Manera, moral, petr¨®leo

Llueven urnas sobre un pa¨ªs despu¨¦s de las bombas. Son maneras para asegurarse su adhesi¨®n. Muchos pa¨ªses de Gobiernos tiranos pasan el tiempo a gusto gracias a las urnas made in USA de manera que pueden aplastar las rebeld¨ªas en nombre de la democracia. Las urnas de Irak no conseguir¨¢n pacificaci¨®n, democracia y justicia, pero s¨ª sus nombres. Un gran rasgo de la pol¨ªtica de nuestro tiempo consiste en "hacer como si". Har¨¢n como si un gobierno y un presidente iraqu¨ªes fueran legales, y una c¨¢mara, legislativa. Un purista dir¨ªa que las elecciones no son v¨¢lidas porque para ellas es necesario un pa¨ªs con libertades, con una oposici¨®n serena y decente. Un proceso final tras una situaci¨®n de violencia. Pero la situaci¨®n de violencia est¨¢ viva. Y los puristas se quedan sin trabajo en esas condiciones. ?Por qu¨¦ queremos establecer un similor de la democracia? Hemos de fingir que hubo un tirano que amenazaba occidente con bombas terribles, que tiranizaba y mataba a su pueblo; y fuimos a defendernos y a liberar a sus v¨ªctimas. La guerra termin¨® r¨¢pidamente, se restableci¨® la paz y se propone un orden republicano. Eso s¨ª, hay terroristas, partidarios del tirano encarcelado, que hasta se suicidan por lo que llaman su libertad sin creer que la libertad es una estatua frente a Nueva York y un manuscrito en Washington. Hay que exterminarlos, y una manera es hacer como si no existiesen y continuar con el proceso de la rep¨²blica honesta y sana. Las maneras triunfan sobre la moral. Ah, he venido a la frase de un personaje de Oscar Wilde: "Manners before morals". Ya se sabe lo que le pas¨®: los moralistas le condenaron a trabajos forzados, y el dandy sali¨® herido de muerte. Le condenaron por sodomita, que no era, sino felador: aunque lo hubiera sido. Pero las maneras...

Es interesante: los cr¨ªticos ingleses subdividen un g¨¦nero teatral como "comedia de maneras" y destacan que los autores que desnudaban la alta sociedad inglesa por sus maneras que encubr¨ªan un cinismo depredador eran homosexuales: Wilde, Maugham, Coward, Orton (aqu¨ª, Benavente). No es necesario explicar por qu¨¦: perseguidos por las "maneras" de la sociedad dominante, como aqu¨ª por la Iglesia y sus pol¨ªticos, descubren c¨®mo esas maneras tapan una inmoralidad peor: la de "las personas decentes" (Enrique Gaspar, 1890). Si las urnas que llueven junto al S¨¦ptimo de Caballer¨ªa son de buenas maneras, la moral que mantienen es la del petr¨®leo.