"Para reorganizar el diario hay que tener en cuenta que los j¨®venes est¨¢n en la Red"
El diario franc¨¦s Le Monde cumpli¨® ayer 60 a?os en una situaci¨®n un tanto agitada. Mientras la redacci¨®n se mudaba de calle, su director, Jean-Marie Colombani, se esforzaba por cerrar la crisis abierta tras la dimisi¨®n, el 29 de noviembre, de Edwy Plenel, el director de la redacci¨®n, a quien sustituye G¨¦rard Courtois. Paralelamente, o tal vez en el origen de esta crisis, est¨¢n los problemas financieros; p¨¦rdidas de decenas de millones de euros que exigen una entrada de capital, de por s¨ª dif¨ªcil dado el modelo de propiedad del rotativo.
Finalmente, sobre todo ello planea por un lado el cors¨¦ del modelo industrial de la prensa en Francia y, por otro, la pregunta de cu¨¢l debe ser en estos momentos la oferta de un peri¨®dico de referencia a sus lectores. Colombani est¨¢ convencido de que conseguir¨¢ los 50 millones de euros de la ampliaci¨®n de capital sin poner en riesgo la independencia del diario, aunque considera que s¨®lo dentro de un gran grupo tienen futuro los peri¨®dicos de referencia.
"El gran cambio ha llegado con los peri¨®dicos gratuitos, que se imprimen con un coste cuatro o cinco veces inferior al nuestro"
"Le Monde' es percibido como una instituci¨®n, y hoy en d¨ªa todas las instituciones son objeto de una gran dosis de desconfianza"
Pregunta. ?Qu¨¦ problemas tiene Le Monde?
Respuesta. Los diarios de calidad tienen un problema de modelo econ¨®mico y otro de modelo editorial. Nuestro modelo econ¨®mico no funciona y nuestro modelo editorial exige que el peri¨®dico se reposicione.
P. ?Y el modelo industrial?
R. El modelo industrial en Francia est¨¢ ciertamente sobrepasado. Es un modelo muy r¨ªgido de monopolio sindical heredado directamente de la liberaci¨®n [tras la II Guerra Mundial] del que no podemos salir. Si fu¨¦ramos un diario impreso en Italia o Espa?a el coste de la impresi¨®n ser¨ªa menos de la mitad y el de la distribuci¨®n tambi¨¦n. El gran cambio ha llegado con los diarios gratuitos, que no se imprimen en rotativas de lo que llamar¨ªamos la industria del libro, sino en las de artes gr¨¢ficas, con un coste cuatro o cinco veces inferior al nuestro.
P. ?Hay posibilidad de que cambie este modelo?
R. Evoluciona poco a poco, muy lentamente. Adem¨¢s, ¨¦ste es un asunto que no interesa mucho a los poderes p¨²blicos; los poderes p¨²blicos se interesan por la televisi¨®n. Y nosotros solos no podemos romperlo. Vamos a tener un plan de ayudas del Estado que permitir¨¢ que las cosas se muevan un poco; un plan interesante porque traer¨¢ cambios en el concepto de c¨®mo se organiza el modelo, pero ser¨¢ lento, paso a paso. Hubi¨¦ramos podido declarar la guerra por nuestra cuenta; hubi¨¦ramos podido decir 'ya no podemos m¨¢s, nos salimos' y en estos momentos Le Monde ya ser¨ªa propiedad de cualquiera, porque hubi¨¦ramos sobrevivido tres semanas, no m¨¢s. S¨®lo hay que recordar lo que sucedi¨® en Inglaterra cuando se declar¨® la guerra entre los propietarios y los sindicatos; llev¨® al The Times a ser propiedad de Murdoch. Un destino triste para un peri¨®dico como The Times...
