La Boquer¨ªa, todo un mundo
Isabel Obiols y Pere Ferrer recorren en un libro la historia y la vida del popular mercado
Cuando uno siente que la ciudad y sus neuras le pesan demasiado tiene dos soluciones a mano: la primera, autorrecetarse un viaje a alg¨²n lugar remoto en el que pueda renovar a fondo todos los circuitos; la segunda, mucho m¨¢s asequible, consiste en dar una vuelta por el mercado de la Boquer¨ªa. Pocos lugares hay en el mundo que registren una tan alta densidad de colores, de olores y de sabores; pocos lugares hay en el mundo donde se d¨¦ una tan alta concentraci¨®n de felicidad potencial.
Lo incre¨ªble del mercado de la Boquer¨ªa es que, aunque a veces no se sea consciente de este privilegio, est¨¢ aqu¨ª mismo, en el coraz¨®n de Barcelona, a un paso de La Rambla. Es un lujo al alcance de cualquiera, incluidos los numerosos extranjeros que transitan entre sus puestos como si levitaran, ametrallando las frutas y verduras con sus c¨¢maras y procurando almacenar en sus neuronas un alud de sensaciones olvidadas. La Boquer¨ªa es algo fuerte, s¨ª se?or, y para rubricarlo acaba de aparecer El Mercat de la Boqueria (Salsa Books), un libro escrito por la periodista Isabel Obiols y fotografiado por Pere Ferrer, en el que se recoge la historia, el d¨ªa a d¨ªa y las particularidades de este mercado que hace a?os que ejerce de museo interactivo del buen vivir.
Manel Ripoll, presidente de la Asociaci¨®n de Comerciantes del Mercado de la Boquer¨ªa, se mostraba ayer encantado de contar con este nuevo libro, que ha salido a la venta en distintas ediciones en catal¨¢n, en castellano y en ingl¨¦s. "La gente del mercado no estamos acostumbrados a que se nos trate tan bien", explic¨® en el acto de presentaci¨®n, celebrado, c¨®mo no, en la misma Boquer¨ªa. "Durante muchos a?os nadie se acordaba de nosotros, pero este libro es una delicatessen que nos llena de orgullo".
Aunque la obra repasa minuciosamente la historia del mercado, creado tal como lo se conoce hoy en 1836, pero con ra¨ªces en el siglo XIII, Ripoll destac¨® sobre todo el hecho de que en ¨¦l se hable de las familias hist¨®ricas vinculadas a los distintos puestos. "Yo tengo clientes que ya lo eran de mi abuela y tambi¨¦n tengo clientes que son inmigrantes llegados hace pocos d¨ªas", dijo. "?sta es la fuerza de la Boquer¨ªa".
Isabel Obiols, que aparte de bucear en los archivos hist¨®ricos ha hecho un amplio trabajo de campo para conseguir reflejar la vida cotidiana del mercado, coment¨® que para ella "la Boquer¨ªa es un lugar excepcional, un lugar en el que se condensan muchas historias y mucha memoria". Precisamente, en el campo de la memoria, el libro dedica un amplio apartado a los cambios que ha ido experimentando el mercado con el paso del tiempo, tanto en lo que se refiere a la arquitectura como a los productos a la venta. "Los productos de menuts, por ejemplo, se han renovado en los ¨²ltimos a?os gracias a la llegada de los inmigrantes", observ¨® Obiols. "Y tambi¨¦n las pescader¨ªas, gracias en este caso a la moda de la cocina japonesa".
El mundo de la Boquer¨ªa, tal como aparece reflejado en el libro, es amplio y diverso. Entre los 500 puestos del mercado hay, por ejemplo, cinco restaurantes de taburete, incluido el del popular Pinotxo, y lugares de agitaci¨®n gastron¨®mica como Petr¨¤s, toda una instituci¨®n europea en el mundo de las setas. Hay tambi¨¦n frutas y verduras llegadas de todo el mundo, carnes y pescados frescos y exquisiteces como las perdices blancas de Dinamarca, faisanes, capones, jamones de toda Espa?a, etc¨¦tera. "Tenemos la suerte de estar ubicados en un sitio privilegiado", se?al¨® Ripoll. "Pero la Boquer¨ªa no tiene un barrio espec¨ªfico, sino que nos vemos obligados a robar p¨²blico de todas partes. Dentro del mercado practicamos la autocompetencia, y pienso que esto es bueno para el p¨²blico. Tenemos un ¨²nico enemigo: las grandes superficies. Es una pena que los viejos colmados est¨¦n desapareciendo por su culpa. Hay que defender los mercados como ¨¦ste, donde se vende el producto fresco", a?adi¨®.
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