Estados Unidos cuestiona la imparcialidad de los medios tras el esc¨¢ndalo de la CBS
La cadena de televisi¨®n emiti¨® un reportaje basado en datos falsos para perjudicar a Bush
El informe independiente de 224 p¨¢ginas pretend¨ªa cerrar el esc¨¢ndalo de las falsas acusaciones contra el presidente George W. Bush y promet¨ªa sanear la n¨®mina de culpables en los servicios informativos de la cadena de televisi¨®n estadounidense CBS. Sin embargo, los cuatro despidos y las tibias amonestaciones s¨®lo han servido para convertir el error period¨ªstico en un espejo que muestra los vicios y las disfunciones de los grandes medios de comunicaci¨®n en EE UU. Sus estrellas han dejado de ser intocables y su imparcialidad es, por primera vez, un elemento del debate.
La informaci¨®n emitida por la CBS el pasado 8 de septiembre mostraba unos documentos que promet¨ªan certificar lo que siempre ha sido una sospecha: el trato de favor que recibi¨® Bush en la Guardia Nacional de Tejas para evitar la primera l¨ªnea de combate en la guerra de Vietnam.
En la era de Internet, el periodismo est¨¢ sometido a un escrutinio que es enriquecedor para los receptores del mensaje y devastador para quien los emite. En cuesti¨®n de horas, la veracidad de los documentos era dudosa. En cuesti¨®n de d¨ªas, la falsificaci¨®n hab¨ªa sido catalogada como tosca y plagada de torpezas. Uno de los documentos, fechado hace 30 a?os, usaba un tipo de letra que todav¨ªa no se hab¨ªa dise?ado en esa ¨¦poca pero que es ahora muy com¨²n en el procesador de textos Word. Los papeles de la CBS llegaron a convertirse en el hazmerre¨ªr de los programas nocturnos de comedia.
Durante 10 d¨ªas, la CBS se mantuvo firme en la protecci¨®n de sus fuentes y su noticia. Durante 10 d¨ªas, la estrella period¨ªstica que puso la informaci¨®n en la antena, Dan Rather, emple¨® un tono displicente y altivo en la defensa del reportaje. Al d¨ªa siguiente, la CBS admiti¨® "dudas" en torno a la veracidad de los documentos y Dan Rather pidi¨® disculpas a los espectadores.
El presidente de la CBS, en un ejemplo de independencia impensable en medios europeos, encarg¨® una investigaci¨®n interna a dos expertos independientes, el ex fiscal general de EE UU, Dick Thornburgh, y el ex presidente de Associated Press, Louis Boccardi. Tres meses despu¨¦s, su informe final detalla los errores en la verificaci¨®n de las fuentes por parte de quienes redactaron la informaci¨®n. Sin embargo, el documento no deposita ninguna culpabilidad en Dan Rather m¨¢s all¨¢ de su impericia al aceptar la puesta en antena de una informaci¨®n que ¨¦l mismo no se hab¨ªa molestado en verificar. Rather, de 73 a?os, anunci¨® hace dos meses que dejar¨¢ de presentar el informativo de la noche a partir de marzo, aunque insiste en que su decisi¨®n no tiene nada que ver con el esc¨¢ndalo que lleva su nombre, el Rathergate.
Autocr¨ªtica
Con el despido de cuatro trabajadores, la CBS cre¨ªa haber cerrado la crisis. En cambio, ha conseguido justo lo contrario. Los analistas se preguntan por qu¨¦ no ha despedido al jefe de los servicios informativos, por qu¨¦ no adopta medidas disciplinarias contra su presentador estrella y, por encima de todo, por qu¨¦ no acepta un ejercicio de autocr¨ªtica sobre la posible imparcialidad de sus informativos. El informe cierra ese ¨²ltimo cap¨ªtulo con una austeridad gramatical que algunos consideran insultante: "No encontramos una base para acusar de intencionalidad pol¨ªtica a quienes investigaron, produjeron, evaluaron o emitieron la informaci¨®n".
"Eso es rid¨ªculo. Es una solemne tonter¨ªa", dice a EL PA?S Tim Graham, director del Media Research Center, una organizaci¨®n independiente que analiza el comportamiento ¨¦tico de los medios. "La CBS intenta presentar este informe como el final de la pol¨¦mica, pero no lo es en absoluto. Hay que darse cuenta de que incluso la fecha en la que se emiti¨® la informaci¨®n estaba escogida para hacer da?o a Bush", dice Graham.
El reportaje fue emitido cuando Bush registraba un incremento en las encuestas, dos meses antes de las elecciones presidenciales. El momento y el contenido avalan la tesis de quienes acusan a la CBS -y a la mayor¨ªa de los grandes medios de comunicaci¨®n de EE UU- de tener una velada agenda antirrepublicana. Hay otros ejemplos. El jefe de informaci¨®n pol¨ªtica de la ABC instruy¨® a sus redactores para que en los res¨²menes del primer debate entre Bush y Kerry "ayudaran" al candidato dem¨®crata a mostrar las "distorsiones" del presidente. Incluso el director de Newsweek acept¨® en esa ¨¦poca que "los medios, yo creo, quieren que gane Kerry".
La CBS trata de convencer de que la culpabilidad recae en Mary Mapes, la productora de Dan Rather que investig¨® y redact¨® la informaci¨®n, y sus tres superiores inmediatos. Rather, seg¨²n la cadena, estaba demasiado ocupado para poner en duda lo que le¨ªa en antena. Y no es relevante, asegura la CBS, que Mapes mantuviera varias conversaciones con Joe Lockhart, consejero de la campa?a de Kerry, durante la preparaci¨®n del reportaje.
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