P. ?La prensa brit¨¢nica tiene ahora buena salud?
R. Las p¨¦rdidas del Financial Times son superiores a las de Le Monde, al menos las de 2002 y 2003, en 2004 tal vez no porque han tenido un buen primer semestre, y eso que lo han cerrado con p¨¦rdidas de 17 a 18 millones de euros; en ventas han perdido 40.000 ejemplares, un poco m¨¢s que nosotros. No escapan a la crisis del modelo, simplemente se ve menos la crisis del Financial Times por el hecho de que es parte del grupo Pearson, un gran grupo, y a su amparo pueden hacer lo que quieren. Nosotros, si hubi¨¦ramos podido construir un grupo m¨¢s potente, hubi¨¦ramos podido gestionar las p¨¦rdidas sin dificultades, pero ahora estamos obligados a recapitalizarnos.
P. Y sobre el modelo period¨ªstico del peri¨®dico, especialmente esta particularidad de que sea el ¨²nico peri¨®dico de referencia de tarde...
R. No, yo creo que el aut¨¦ntico problema es el del posicionamiento del peri¨®dico en s¨ª. ?Qu¨¦ es lo que har¨¢ que volvamos a diferenciarnos de nuestros colegas? Durante cuatro o cinco a?os, en la estela de la nueva f¨®rmula, pudimos mantener la delantera sobre los dem¨¢s. Pero, poco a poco, nos han alcanzado, de modo que ya no nos diferenciamos sustancialmente. ?Qu¨¦ es lo que debe hacer la lectura de Le Monde indispensable? En eso es donde hay que trabajar. Porque cada ma?ana, en Par¨ªs se distribuyen 800.000 peri¨®dicos gratuitos y Le Monde, Le Figaro, Lib¨¦ration, La Tribune y Les Echos, juntos, apenas llegan a 130.000 ejemplares. ?ste es el primer problema ?Qu¨¦ hacer frente a la ofensiva de los gratuitos? El segundo problema es Internet. El papel est¨¢ constantemente en competencia con la red. Nosotros hemos construido la web l¨ªder en Francia, pero para reorganizar el peri¨®dico hay que tener en cuenta que los j¨®venes est¨¢n en la Red. ?C¨®mo hacerlo? En este trabajo estamos.
P. ?Tiene alguna idea de c¨®mo?
R. He constituido un grupo que va a reflexionar y espero a ver cu¨¢les son las respuestas que me da. Es muy complicado.
P. ?Piensa que ya no es necesario que un peri¨®dico de referencia publique noticias, dado que ¨¦stas ya est¨¢n en los medios m¨¢s inmediatos?
R. No, creo que estamos obligados a dar un cierto volumen de informaci¨®n; sin embargo hay que repensar el eje del peri¨®dico: qu¨¦ es lo que va a aportar al lector respecto a ese flujo continuo de informaci¨®n que ya tiene. ?sta es una reflexi¨®n que vamos a intentar hacer en los pr¨®ximos meses.
P. En el aspecto pol¨ªtico, ?opina que la p¨¦rdida del poder por parte de la izquierda ha perjudicado a Le Monde o tal vez al contrario?
R. No. Lo que puede perjudicarle es el hecho de que este peri¨®dico es percibido como una instituci¨®n, y todas las instituciones son objeto hoy en d¨ªa en Francia de una gran dosis de desconfianza, una desconfianza que provoca que Le Monde sea mezclado con la cr¨ªtica a las instituciones.
P. ?Cu¨¢l es el panorama de los peri¨®dicos de referencia en Europa?
R. Tenemos que repensar nuestros modelos, reinventar modelos que funcionen. Y creo que deben hacerse dentro de un grupo potente, porque dentro de un grupo siempre hay diferentes actividades que se equilibran. Hay que volver a ser inventivos, imaginativos, pero ahora no puedo responderle. Dentro de tres meses ya tendremos un proyecto de reforma.
P. La crisis que provoc¨® la salida del director de la redacci¨®n, Edwy Plenel, ?est¨¢ cerrada?
R. Esto es lo que yo he dicho. Espero que la realidad me siga.
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