Tablero

En el nuevo tablero, como lo denomina el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Josu Jon Imaz, se juega una partida de calado. Las elecciones auton¨®micas vascas del pr¨®ximo mes de mayo precipitan algunos movimientos. La Espa?a plural, ese proyecto que ha de profundizar el Estado federal y encajar la asimetr¨ªa de una plurinacionalidad constitutiva, se acerca a una de esas fases decisivas que marcar¨¢n su viabilidad, es decir, el porvenir de todos. Nada volver¨¢ a ser como antes a la salida de una encrucijada en la que, de momento, el lehendakari Ibarretxe, cuya posici¨®n ha quedado al descubierto, se ve impelido a sacrificar su plan soberanista antes de tiempo, mientras Batasuna y ETA tratan de sortear una marginaci¨®n definitiva mediante la apelaci¨®n a hablar de paz con el presidente Rodr¨ªguez Zapatero, y en la que los partidos catalanes contienen el aliento y cierran filas con el objetivo de mantener intacta la v¨ªa de la negociaci¨®n para ampliar la autonom¨ªa. Una partida tan trascendental reclama pol¨ªticos sutiles y valientes; personajes prudentes y a la vez resistentes al v¨¦rtigo; dirigentes capaces de ejecutar la jugada calibrando sus repercusiones; talento y determinaci¨®n, al fin y al cabo. Justo lo que nos falta a los valencianos. Me refiero al menos a nuestros gobernantes, v¨ªctimas de una recurrencia sectaria de pocos vuelos por la que regurgitan una y otra vez los conflictos que ya deb¨ªan haberse superado e improvisan procesos sustanciales como el de la reforma estatutaria. No sin un regusto amargo, aporta un cierto alivio, todo hay que decirlo, que nos haya tocado un papel secundario en el reparto porque, tal como van las cosas, no parece que estemos en condiciones de hacer un movimiento audaz, ni siquiera sensato, cuando nos corresponda. Deber¨ªa extraer la ciudadan¨ªa las conclusiones que se deriven de una intervenci¨®n tan deslucida como la que se avecina. Puede que no lo haga y confirme alg¨²n odioso t¨®pico colectivo. Sin embargo, ah¨ª est¨¢ el desaf¨ªo de entender que no se juega con siglas de partido sobre el tablero de la gran pol¨ªtica, donde el ¨²nico ¨¦xito consiste en lograr que salgamos ganando todos.