"Discutamos las tesis de los agresores"
Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao (Madrid, 1961), licenciado en Filolog¨ªa ?rabe y Derecho, es diplom¨¢tico -en la actualidad, embajador de Espa?a ante la UNESCO- y escritor. La editorial Tusquets, en su colecci¨®n Kriterios, acaba de publicar su ¨²ltima reflexi¨®n "sobre la legitimaci¨®n de la violencia", un volumen titulado La paz sin excusa.
Pregunta. Su nuevo libro ?puede leerse como una cr¨ªtica a la obsesi¨®n por buscarse unos or¨ªgenes?
Respuesta. De lo que se trata es de establecer el v¨ªnculo que permite pasar de esa reivindicaci¨®n de unos or¨ªgenes -religiosos, ¨¦tnicos, hist¨®ricos, culturales...- a justificar la utilizaci¨®n de la violencia en nombre de la superioridad de un Dios, una raza, un pueblo o una civilizaci¨®n. Hablo de la necesidad del pacifismo, del pacifismo tal y como lo present¨® Erasmo de Rotterdam, que no dirig¨ªa sus argumentos a las v¨ªctimas sino a los agresores. Hay que debatir los argumentos de estos ¨²ltimos, demostrar su falacia, hacerla evidente ante la opini¨®n p¨²blica y s¨®lo aceptar la necesidad de la violencia cuando estamos ante un caso de leg¨ªtima defensa.
"No conviene que la pol¨ªtica sea invadida por juicios morales, consideraciones hist¨®ricas u otras argumentaciones externas a su naturaleza"
"La sacralizaci¨®n del 'deber de memoria' es un problema de la sociedad moderna que merece ser discutido antes de que nos engulla"
P. A menudo el agresor no escucha los razonamientos de la v¨ªctima, act¨²a de mala fe o presenta pruebas falsas, como Powell en la ONU.
R. El problema de la buena o mala fe es secundario, como cuando se alega haber cometido un error por ignorancia. Estamos hablando de pol¨ªtica y conviene delimitar la esfera de ¨¦sta, no dejar que la invadan los juicios morales, las consideraciones hist¨®ricas u otras argumentaciones exteriores a su naturaleza. Cuando un Gobierno se equivoca, ni que sea de buena fe, es responsable por incompetente. Su misi¨®n consiste en gestionar el inter¨¦s colectivo y hacerlo procurando causar el menor sufrimiento posible. En contra de lo que se ha dicho, el hecho de que se pudiera demostrar que los argumentos de Powell eran falsos, como lo eran tambi¨¦n las fotos que present¨® ante la ONU, no desacredita a ¨¦sta, pues fue en su seno donde se discuti¨® si exist¨ªa o no una amenaza de armas de destrucci¨®n masiva. Y la ONU no aprob¨® la intervenci¨®n militar en Irak, que se ha llevado a t¨¦rmino sin el respaldo de la instituci¨®n...
P. ...que es muy criticada...
R. ...y que necesita ser reformada pero no creada de nueva planta. La ONU naci¨® para evitar el enfrentamiento entre naciones, sobre todo las que estaban presentes en los ¨®rganos decisorios, y EE UU, Francia, Gran Breta?a, China y la Uni¨®n Sovi¨¦tica no entraron en guerra. La misi¨®n de la ONU no era impedir la existencia de las dictaduras, como dicen algunos de sus detractores, pues basta con ver que entre los miembros fundadores est¨¢ la URSS de Stalin para saber que nunca se pens¨® que los cascos azules fueran a inmiscuirse en los "asuntos internos" de cada pa¨ªs. Hoy los pa¨ªses que pueden ser un peligro para la paz mundial, que pueden declararle la guerra a su vecino, no est¨¢n representados en el Consejo de Seguridad, y ese es un problema, pero hay que evitar que la ONU deje de tener como objetivo la preservaci¨®n de la paz para trocarla por "seguridad", es decir, que pase de ocuparse en hacer imposible el estallido guerrero a procurar que ¨¦ste sea favorable a las actuales potencias y a las nuevas misiones que pretenden definir, como la prevenci¨®n del terrorismo.
P. Su libro relativiza la supuesta amenaza islamista y hace un elogio del arabismo espa?ol.
R. El elogio queda circunscrito a dos grandes arabistas espa?oles, As¨ªn Palacios y Juan Vernet, que me temo son excepciones dentro de la tradici¨®n hispana de estudios ¨¢rabes, que ten¨ªa como principal objetivo demostrar la superioridad de la civilizaci¨®n cristiana sobre el islam y procurar una coartada pol¨ªtico-cultural que justificase el colonialismo espa?ol en Marruecos. As¨ªn Palacios entendi¨® que la Divina Comedia de Dante Alighieri era una obra muy influida por relatos que proven¨ªan de la tradici¨®n ¨¢rabe, esa misma Divina Comedia que se ha presentado como obra fundadora del esp¨ªritu europeo, creaci¨®n original del genio exclusivamente italiano; Vernet ha estudiado lo que Europa le debe al Islam de Espa?a, los descubrimientos cient¨ªficos que el Renacimiento hizo suyos cuando ven¨ªan de otros horizontes.
