Un libro revive la historia del humedal de Salburua

Las balsas de Salburua, uno de los seis humedales reconocidos por los organismos internacionales en el Pa¨ªs Vasco, han vivido distintos intentos de desecaci¨®n por parte de las autoridades alavesas durante los dos siglos pasados. El ¨²ltimo se registr¨® no hace m¨¢s de un par de lustros de la mano de una operaci¨®n urban¨ªstica muy poderosa que el Ayuntamiento de la ciudad logr¨® frenar. Ahora, las lagunas de Beto?o, Arkaute y Larregana ofrecen un riqu¨ªsimo ecosistema de fauna y flora, ¨²nico en las afueras de una ciudad de las dimensiones de Vitoria. El recorrido hist¨®rico y biol¨®gico por este humedal ha sido recogido en el libro Salburua, agua y vida, publicado por el Ayuntamiento de Vitoria, con textos de Luis Lobo y fotograf¨ªas de Quintas.

Las balsas de Salburua surgen del considerado como acu¨ªfero vasco m¨¢s importante, que se puede rastrear en el subsuelo de la mayor parte de la Llanada alavesa. Las lagunas serv¨ªan para fertilizar las tierras colindantes y albergaban gran variedad de aves acu¨¢ticas, por lo que tambi¨¦n eran un lugar excelente para los cazadores.

Sin embargo, el progreso manda y a mediados del XIX, las mentes ilustradas de la Diputaci¨®n comienzan a emprender su desecaci¨®n para conseguir terrenos de cultivo. La iniciativa se respalda con otro de los mitos del momento: la salud p¨²blica. Las autoridades aduc¨ªan que estas balsas, aguas estancadas al fin y al cabo, representaban un foco de enfermedades infecciosas.

El proyecto de desag¨¹e de la balsa de Zurbano y sus prados adyacentes data de 1857 y pretend¨ªa conseguir 1.000 fanegas (250 hect¨¢reas) de terreno cultivable, basado en la construcci¨®n de un canal de drenaje. Afortunadamente para las nutrias, el gato mont¨¦s, las becadas o las grullas, esta primera desecaci¨®n fue un ¨¦xito relativo. Las balsas se mantuvieron y su belleza y virtudes fueron reconocidas por los vecinos, que colaboraban en la limpieza del entorno y las sendas, as¨ª como por los artistas.

El libro no s¨®lo incluye las instant¨¢neas tomadas por Quintas en los ¨²ltimos a?os. Tambi¨¦n recoge im¨¢genes de ¨¦poca, pinturas o fotograf¨ªas a¨¦reas que muestran c¨®mo durante parte del siglo XX se lograron desecar las lagunas, aunque con la correspondiente respuesta del acu¨ªfero, que se rebelaba al drenaje en la superficie. Entre 1970 y 1995 casi se consigue que desaparezcan. La reacci¨®n fue r¨¢pida, como recoge el libro, y hoy Salburua, tras diez a?os de restauraci¨®n, presenta uno de los ecosistemas m¨¢s interesantes del Pa¨ªs Vasco.