El Supremo rebaja la pena a un adulto que abus¨® de una ni?a discapacitada
La sentencia dice que no hubo "violencia ni intimidaci¨®n"
La Sala Penal del Tribunal Supremo ha rebajado de siete a?os de c¨¢rcel a dos a?os y nueve meses la pena impuesta por la Audiencia de Valencia a un hombre que a sus 64 a?os realiz¨® tocamientos reiterados a una ni?a de 13 a?os con capacidad intelectual limitada. La sentencia rebaja la condena por entender que el delito cometido no fue agresi¨®n sexual, sino abuso, ya que no hubo violencia ni intimidaci¨®n, a pesar de que se declar¨® probado que el condenado puso a la v¨ªctima "a la fuerza contra la pared".
El Supremo asume los hechos declarados probados por la Audiencia Provincial de Valencia que en 2002 estableci¨® que Jos¨¦ Trinidad Mora, "sabedor" de que la v¨ªctima, de 13 a?os, "ten¨ªa una capacidad intelectual limitada, (...) una minusval¨ªa del 33%, y con la intenci¨®n de satisfacer sus deseos sexuales, llev¨® a cabo" una serie de conductas entre 1999 y 2000.
Entre otros hechos se describe que en el verano de 1999, el condenado "abord¨® a la ni?a (...), a la que esperaba en la entrada del portal de su casa, d¨¢ndole besos en la boca, introduci¨¦ndole la lengua y toc¨¢ndole los pechos por encima de la ropa".
La tir¨® contra la pared
Igualmente, en la cabalgata de Reyes del 5 de enero de 2000 la v¨ªctima se encontraba en la calle, Jos¨¦ Trinidad Mora "la cogi¨®, la tir¨® contra una pared, y empez¨® a darle besos en la boca, a tocarle los pechos y por todo el cuerpo y a abrazarla, situaci¨®n que dur¨® unos 10 minutos, forcejeando" la ni?a "con ¨¦l hasta lograr soltarse y marcharse de all¨ª".
El 26 de agosto de 2000, sobre las 21 horas, cuando la ni?a se dirig¨ªa hacia su casa, Trinidad Mora "la abord¨® y la cogi¨® por los brazos, la puso a la fuerza contra la pared, inmoviliz¨¢ndola, le dio varios besos en la boca, meti¨¦ndole la lengua, dici¨¦ndole que ella tambi¨¦n sacara la lengua, y le acarici¨® los pechos, y la vagina por encima de la ropa, llegando a hacer da?o a la menor, (...) advirti¨¦ndole que no dijera nada, porque le meter¨ªa en un l¨ªo". La ni?a logr¨® "desasirse y salir corriendo, llorando". La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente Siro Francisco Garc¨ªa P¨¦rez, frente a la alegaci¨®n de que la menor fue dando versiones diferentes, recuerda que los informes periciales apoyaron el convencimiento de que "la menor no ment¨ªa".
En cambio, el Tribunal Supremo estima mal aplicado el tipo delictivo de la agresi¨®n sexual, para cuya comisi¨®n es preciso que concurra violencia o intimidaci¨®n, y que se castiga con penas de cuatro a 10 a?os de c¨¢rcel cuando dichas circunstancias "revistan un car¨¢cter particularmente degradante o vejatorio" o "cuando la v¨ªctima sea especialmente vulnerable, por raz¨®n de su edad, enfermedad o situaci¨®n y, en todo caso, cuando sea menor de 13 a?os".
La sentencia del alto tribunal manifiesta que "si no consta" que no fue empleado "cualquier medio f¨ªsico o qu¨ªmico para doblegar la voluntad de la v¨ªctima, o intimidaci¨®n que encierre la amenaza seria de un mal inmediato (...) nos hallar¨ªamos ante el abuso sexual", castigado con de uno a tres a?os de c¨¢rcel.
El Supremo rebaja, por tanto, la condena, por entender que los hechos constituyen "un acto sexual no libremente consentido, siendo la v¨ªctima especialmente vulnerable".
La menor no fabul¨®
La Sala Penal del Supremo razona que "de la lectura directa de las declaraciones de la menor no se desprende contradicci¨®n alguna que afecte al meollo de los hechos, como tampoco se evidencia incompatibilidad entre aquellas declaraciones y lo que reflejan el plano y las fotograf¨ªas aportadas por la defensa del acusado". La sentencia del Supremo a?ade que "por el contrario, lo que reviste la m¨¢xima importancia es la coincidencia sustancial entre los informes de psic¨®logos y pedagogo respecto a la inexistencia de se?ales de fabulaci¨®n en las narraciones" de la v¨ªctima.
El fallo del Supremo se?ala que "las apreciaciones del recurrente sobre que los dict¨¢menes sean imperfectos no aparecen corroboradas por perito alguno".
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