Antidepresivos bajo sospecha
El 'British Medical Journal' y la multinacional Eli Lilly se enzarzan en una pol¨¦mica sobre los efectos del Prozac
Uno de los m¨¢s famosos f¨¢rmacos antidepresivos, el Prozac (consumido por unos 50 millones de personas), se ha convertido en motivo de guerra entre la prestigiosa revista British Medical Journal (BMJ) y la multinacional estadounidense Eli Lilly, fabricante del medicamento. En su n¨²mero de ayer el BMJ afirma tener documentos internos del laboratorio -proporcionados por una fuente an¨®nima- que "parecen sugerir un nexo entre el medicamento y tentativas de suicidio o de violencia" de los usuarios. Los documentos, a?ade el semanario, los ha remitido al organismo estadounidense responsable de los medicamentos, la Food and Drugs Administration (FDA). El art¨ªculo de la revista, firmado por una periodista independiente de Nueva York, Jeanne Lentzer, plantea que desde los a?os ochenta la multinacional conoc¨ªa esos efectos secundarios.
La batalla gira sobre una supuesta relaci¨®n del f¨¢rmaco con violencias o suicidios
La pol¨¦mica gira en torno a la fluoxetina, principio activo del Prozac. el BMJ indica que un informe interno del laboratorio de 8 de noviembre de 1988 advierte de que "el 38% de los pacientes sometidos a la fluoxetina manifestaron episodios de excitaci¨®n motriz, contra el 19% de los pacientes que fueron sometidos a un placebo, lo que arroja una diferencia del 19% atribuible a la fluoxetina". Tales episodios incluir¨ªan modificaci¨®n del comportamiento, como desinhibici¨®n, agitaci¨®n o agresividad.
Eli Lilly refut¨® ayer los argumentos del BMJ. "Lilly ha facilitado sistem¨¢ticamente a las autoridades farmac¨¦uticas del mundo entero los resultados de sus ensayos cl¨ªnicos y de los estudios de supervivencia realizados tras la puesta del producto en el mercado, incluido todo lo referente a la fluoxetina", proclama un comunicado de la empresa. "Lilly estima que no hay nuevas informaciones cient¨ªficas relacionadas con este tema", a?ade la nota . El laboratorio afirma que el BMJ se ha negado a remitirle los documentos en cuesti¨®n.
En 1991 la FDA efectu¨® un examen del Prozad, y concluy¨® que era inocuo. S¨®lo el pasado noviembre ha emitido una alerta de car¨¢cter general sobre el riesgo de que los j¨®venes bajo tratamiento de antidepresivos puedan desarrollar tendencias suicidas. En el Reino Unido el asunto aflora intermitentemente cuando los medios de comunicaci¨®n mencionan alg¨²n suicidio de adolescente.
El BMJ incluye en su informaci¨®n el testimonio de Richard Kapit, que particip¨® en el estudio para autorizar la comercializaci¨®n del Prozac. El experto califica los datos aportados ahora por la revista como "muy importantes" y a?ade que "si esos documentos se hicieron por o para Lilly, la empresa deber¨ªa hab¨¦rnoslos transmitido y publicarlos".
En cualquier caso, seg¨²n Le Monde, en diciembre pasado la misma periodista revel¨® la existencia de documentos confidenciales de otra multinacional, Pfizer, sobre la sertralina (Comercializada como Zoloft), un antidepresivo de la misma familia que el Prozac. El art¨ªculo apareci¨® despu¨¦s de que un adolescente estadounidense que tomaba sertralina asesinara a sus abuelos.
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