El pene de Nacho Vidal
"Miguel Bos¨¦ dedica una canci¨®n al actor porno Nacho Vidal", dec¨ªa un titular del martes. La noticia contaba que la canci¨®n pretende ser una oda al pene. Convertir el miembro viril en motivo de inspiraci¨®n recuerda aquella novela de Henry Miller en la que el protagonista se dirige a su pene como si de un amiguete se tratara. Pero no todo el mundo tiene un trato tan cordial con esta parte de su anatom¨ªa, capaz de inspirar, como m¨¢ximo, un r¨¦quiem o un nocturno. Aprovechando la andropausia del ambiente, nos bombardean con alarmantes anuncios por correo electr¨®nico en los que se nos insta a someternos a un alargamiento de pene. Hay varios sistemas: ciruj¨ªa, bombas de vac¨ªo y estiramiento con pesas. Es para pens¨¢rselo, aunque a muchos usuarios potenciales se nos plantea alguna duda: ?a partir de qu¨¦ medida se considera resuelta la deficiencia?
Para adaptarse a los modelos que difunde la impune pornograf¨ªa, se puede tomar como referencia a Nacho Vidal, que comercializa un molde de su pene. Pero si todos midieran lo mismo, ?merecer¨ªa el suyo una canci¨®n? Entre los motivos para envidiar a Vidal tambi¨¦n est¨¢ su ¨¦xito editorial. La biograf¨ªa que sobre ¨¦l escribi¨® David Barba est¨¢ triunfando, quiz¨¢ porque, a su manera, los actores porno son los ¨²ltimos superh¨¦roes. Vean lo que dice Vidal en la p¨¢gina 230 de su libro: "La gente cree que mi vida como actor porno est¨¢ cargada de experiencias extremas a las que no todo el mundo tiene acceso, pero la verdad es que la experiencia m¨¢s fuerte siempre es enamorarse. A¨²n no he encontrado nada, dentro o fuera del porno, que supere el nudo en el est¨®mago que se me forma cuando beso a la mujer que amo".
El d¨ªa de Sant Jordi de 2004, tras una de esas jornadas en las que se combinan sentimientos tan humanos entre los escritores como cansancio, euforia y depresi¨®n, la editorial Planeta celebr¨® una fiesta en la discoteca Astoria. Canap¨¦s, conversaciones dedicadas exclusivamente a hablar de dinero y, de repente, entre todos esos artesanos de la pluma, apareci¨® Vidal, radiante, encantado de haber vivido su primera experiencia firmando libros por la ciudad. "Eso s¨ª es un imparable", pens¨¦. Acompa?ado de una mujer de las que quitan el hipo y simult¨¢neamente lo provocan, iba saludando con una naturalidad nada suficiente y, por tanto, poco literaria. Cual buitre oportunista, y adoptando la ancestral metodolog¨ªa de los muchos trepas del sector, calcul¨¦ que si me arrimaba al actor algo se me pegar¨ªa. Ya que el trato continuado con el mundillo literario me ha contagiado algunos de sus defectos, quise invertir la tendencia. Vidal me dedic¨® unos minutos que no tuvieron, por desgracia, ninguna consecuencia f¨ªsica. Pero tuvo tiempo para contarme que lo que m¨¢s le hab¨ªa alucinado de Sant Jordi es que se le acercaban familias enteras de mujeres para que les dedicara su libro. "La abuela, la madre, la hija y la nieta, todas con su ejemplar". Acostumbrado a la estajanovista disciplina del porno, parec¨ªa encantado con la notoriedad transgeneracional de su trabajo biogr¨¢fico-literario. Bos¨¦ le ha dedicado una canci¨®n, dice la noticia. Pero lo realmente noticiable es que un cl¨¢sico del porno como Vidal alimente las fantas¨ªas ¨ªntimas de tanta gente. "Si hubiera tenido vagina en lugar de pene, habr¨ªa sido m¨¢s selectivo con mis interlocutores sexuales", dijo una vez Dustin Hoffman. Probablemente habr¨ªa elegido mejor algunas de sus pel¨ªculas, le falt¨® a?adir. Mientras me siguen llegando sofisticadas propuestas de alargamientos, me pregunto qu¨¦ habr¨ªa ocurrido con muchos de nosotros si hubier¨¢mos nacido con las caracter¨ªsticas genitales de Nacho Vidal.
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