P. Se muestra muy cr¨ªtico con el empleo actual del t¨¦rmino "cultura".
R. Es que cuando se habla de cultura antes hay que ponerse de acuerdo acerca de qu¨¦ estamos hablando. ?La cultura como lo opuesto a la ignorancia? Si es as¨ª, entonces hay que precisar qu¨¦ conocimientos nos son v¨¢lidos, qu¨¦ es lo que una persona culta no puede dejar de conocer. Un ciudadano culto sabe de Voltaire, Shakespeare y Cervantes pero no es frecuente que se sienta en falta si no conoce a Ibn Jaldun. Tambi¨¦n existe una idea de cultura que la convierte en sin¨®nimo de tradici¨®n y contrapone una tradici¨®n a otra, casi siempre a favor de la propia, claro. O hay un gran entusiasmo por lo "multicultural" entendido como comunitario y relativista. La multiculturalidad es lo opuesto a la ciudadan¨ªa de la misma manera que la cultura-tradici¨®n es sin¨®nimo de abrirle la puerta al determinismo, convierte a los hombres en inasimilables. En vez de progresar la libertad del hombre frente a los condicionantes se defiende su sumisi¨®n ante ellos.
P. ?El ingreso de Turqu¨ªa en la UE puede servir para mejor definir la Europa del futuro?
R. Si el debate se hace con categor¨ªas pol¨ªticas, s¨ª. Por ejemplo, hay que saber si la UE est¨¢ dispuesta a llevar a cabo una pol¨ªtica de cohesi¨®n con un pa¨ªs de 70 millones de habitantes y con un nivel de PIB que corresponde al 30% de la media comunitaria. Hay que observar como evoluciona Turqu¨ªa en materia de separaci¨®n de poderes, seguir sus transformaciones en materia de derechos de la mujer, pero lo que no hay que hacer es cuestionarse sobre si se trata de la entrada de 70 millones de musulmanes. La civilizaci¨®n o la cultura no deben ocupar el espacio que corresponde al debate pol¨ªtico. Existe una reflexi¨®n de Popper que plantea muy bien el problema: "Hay que moralizar la vida pol¨ªtica pero no hacer moral con la pol¨ªtica".
P. Pero estamos en plena lucha contra el "eje del Mal".
R. Los neoconservadores afirman que estamos ante una situaci¨®n nueva, que hemos entrado en una nueva era y que nada de lo conocido antes vale. Es todo tan nuevo que podemos incluso olvidarnos de debates que hab¨ªamos dado por cerrados, como el de si el fin justifica los medios. En la nueva era se puede declarar una guerra para imponer la democracia, como antes se pod¨ªa colonizar y explotar un pa¨ªs en nombre del progreso de la ciencia o esclavizar un continente para convertir a los indios al Dios de los cristianos.
P. En su ensayo hay una serie de temas en torno a los que articula su pensamiento.
R. Existen cuestiones pol¨ªticas que son de gran actualidad y que el mundo intelectual tiene la obligaci¨®n de debatir. Por ejemplo, esa desviaci¨®n democr¨¢tica que supone la aplicaci¨®n discrecional de la ley, el que quieras regular por ley el comportamiento de la mayor¨ªa s¨®lo para impedir la actuaci¨®n de una minor¨ªa. Se hacen cada vez m¨¢s leyes especiales, como la de extranjer¨ªa. O tambi¨¦n veo con preocupaci¨®n la tendencia a ampliar el c¨ªrculo de las v¨ªctimas, que en muchos casos es algo justo, pero que tiene como correlato aumentar el c¨ªrculo de los verdugos. ?Ahora se quiere que los pueblos tengan que pedir perd¨®n por lo que hicieron sus antepasados, por ejemplo! En democracia la responsabilidad penal no es transferible. Los de Al Qaida participan de esa l¨®gica inquisitorial, que prolonga la culpa en el tiempo y la hace colectiva. Nos pueden matar a todos porque todos somos culpables. Y todo eso coincide con la proliferaci¨®n de los aniversarios, de las conmemoraciones, con un culto cada vez m¨¢s importante del pasado, con la sacralizaci¨®n del llamado "deber de memoria". Son problemas de la sociedad moderna que merecen ser discutidos antes de que nos engullan.
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