exclusivamente ofensiva". En esa opini¨®n influye decisivamente la mejor facultad de Gronkjaer: su capacidad para desbordar, saliendo del regate indistintamente hacia cualquiera de los dos costados. Su condici¨®n de ambidiestro facilita esa acci¨®n, as¨ª como su versatilidad para tirar paredes o jugar por las dos bandas desde las que tira diagonales al ¨¢rea o busca un rematador con bastante precisi¨®n. Acompa?ado de un f¨ªsico fibroso y potente (mide 1'86 y pesa 82kg) que le facilita la arrancada, ha sido en los ¨²ltimos a?os una pieza b¨¢sica en la selecci¨®n danesa, con la que ha actuado en 52 ocasiones, marcando 5 tantos y disputando un Mundial y dos Eurocopas. Esa es su atm¨®sfera preferida. Donde nadie le obliga a presionar o a perseguir rivales y donde respetan su naturaleza de extremo cl¨¢sico que no compra billete de vuelta para sus incursiones por la banda.
Gronkjaer firm¨® su contrato con el Atl¨¦tico ayer y ser¨¢ presentado el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, seg¨²n anunci¨® el director deportivo rojiblanco Toni Mu?oz, que calific¨® al jugador de "necesario".
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