Eugenio Garin, fil¨®sofo italiano experto en el renacimiento
Con la desaparici¨®n de Eugenio Garin se va uno de los principales intelectuales italianos del siglo XX, un historiador que puso de relieve la importancia del humanismo y del Renacimiento, un pensador singular y comprometido en ofrecer un testimonio ¨¦tico y antifascista.
Muri¨® el 29 de diciembre, a los 95 a?os, en Florencia, ciudad en la que hab¨ªa vivido cuando era un joven estudiante, y se licenci¨® en Filosof¨ªa en el a?o 1929.
A partir de 1931, Garin emprendi¨® la carrera docente como profesor de Historia de la Filosof¨ªa en diferentes institutos, primero en la regi¨®n de Toscana y despu¨¦s en Palermo, Sicilia.
En 1937 public¨® su primer ensayo, dedicado a la figura de Pico della Mirandola, en el que ya aparece su inter¨¦s por la cultura del Renacimiento.
En 1949 se incorpor¨® a la Universidad de Florecia como catedr¨¢tico de Historia de la Filosof¨ªa Medieval. All¨ª inici¨® una prol¨ªfica trayectoria de investigaci¨®n centrada en la cultura filos¨®fica del medievo y del Renacimiento y en los problemas culturales tras la unificaci¨®n de Italia, cuestiones sobre las que public¨® numerosos ensayos.
Obras como L'Umanesimo italiano (El Humanismo italiano) (1947), Medioevo e Rinascimento (Edad Media y Renacimiento) (1954), Studi sul platonismo medievale (Estudios sobre el platonismo medieval) (1958), L'educazione in Europa, 1400-1600 (La educaci¨®n en Europa, 1400-1600) (1957) y Scienza e vita civile nel Rinascimento italiano (Ciencia y vida civil en el Renacimiento italiano) (1965) se convirtieron en obras de referencia indiscutible a escala mundial. Las editoriales Taurus, Cr¨ªtica, Espasa y Ariel han publicado en Espa?a varios libros suyos.
Garin se opon¨ªa con claridad a las tesis continuistas y subrayaba la vigorosa ruptura producida en el tr¨¢nsito de la Edad Media a la modernidad.Reconoc¨ªa Garin al rigor del averro¨ªsmo el m¨¦rito de haber precipitado el colapso de aquella f¨¦rrea jerarqu¨ªa, al haberla llevado hasta sus ¨²ltimas consecuencias, al sondear exhaustivamente todas y cada una de sus posibilidades.
Y, aunque reconoc¨ªa la novedad de la literatura moral y civil del humanismo, rechazaba las tesis del siglo XVIII que ve¨ªan en la modernidad laica del Renacimiento una negaci¨®n de los valores religiosos medievales.
El ideal humano preconizado por esta nueva actitud mental quedaba plasmado en la figura del mago, que, para Garin, encama, mejor que ning¨²n otro, el prototipo del hombre volcado sobre la acci¨®n y el dominio de la naturaleza, del hombre que no se resigna a estar sometido al destino, que aspira a ser, ¨¦l mismo, creador.
La importancia que Garin concedi¨® a la magia renacentista responde no s¨®lo al hecho de reflejar fielmente el esp¨ªritu de toda una ¨¦poca, sino tambi¨¦n a su estrecho parentesco con la ciencia, que habr¨ªa de experimentar poco despu¨¦s su gran revoluci¨®n.
As¨ª, puso de relieve el papel que disciplinas como la magia o la astrolog¨ªa jugaron en la constituci¨®n de la ciencia moderna. Teor¨ªas que le valieron severas cr¨ªticas por asimilar a la ciencia componentes de car¨¢cter m¨ªstico e irracional. Pero Garin se empe?¨® en realzar el "lado nocturno" del mundo renacentista, que, seg¨²n se?alaba en La cultura del Renacimiento, es "con m¨¢s frecuencia tr¨¢gico que feliz, con m¨¢s frecuencia duro y cruel que pac¨ªfico, con m¨¢s frecuencia enigm¨¢tico e inquieto que limpio y armonioso".
Experto en Gentile, Crozze y Gramsci, su admiraci¨®n por el primero no le priv¨® de manifestarse claramente antifascista. Viv¨ªa su actividad cultural como una forma de compromiso civil.As¨ª, su ¨²ltimo libro, Intervista con l'intellettuale, a cargo de Mario Ajello (1997), es una defensa de los valores humanistas y del patrimonio antifascista.
Abandon¨® la docencia a los 75 a?os, pero sigui¨® participando activamente de la vida intelectual y acad¨¦mica hasta el final. Fue director de la revista Rinascimento y, hasta su muerte, tambi¨¦n de Il Giornale Critico della Filosofia Italiana (El Peri¨®dico Cr¨ªtico de la Filosof¨ªa Italiana).-

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